Friday, January 13, 2006

KONNICHIWUA MARU - Un Homenaje a Miguel Cané


それが彼にいかに行くか、こんにちは
KONNICHIWA MARU

WATASHITACHI
NOSOTROS

Pese a la fría brisa del invierno porteño, era un anochecer tranquilo en Buenos Aires. Pisar las baldosas de esa calle en particular, brindaba un singular placer. Era un tramo barrial lleno de júbilo que hasta nos hacía percibir algo aromático en el aire. Nuestro olfato percibía en principio una mezcla de hierbas posiblemente proveniente de los tilos que aún con el follaje mustio seguían desafiando el ambiente con su fuerte presencia. Pero lo más importante era ese olor a juventud de adolescentes felices y traviesos que transmitían esa sana irresponsabilidad en la que todo es devenir. Era estimulante transitar esos escasos ciento veinte metros de vereda de la Avenida Paseo Colón donde el Otto Krause, uno de los colegios más distintivos de Buenos Aires cobijaba a viejos maestros que con sensatez y gran dedicación inculcaban e instruían a los jovencitos en las técnicas de la construcción, química, electricidad, industria naval y centenares de profesiones y oficios para todos los hijos de esa clase media que era el orgullo de la sociedad Argentina. El griterío era infernal y alguien desprevenido y curioso que pasaba por allí preguntó.
_ ¿Qué pasó que están todos en la calle?
_Y--------saltaron los tapones Don, y nos tenemos que quedar en la vereda hasta que vuelva la luz.
Puertas adentro el regente de la escuela, Señor Ramos ofuscado y rabioso había llamado a una reunión de urgencia a todos los celadores del establecimiento. Mientras esperaba, intentaba prender un farol, a la luz de una desgastada vela. El farol por escaso presupuesto tenía fallas, con sus bordes quemados por donde se escapaba el brillo de su luminosidad. El farol también envejecía.
_Don Ramos, ya estamos todos.
Dijeron los celadores al unísono.
_Imaginamos la bronca que tiene pero no se preocupe ya estamos sobre los pasos de los traviesos porque no fue una falla técnica.
_ ¿Cómo saben que no fue un corto circuito ó una falla del sistema?
_Jefe, no se olvide que nosotros también somos egresados de la escuela, y aunque nada tenemos que ver con la electricidad, conocemos toda la instalación, nos sobra experiencia en los apagones; y además tenemos alguna información.
_Esto es cosa de chicos traviesos para salvarse de las horas de Análisis Matemático, Química y Proyectos. Casualmente hoy en quinto segunda y sexto primera había exámenes; es demasiada coincidencia.
_Jefe, los muchachos son traviesos.
_Que traviesos ni ocho cuarto, son unos pendejos hijos de mil puta, si fuera por mi los expulso a todos juntos y cierro la escuela.
_Don Ramos, no sea tan exigente, aunque son muchachotes que hacen travesuras de chicos; usted alguna vez nos contó lo que hacía en el Nacional Buenos Aires, y sin tener en cuenta que eso sucedió en el siglo pasado.
_Sí, cuándo la iluminación de Buenos Aires todavía funcionaba a gas. Dijo Páez divertidamente y todos los celadores soltaron la risa al unísono. El Sr. Ramos rojo de furia les retrucó.
_Porque no se van a cagar con lo de la edad, después de todo no soy mucho más viejo que ustedes.
_Yo era un alumno ejemplar, con las mejores calificaciones y de lo único que me podían acusar era que de vez en cuando en los baños me fumaba algún Chesterfield, que además era importado.
_Vamos Don Ramos, lo de importado está de más, usted bien sabe que la Primera Junta había prohibido expresamente la importación de cigarrillos, así que lo que usted fumaba era contrabando que introducían los Anchorena.-
En la regencia se escucharon vigorosas risas y los aplausos de todos los celadores.
_Ustedes también se pueden ir a la mierda, que es eso de la Primera Junta, acaso se creen que tengo la edad de French ó la Berutti; porque no se van a repartir escarapelas.
_Y, jefe tan lejos no le anda. Sólo le falta el chambergo y sería lo más parecido a ese ex vicepresidente tan honesto. ¿Cómo se llamaba? Ah, sí......................... Elpídio González.
_De esos ya no hay más. Respondió Don Ramos, con un gesto ahuecado de melancolía. Eran otros tiempos.
Retornaron las socarronas risas y el Sr. Ramos dio un fuerte golpe sobre el escritorio y expresó.
_Hablemos en serio señores, si esto es cosa de los alumnos, les juro que los mato y también los suspendo a ustedes por pelotudos.
_Seguro que los culpables ni siquiera son buenos alumnos, a quién se le puede ocurrir semejante estupidez......carajo. Dejar a la escuela sin luz es una vergüenza.
_ ¿Acaso saben algo al respecto?
_Sí Don Ramos, la cosa es que empezaron a explotar los portalámparas en todas las aulas. ¡Qué casualidad que en los baños y en la cantina sigue habiendo luz! Ellos saben de circuitos, seguro que fue intencional. Nos parece que pusieron monedas en los portalámparas porque al empezar a oscurecer, fui a girar el interruptor y se produjo la explosión.
_ ¡Así que pusieron monedas en los portalámparas para que salten los tapones de todo el edificio!
_No Jefe, solamente de las aulas, para salvarse de las horas de los exámenes.
_¿cómo dijiste Sinópoli ? La puta madre. En serio piensan que sucedió así.
Dijo enfurecido el Sr. Ramos y mirando a los celadores con los ojos encendidos les ordenó.
_Quiero que urgentemente me digan en que salones se encontraron monedas, esto ha sido un trabajo realizado en el intervalo entre el turno de la tarde y el comienzo de la nocturna.
_Seguro que debe ser algún taradito, y lo voy a hacer expulsar, no va a traspasar el umbral de esta escuela nunca más. Este es un establecimiento serio y tratamos de formar los mejores técnicos del país, no quiero muchachitos mediocres.
En ese preciso instante golpearon la puerta del despacho mientras el Sr. Ramos seguía luchando con sus manos para encender su vetusto farol.
_Adelante, pase. Gritó el Sr. Ramos.
Cuatro muchachos impecablemente vestidos con blazer azul, prolijas camisas celestes, corbatas a rayas y cancheros mocasines se introdujeron en la sala de la Regencia.
Uno de ellos, llamado Juan se acercó al Sr. Ramos y al mismo tiempo que comenzó a hablar con una hábil maniobra dactilar encendió con éxito y en un breve instante el farol del Sr. Ramos.-
El Regente lo observó sorprendido y sólo logró balbucear a medias unas lacónicas gracias.
Juan, tomó la palabra.
_Permiso Sr. Ramos, quería decirle que como el Prof. Arizmendi y la gente del taller de Electricidad hoy no dictan cursos, nosotros podríamos solucionarle el problema.
_Venimos a pedirle permiso para acceder al pañol y bajar al gabinete del tablero general que está a un lado de la cantina.
_ ¿Puedo saber quienes son ustedes?
_Somos alumnos de quinto segunda señor regente.-
_ ¿Y cómo se llaman?
_Mis compañeros son Mario Lariotti, Walter Linaldi, Luis Gocen y yo me llamo Juan Fernández.
El Sr. Filiberto interrumpió el diálogo y dirigiéndose al Sr. Ramos le dijo.
_Me perdona un instante Regente.
Miró a los muchachos con sorna y les ordenó.
_ Esperen afuera, ahora mismo. En un momento estoy con ustedes.
Filiberto, conjuntamente con Páez, Sinópoli y Sánchez integraban el grupo estable de celadores del turno de la noche. Habían pasado su vida dentro de la escuela. Dos de ellos eran maestros de carpintería por la mañana y los otros dos tenían a su cargo el taller de ajuste. Los cuatro para reforzar sus ingresos eran celadores en la nocturna.
El Sr. Ramos, dubitativamente y con un gesto de asentimiento les indicó a los alumnos que respondieran a la orden del Sr. Filiberto, y no bien los chicos traspasaron la puerta, con voz murmurante les dijo.
_Se puede saber que mierda les pasa a ustedes, no entiendo nada, los chicos se vienen a ofrecer a solucionarnos el problema y ustedes los mandan afuera y encima de mala manera. _Yo no los quise desautorizar frente a ellos, pero quiero alguna explicación
Los cuatro celadores se entrecruzaron miradas cómplices y hasta hubo guiños de ojos entre ellos.
_Escuche regente, estos chicos son los de 5º 2ª. ; tienen las mejores calificaciones, son cuadro de honor de la escuela, los más aplicados pero............
¿-Pero qué?.......carajo.
Preguntó el regente evidentemente alterado.
_Y Jefe, son tipos muy especiales.
_ ¡Especiales! ¿Por qué? Que mierda quieren decir, déjense de rodeos.
_Mira Ramos los pibes dedican muchas horas gratis como maestros particulares, respaldan a todos sus compañeros y cuando alguno "no la agarra" lo ayudan a copiarse. Además son de los que fuman Chesterfield como hacías vos, y en los baños.-Y eso no es nada, hasta se ocupan de venderlos en la cantina.
El Sr. Ramos volvió a ponerse rojo de bronca y los espetó.
_Sigo sin entender nada, que tiene que ver esto con el problema de ahora. Estamos sin luz, con los muchachos en la calle y ustedes se hacen los enigmáticos. No me jodan, esperen aquí, primero hay que resolver este despelote. Si se enteran en la Inspección General que permití tener más de una hora los chicos en la calle, me hacen pelota.
Se dirigió rápidamente hasta la puerta del despacho y enfrentando a los muchachos les dijo.
_Vayan al pañol y reparen la luz cuanto antes, lo más rápido posible.
_No me puedo dar el lujo de tener mil pelotudos en la vereda a esta hora de la noche, apúrense.-Y después me vienen a ver ó mejor mañana, pero recuérdenmelo.
_Quédese tranquilo Sr. Ramos, en cinco minutos tiene la luz restablecida, eso sí lo haremos por sector porque no se sabe dónde están las fallas. Le respondió Juan. Nuestro salón será el último. Por el sistema ¿Sabe?
_Está bien, confío en ustedes pero denle rápido.
Dio un portazo a la propia puerta de su despacho y encaró a los celadores decididamente.
_Ustedes están borrachos, no los entiendo; los muchachos se vienen a ofrecer para arreglar el desperfecto y me vienen con la historieta de sus travesuras y las calificaciones.- ¿Se puede saber que mierda les pasa por la cabeza?
_Mire don Ramos, hagamos una cosa, esperamos un rato que los muchachos arreglen el tema de la luz, y cuando todo haya vuelto a la normalidad volvemos a charlar.
_Yo creo que con Páez, Sinópoli y Sánchez; ahora deberíamos estar en la vereda.
_No quiero que se nos escape alguno, y además no tenemos ganas de volver a tomar lista.
_ ¿No le parece?
_Está bien, estoy de acuerdo. Dejemos esto para después. Ahora me preocupa la luz y los alumnos en la vereda. Vayan, vayan y dejen de joderme. Hace treinta años que nos conocemos y se vienen a hacer los boludos conmigo.
_Che Ramos, no sea quisquilloso, después la seguimos.
Páez se adelantó, abrió la puerta de la regencia, y apresuradamente lo siguieron Sánchez y Sinópoli; Filiberto palmeó con afecto la espalda del regente y cuando iba a cerrar tras de sí la puerta del despacho le dijo.
_Quédate tranquilo José, en diez minutos el colegio vuelve a la normalidad.
Filiberto estaba por salir al pasillo y unirse a sus compañeros cuando el regente le preguntó.
_Che Fili, se puede confiar en estos pibes, ¿saben lo que hacen? A ver si se quedan pegados en el tablero y tenemos una tragedia.
_Ramitos, quédate tranquilo, son los mejores. Además fueron ellos los que provocaron el corte de luz.
_¡Cómo que provocaron el corte de luz!. ¿Qué estás diciendo Fili ?Por favor no me vuelvas loco.
_Sencillo Pepe, porque antes del primer recreo, estos chicos se enteraron que muchos de sus compañeros, especialmente los pibes más pobres, los que laburan todo el día, no habían tenido tiempo de estudiar. Dicen que no les dieron permiso en sus trabajos para estudiar. Entonces los pendejos durante el primer recreo y antes que oscureciera con una velocidad increíble metieron monedas en todos los portalámparas de las aulas.
_ ¿La agarró Jefe? ¿Lo entendió?
_Sí. Sí. Lo entendí, bueno anda para la calle y después la seguimos.
Antes de cerrar la puerta Filiberto le dijo al Sr.Ramos.
_Jefe, no se preocupe, ya que después de todo parece que además de capacitar y lograr los mejores técnicos, estamos haciendo algo mucho más importante. Estamos ayudando a formar buenas personas y eso es mucho decir. ¿No le parece?
_Tenes razón Fili, bueno; después lo conversamos.
Ramos quedó pensativo, abrió el último cajón de su escritorio, sacó una botella de Chivas que allí escondía, luego prendió su habitual Chesterfield y en ese preciso momento se restableció la luz. _Qué muchachos increíbles. ¡Cómo los admiro, la puta madre! Si yo hubiera tenido hijos, me hubiese gustado que fueran como estos delincuentes de diecisiete años. Se quedó un instante pensativo, absorto. Luego su rostro se distendió completamente. Sorbió un trago de su copa, acercó el pucho al cenicero, sonrió con placer y asentimiento. En ese momento de su ojo izquierdo fue fluyendo lentamente una lágrima que estalló precipitadamente sobre el brillante y lustroso parquet del salón de la regencia del Otto Krause.-

OYASUMI NASAI BUENOS AIRES
DESPEDIDA DE BUENOS AIRES

Transcurría la década del 70, Buenos Aires tenía sus entrañas convulsionadas, pero esto pasaba en todo el país. Habían pasado muchos años desde el viaje en el Argentina Marú. Ellos cruzaban la Plaza Británica, dejando atrás la vereda donde alguna vez estuvo el Parque Japonés y ahora terminaban de construir un lujoso hotel cinco estrellas de capitales norteamericanos. En el puerto se aprestaban para la salida del El Arlanza que partía a las cinco, pero seguramente las tareas de carga lo retrasarían como siempre. Las oxidadas torres de la dársena sur servían de guinches, y sus operarios debían hacer innumerables maniobras para elevar los voluminosos cajones ó esqueletos de madera con mercaderías, sólo los automóviles eran depositados sobre la cubierta de los barcos a través de arneses. Una maniobra riesgosa y atractiva para los curiosos. Los despachantes de Aduana empezaban a hablar sobre un nuevo sistema de cargas llamado contenedores que se estaba usando entre Yokohama y San Francisco; toda una revolución para la actividad por su practicidad y la eliminación total de los frágiles esqueletos de madera. El avance tecnológico simplificaría el sistema, aceleraría los despachos, aseguraría los envíos y daría por tierra con los viejos embalajes. Pero por otro lado tenía su parte negativa ya que dejaría en la calle y sin trabajo a mucha gente que ganaba su sustento en los muelles. Era el precio del progreso. Los preparativos en las dársenas significaban el ir y venir de un conglomerado humano afectado a distintas tareas. Los estibadores, controles de aduana, despachantes, changadores, camiones, vagonetas y en algunos casos hasta vagones ferrocarrileros que con bombas succionadoras descargaban cereales a granel en las bodegas de los barcos. En las distintas cubiertas de los buques de pasajeros, los camareros se apuraban en acondicionar los camarotes, comedores y salones hasta el momento en que a los viajeros se les permitía abordar los navíos. Como edificio y estructura funcional, el Puerto de Buenos Aires prácticamente no existía; todo se hacía "al costado del muelle" y en los galpones se completaban todos los trámites de inmigración ó emigración. Salud Pública atendía en una improvisada mesita; verificaba vacunas y allí mismo entre toda esa vorágine había alguien que le decía.
_Levántese la manga de la camisa. Luego llegaba el pinchazo, la "crucecita" con la punta de una aguja y después la recomendación.
_Espere unos minutos hasta que seque y mantenga la manga levantada. Había que tener vocación de malabarista con el brazo izquierdo extendido, el derecho sosteniendo la manga de aquel, y entre los dedos del brazo vacunado un montón de papeles, generalmente el pasaporte, pasaje, certificado de vacuna, etc. De todos modos, la despedida de un buque era todo un acontecimiento, tanto para el que viajaba, como así también para quienes iban a despedirlos. Estos últimos se embarcaban a través de sus sueños, sus anhelos y sus ilusiones aún no concretadas. Había viajes cortos, largos, extraños, exóticos, misteriosos. Los destinos eran disímiles, algunos dejaban Buenos Aires y se internaban en el Atlántico rumbo a Vigo, Génova, Nápoles ó Marsella como su primer destino. Otros rumbeaban hacia el norte con escalas en Brasil, luego alguna isla caribeña y de allí a Miami, y casi seguro Nueva York. Pero los destinos que despertaban más fantasías eran aquellos que después de haber dejado atrás el Canal de Panamá, Los Ángeles y San Francisco, cruzaban el Pacífico llegando a lugares tan distantes y desconocidos que despertaban la ilusión de conocerlos alguna vez en su vida. Hasta ese momento, sólo el cine de barrio nos acercaba a Hawai ó a las Islas del Pacífico pero Yokohama, Kobe y todo el oriente eran una meca inalcanzable y desconocida, un misterio inabordable. Para Juan, éste viaje tenía un significado especial. Resolvió trabajar en el exterior porque le aceptaron su residencia tramitada muchos años atrás. Su anterior experiencia con Walter, sólo había sido una aventura de juventud, ahora las cosas habían cambiado. Dejaron atrás la Plaza Británica, y juntos se internaron en el amplio hall de la estación Retiro. Preguntaron sobre el lugar de salida del tren a Rosario, y el changador con su carrito cargado de apiladas valijas y cuya ropa olía a tabaco les dijo: _Vayan al andén número 13, sólo falta media hora para la partida, sale a las dos en punto. Uno de ellos cargaba una valija de cuero y otros bolsones que eran sus pertenencias para dejar en un depósito de la estación hasta su regreso de Rosario. Tenía esperanzas de poder reunirse pronto con Juan en los Estados Unidos; sólo llevaba el equipaje imprescindible a Rosario. Ambos rumbearon hasta el andén y se sentaron en un banco enfrentando al vagón que Walter debía abordar. El enorme galpón de la vieja estación Retiro ese día se veía peor que nunca. Andenes sucios, olores nauseabundos; un marco desolador para la tristeza de la despedida. Ellos tenían las miradas perdidas en el aire.
_¡Che!”…. Te voy a extrañar carajo.
Se pararon y se confundieron en un fuerte abrazo, palmeándose la espalda un prolongado instante. Se miraron, sonrieron durante un tiempo y luego se volvieron a abrazar. El otro preguntó con lágrimas en los ojos.
_ ¿A qué hora sale tu barco? ¿Que vas a hacer hasta esa hora?
_No te preocupes, tengo que hacer tiempo hasta las cinco.
Le respondió Juan con voz entrecortada.
_Primero buscaré el depósito para dejar tus cosas en resguardo, luego caminaré un rato y de paso me despido de Buenos Aires. Total todo mi equipaje ya lo tiene la naviera.
Juan y Walter se miraron y coincidieron en el recuerdo de los inolvidables momentos vividos a bordo del Argentina Marú. Juan se integraría a su trabajo en Nueva York un mes después, por eso había elegido la navegación como una pausa para asumir la despedida y revivir momentos de su adolescencia. Tenía por delante unos quince días de navegación y deseaba aprovecharlos para escribir, reflexionar y ponerse las pilas para enfrentar nuevamente ese país al que sin amar retornaba una y otra vez. El avión era demasiado apresurado y él seguía siendo fiel a las "costumbres de antaño". Estaba convencido que no pocas convicciones profundas, construidas en aquellos años de su juventud, estaban aún presentes, transmutadas al hoy, en la historia que estaba por protagonizar. Permanecieron otro rato en silencio con gestos abstraídos.
_ ¿Me vas a escribir? Recorda que todo éste mes estaré en ese hotelito de la calle San Lorenzo, vos sos el único que tenés la dirección. Después veré si alquilo algo; según se presenten las cosas.
_La verdad es que no sé si voy a poder bancármela ahora que mi mejor amigo se me raja de nuevo con los yanquis.
Él lo miró con ternura y le puso una mano sobre su hombro.
_Quédate tranquilo, si las cosas se dan según lo que pensamos, enseguida te aviso y te venís conmigo.
_Lo que más vamos a extrañar de Buenos Aires son las minas, vos sabes que no hay otras como las de aquí, a excepción de los culos brasileños.
_Walter, ¿Te acordas del Argentina Marú?, ¿de las garotas de Santos y Río?..........ah...y las japonesas, me emociono con sólo recordarlas.
-¡Cómo nos divertíamos con diecisiete años encima!
De pronto un fuerte silbido cortó la conversación, la locomotora empezó a estornudar y él se estremeció. Ambos miraron el reloj y en silencio se acercaron a la escalerilla. Se quedaron mudos, como queriendo prolongar aquel instante. Al instante sonó la campana, tomó el bolsón que era todo su equipaje y se paró en el último escalón, desganadamente.
¿Por qué no nos fuimos juntos? Soy un pelotudo, ¿no?
_Y bueno, sin papeles la cosa se complica.
_Perdóname Juan, pero yo no me animo, soy un cagón, no quiero volver a pasar problemas en Nueva York y menos aún andar escapándome de los funcionarios de inmigración. No te olvides lo que nos pasó con ese coreano de la 7a.avenida que por no pagarnos nos extorsionaba con la denuncia ante las autoridades. Yo prefiero probar lo de Rosario, hasta que pueda estar en regla y trabajar tranquilo.
_Tendré que esperar por los papeles y si Dios quiere después nos volvemos a encontrar en Broadway. Lástima que ya no está el viejo Madison Square, ni siquiera los fantasmas de Buck Canel de la Cabalgata Argentina Gillette, tampoco el barcito de Jack Dempsey.
_ ¿Te acordas de cuantos Bloody Mary nos bajábamos con las gringas de Nebraska?
_ ¿Te acordás?
_Sí, Walter; lo recuerdo cómo si hubiera sido ayer.
Volvió a sonar el campanazo y los vagones empezaron a sacudirse. Se tomaron las manos y él comenzó a caminar junto al tren que ya se movía.
_No te olvides de escribirme, ah... y enviame todos esos cuentos nuevos que hiciste así de paso te reviso las traducciones.
_Mira que ando corto de guita, así que de comprar libros, ni hablar. Otra cosa, gracias por el préstamo, eso me ayudará mucho de entrada.
El andén se estremeció y el convoy comenzó a moverse, con un fuerte tirón hacia adelante. Walter sacó un pañuelo y se restregó los ojos
_Chau Juanchi, nos vemos en la gran manzana, saludos a la gilada republicana.
La formación fue separando la pausa del adiós y ambos quedaron con las manos en alto, hasta que una curva de la vía los hizo perderse de vista. Juan regresó al banco del andén, tomó las cosas, cruzó el enorme galpón y buscó el depósito de equipajes. Dejó las valijas de su amigo por dos meses como su amigo le pidió. Guardó el recibo en el bolsillo de su pantalón que luego enviaría a Rosario por correo junto a una postal de la Estatua de la Libertad para la sobrinita y desembocó nuevamente en la Plaza Británica.
El reloj marcaba las dos y diez de la tarde. Su amigo ya se había ido. Hasta hace pocas horas caminaban juntos con el equipaje a cuestas por la Costanera Sur. Ambos querían despedirse de Las Nereidas de Lola Mora, del monumento a Viale que ya no tendría más el río y el horizonte lejano frente a su mirada. También se despidieron de los fantasmas de los viejos varietés, y hasta jugaron a que el Tano Genaro, Popof, Risita, Anita Almada, Hilda Dehil, Nené Cao, José Marrone y tantos otros iban caminando con ellos. Era el lugar preferido al que los llevaban sus padres los viernes ó sábados por la noche; allí cenaban, y después la obligada “pasadita” por el parque de diversiones. Él amaba ese lugar que con los años había perdido su esplendor. Añoraba su otrora balneario, la rambla, la alameda, las escalinatas que se hundían en el río, el hermoso espigón y los numerosos restaurantes y confiterías donde el viejo de Juan conoció a su madre. De pronto le cayeron encima miles de recuerdos. El viejo de Juan, era todo un personaje de Buenos Aires. Sus amigos lo apodaban el Chino, con él era imposible transitar la calle Corrientes sin que lo detuvieran a cada instante. En cada esquina, frente a cada bar y en todas las cuadras había un saludo, un abrazo, un beso. Mujeres, hombres, niños, todos los conocían. Él lo había iniciado en la dulce costumbre de leer y de amar la literatura. Su madre fue quién marcó sus primeras lecturas, y por sus manos pasaron Salgari, Julio Verne, Edmundo D´ Amicis, Saint Exupery ó innumerables libros de historia, geografía y dramas de Tolstoi ó Gorki. El Chino anhelaba que su hijo fuera ingeniero civil, pero él amaba las letras, el pensamiento racional, las ideas políticas, la razón existencial de un ser humano. Su viejo era Jefe de Redacción del Diario Crítica en la época de los Botana, curiosamente militaba en el radicalismo Yrigoyenista, nada que ver con la línea editorial para el periódico que trabajaba. De Evita ni hablar, él la llamaba "La Perona", así que eso lo hizo testigo de innumerables peleas con propios y ajenos. No había fiesta de Navidad ni Año Nuevo en que no surgieran discusiones. Nunca la familia llegaba a las doce para festejar la Navidad ó recibir un nuevo año, siempre había discusiones. Todos terminaban dando un portazo. Allí quedaban como testigos mudos de tales desencuentros una mesa tendida llena de pan dulce, garrapiñadas, turrones, almendras y champaña que nadie llegaba a consumir. Su madre también participaba activamente de estas discusiones, unas veces a favor del viejo, otras haciéndose cómplice de algún familiar. La cosa es que los desencuentros eran habituales en esas fechas y Juan quedaba sólo junto a su hermana Puchi tratando de deglutir forzosamente todas esas cosas que tan puntillosamente habían sido expuestas sobre un blanco mantel para lo cual era menester que imperase una armonía familiar que siempre brillaba por su ausencia. A veces pensaba que era un afortunado por tenerlos de padres, eran como de otro planeta, llenos de historias maravillosas, de viajes y aventuras, de amistades relevantes en ese Buenos Aires tan especial. Pero cada vez que se separaban, a él y a su hermana Puchi les asaltaban los deseos de abandonar ese hogar y buscar refugio en la serenidad de la casa de la abuela Lita; cosa que hicieron infinidad de veces. Entre tantos recuerdos y colmado de nostalgia se sintió sólo, conmovido, con el hueco de su gesto amanecido y en silencio pidió auxilio. Sin más remedio rumbeó para el muelle, no era el modo más aceptable para emigrar a la tierra de los yanquis, ni siquiera había un amigo para despedirlo junto al muelle; el último, Walter; ya estaba arriba del tren. Mario andaba en giras, así que recalaba poco en Buenos Aires. Y Luisito se tuvo que rajar a España por las declaraciones que había publicado en el boletín universitario. Sólo nosotros sabíamos donde estaba y ese era nuestro secreto. Juan se iba aproximando al muelle y desde la distancia ya se distinguía la imponente presencia del Arlanza. Que lindo hubiera sido abordarlo como años antes, cuando eran tan jóvenes; con Mario, Walter y Luisito. Seguramente ya habría otras oportunidades. Mientras se acercaba al muelle, pensativo, se detuvo un instante, se recompuso; sonrió y tomó conciencia que no había motivos para tanta melancolía. Después de todo aún la vida les sonreía y se conformó. Desconocían que vendrían años difíciles para la Argentina. Hasta ese momento ignoraban la parte triste de la historia.

ARIGATTO WALTER
GRACIAS WALTER

Querido Walter:
Gracias por la buena noticia. ¡Qué buena carta, viejo! Te juro que me emocionaste. ¡Qué suerte que encontraste un buen laburo! Ahora podrás ir buscando un departamentito por un tiempo. A mí siempre me gustó Rosario y sobre todo por las borregas, quiero pensar que ya te habrás enganchado alguna, aunque en tu última carta no me contás nada. Me alegro mucho por lo del trabajo, y te cuento que en el National Visa Center aprobaron tu formulario. Habrá que pagar el affidávit, así que por ahí en más ó menos un año ya podrás estar por aquí. La verdad es que no sé si motivarte ó recomendarte que te quedes allí. Aquí se extraña mucho ¿sabes?-Los gringos sólo hablan de guita, del auto, del "mortgage" que son las hipotecas y de todo lo que tenga que ver con preservar su American Way of Life. El consumo es la reina de todo; y salvo raras excepciones en ámbitos universitarios, el común de la gente sólo conoce su geografía y tampoco tiene bien claro que diferencia hay entre un republicano y un demócrata. Aunque en realidad, a los argentinos también nos pasa lo mismo. Pero por lo menos allí, café por medio se puede mantener una conversación inteligente, aquí todos los comportamientos son colectivos y las decisiones también. No hay individualidades. Y de de amistad, nada. Absolutamente nada. No tenés con quién compartir una simple Coca, un café, discutir ideas, charlar de libros y menos aún hablar de fútbol, no les interesa. Ni de eso, ni de ninguna otra cosa. Sólo el último auto, el diseño de una casa, un aparato de sonido, un teléfono inalámbrico, etc., etc. No hay conversación que no gire alrededor de la bolsa, las inversiones ó el dinero; ése maldito dinero. Por estas tierras la frase Money Makes de World Goes Round es la que tiene más vigencia. Si uno es muy pragmático y desinteresado por lo que le pasa al otro, en general se está bien, sin sobresaltos. En fin, se progresa y estás tranquilo con el cobro semanal, pero cuando llega la noche, la angustia es insoportable. Será por eso que dedico todo mi tiempo libre a escribir y seguir escribiendo. No sabes como está de modernizada la biblioteca de la 42th. ¿La recordás? Ahora hay un nuevo sistema todo computarizado y por monedas podes sacar copias de las cosas más inverosímiles. Ayer encontré los manuscritos adjudicados al Apóstol Tomás, ese que le llama el Quinto Evangelio y me hice un librito coqueto junto a otra bibliografía de los rollos del Mar Muerto; los que encontraron en Qumram. Toda esa documentación me está inspirando y creo que me voy a largar a escribir una novela de ficción bien yanqui tipo Hollywood, con mucho misterio, acción, intrigas, sexo y viajes. Es para entretenerme y además porque mi hermano tiene un contacto con una productora cinematográfica y buena, todo es cuestión de probar. El problema posterior será armar un guión, pero no me quiero adelantar. Tengo todo en la cabeza, con datos y el hilo de la historia. Después te la voy pasando así me ayudas. Días pasados y después de ver un documental español tuve imágenes que me acompañaron toda la semana. A la noche soñé con molinos de viento y no sé por qué se me ocurrió escribir una pequeña historia sobre mis héroes. Para que veas que me preocupo por tu sanidad intelectual y no tengas que comprar libros, te la transcribo a continuación. La bauticé Héroes en el Paraíso, espero que te guste. En otra carta te cuento las novedades de Mario y Luisito; a quienes todo por ahora les va bien. Bueno viejo, un gran abrazo y hasta la victoria siempre (ja…ja…ja…te imaginas sí me agarra Ros Perot, la CIA, el FBI ó cualquier gil de esos usando una frase de la Sierra Maestra. Ja... ja... ja.). Y bueno, si uno odia a los caníbales, lo que menos debe hacer es empezar por comerse a un caníbal ¿no? Ahora sí, me despido, otro abrazo, mucha suerte y a continuación va el cuento. Chau .Juan

HÉROES EN EL PARAÍSO

Don Quijote caminaba aletargado por Morón de la Frontera, era el día de descanso de Sancho quién aprovechó el permiso de su amo desde su lecho de enfermo para visitar amigos en el poblado de Dos Hermanas; por lo tanto el caballero de la triste figura se sentía sólo, ya que la ausencia de su fiel compañero era ahora justipreciada en su verdadero valor. Recompuesto de su mal y para compensar esa presencia permanente, pero por el momento ausente de Sancho; Don Quijote requería de una aventura. Algo debía sucederle para no caer en la depresión. Justamente por esos barrios bajos por los que rumbeaba no había ni molinos para pelearlos, ni bellas doncellas que le hicieran recordar a su Dulcinea.-Tenía dos días en soledad hasta encontrarse nuevamente con Sancho y dirigirse juntos hacia Sevilla, lugar donde destacados nobles lo habían contratado para que los asesorara sobre las exquisitas técnicas de la caballería en las que Don Quijote era un reconocido experto.-En la mitad del trayecto hacia El Arahal una densa y espesa bruma cayó sobre el lugar, y ante tan malas perspectivas climáticas, Don Quijote se apeó de su rocín y apoyó su prolongada espalda sobre la falda de un centenario roble, y entre truenos y centellas que le sirvieron de canción de cuna, cobijado bajo el frondoso follaje entró en un profundo sopor y quedase dormido como un niño en el regazo de su madre.-Instantes después se acercó a su lugar de descanso un hombre con extraña indumentaria, portaba en su cabeza una boina negra reclinada a la derecha, casi tapando la oreja de ese lado, pero lo que más llamó la atención del hidalgo es que el forastero llevaba un singular objeto cilíndrico en su boca, aromático, largo, de color marrón y del cual salía humo constantemente por su extremo.-Sus ropas parecían haber sido hechas con las hojas del bosque, ya que sus faldones y la blusa se confundían con el fondo del entorno. Cuando sus ojos se enfrentaron, el hombre de la extraña indumentaria le expresó.
-Buenos días señor, me permite que le diga unas palabras.
-Está autorizado le dijo el hidalgo.
-Sabe Usted que una vez, cuando escribí una carta a mi madre le dije textualmente... “Siento la necesidad de montar de nuevo en mi rocín como Don Quijote”. -
-Y justamente su corcel me recuerda al de ese gentil y destacado defensor de las causas justas.-
Dicho esto, se acercó al caballo y le acarició el lomo. Éste torció su cabeza y le lamió los dedos de su otra mano que estaba cerca del hocico.-El Caballero de la Triste Figura no podía salir de su confusión, sus ojos parpadeaban y se puso sumamente inquieto. Lo desconcertaba la actitud de su rocín que hostil hacia todos, había lamido las manos de ese extraño personaje.-Pasados unos momentos, en que el hombre prosiguió pasando su mano sobre el lomo del rocín; Don Quijote esforzadamente se irguió y con una mezcla de temor y grito ahogado exclamó
-No sé quién es usted, pero desde el momento que mi fiel Rocinante lo acepta y halaga con sus respuestas equinas; seguramente usted es una persona de conductas respetables. Lo que no entiendo es su relato, lo de la carta a su madre, los dichos sobre mi rocín
.- ¿Acaso usted es un hombre loco ó lo ha enviado el enemigo que vive acosándome con amenazas?
-Perdóneme caballero, usted tiene sus razones.
Le dijo el hombre vestido con los colores de la pradera.
-Ante todo me disculpo por dirigirle la palabra sin haberme presentado.
-Soy un hombre nacido en un país de la América del Sur, y después de haberme caído de mi caballo en la selva boliviana en medio de una batalla, perdí el conocimiento. Al recuperarlo empecé a transitar estos senderos y me topé con su hermoso caballo, luego lo divisé a usted.
-Me llamo Ernesto Guevara, aunque la mayoría de mis amigos me dicen el “Che”. -Le doy mis disculpas por tan poca caballerosidad pero de golpe y sin entenderlo me siento hablando en un idioma extraño y hasta encuentro sus ropas parecidas a mi héroe literario “El Quijote de la Mancha”y hasta su cabalgadura se parece a Rocinante, incluso lleva su mismo nombre.-.
-“Rayos y Centellas” dijo el hidalgo con furia.
-No se ande con verónicas que no está en el ruedo, y le adelanto que si no me sintiera cansado y enfermo ya estaríamos sosteniendo un duelo.
-No conozco esa parte del mundo y ni siquiera sé si existe, ¿acaso se está burlando de mí?-
Ambos volvieron a cruzarse las miradas y se notó que ambos estaban desorientados. El hidalgo lo espetó y a los gritos comenzó a decirle.
-“Yo soy........
En ese preciso instante acercase a ellos un hombrecillo con túnica blanca, cabeza rapada, pequeños anteojos montados sobre su nariz, la piel de canela y una aureola brillante que lo antecedía.
-Deténgase caballeros, sean pacíficos y solucionen sus problemas en paz.
-Bendito sea Dios, vociferó Don Quijote. Ahora se aparece otro loco, prepararé mi adarga para luchar contra vosotros.
-Yo me he enfrentado a gigantes, por lo cual no les temo ni un ápice.
-Tranquilícese señor.
-Dicho esto el hombrecillo giró su cabeza y pacientemente en voz baja le dijo al forastero de ropas extrañas.
-Yo no sé quién es usted, pero a su vez sabe quién es él; mejor dicho, creo que ambos sabemos quién es.
Señalando al delgado y destartalado caballero que se había nuevamente recostado contra el árbol.
-Yo puedo ayudar, ya que estuve escuchando vuestra conversación antes de acercarme a vosotros.-
-En principio, a usted caballero de la boina negra, le escuché decir que el rocín le recordaba a la cabalgadura de Don Quijote. Porque no le dice a este delgado señor, cómo se quería llamar en su lecho de muerte, ya que yo también conozco su historia.
El Che rápidamente respondió.
-Don Alonso Quijano el Bueno.-Dicho esto, Don Quijote se sobresaltó, golpeó su espada, se llevó por delante su adarga, y desarmó toda su armadura al incorporarse atropelladamente.
-Dios me valga,¿en qué lugar estoy ?¿Quiénes me acompañan?
-Sólo mi escribano puede conocer mi nombre de moribundo.-
Transcurrido un instante de desconcierto el “Che”miró a los ojos al hombrecillo de túnica blanca y sofocado le expresó.
-A usted también lo conozco, acaso no es Mohandas Karamchand Gandhi, conocido como el Mahatma.-Que extraña situación se ha planteado; ¿dónde estaremos? ó peor aún, ¿quién nos habrá metido en esto?.-¿No será un operativo de la CIA, ¿habrán utilizado una maquina del tiempo? Podría entenderlo en lo que a mí respecta, pero usted Mahatma fue asesinado en 1948, y el hidalgo señor es sólo parte de una famosa novela de caballería y........
Sobresaltado levantase nuevamente Don Quijote de su reclinado árbol y enfurecido lo interrumpió exclamando.
-Cómo que sólo soy parte de una novela, respondedme rápido o aquí comenzará una escaramuza.-Empuñó su espada y la revoleó sobre la cabeza del hombre vestido de pradera.-El acero atravesó el aire, pasó limpiamente sobre el cuello del “Che”y siguió de largo con tanto ímpetu, que Don Quijote fue a parar junto al árbol y su espada voló hacia el cielo.- Allí, en ese preciso instante se disipó la bruma, apareció un sol radiante y unas aureolas brillantes se depositaron sobre las cabezas de cada uno de ellos. Gandhi, pausadamente expresó en voz baja.
-Ignoramos dónde estamos. Este encuentro no es casual y además es intemporal, diría que empezamos a transitar otra vida. Posiblemente estemos en el paraíso.-
Volcó su mirada hacia el “Che”y le expresó.
-Usted sabe cosas de mí, y ambos conocemos las hazañas del caballero Don Quijote de la Mancha. Esta situación es formidable ya que somos de tiempos distintos, ¿por qué no aprovechamos este momento, antes que todo se desvanezca ó se transforme simplemente en un sueño? Y empezamos a contarnos nuestras historias. Tal vez no tengamos otra oportunidad.
Don Quijote a los gritos exclamó:
-Ustedes están locos, yo no los conozco, sin embargo el nombre de mi lecho de enfermo lo conocéis a la perfección, me hacéis dudar y quiero más pruebas ¡qué es esto del paraíso!.
Gandhi y el Che cruzaron sus miradas como para ponerse de acuerdo sobre quién tomaría la palabra, y el Che comenzó su relato.
-Déjeme hacer memoria mi estimado caballero, ya que si mal no recuerdo, cuando usted estaba en su lecho de enfermo afirmó.-“vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño, no hay pájaros hogaños. Yo fui loco, y ya soy cuerdo; fui Don Quijote de la Mancha, y ahora soy, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno. Pueda con vuesas mercedes mi arrepentimiento y mi verdad volverme a la estimación que de mí se tenía y prosiga adelante el señor escribano"
-El Che lo miró profundamente a los ojos y le dijo
-¿ No son correctas estas afirmaciones ?.
-Sí señores, son correctas y estoy desconcertado.
Don Quijote empezó a desplomarse, Gandhi se acercó a él y suavemente apoyó una mano sobre la escasa y blanca cabellera del viejo hidalgo y con la otra tomó una de él y le dijo:
-No deseo apesadumbrarlo, pero le contaré algo más sobre usted, valiente y admirado paladín de la humanidad, que usted supuesto desconoce.
-Yace aquí el hidalgo fuerte, qué a tanto extremo llegó. De valiente, que se advierte, que la muerte no triunfó. De su vida con su muerte.-Tuvo a todo el mundo en poco. Fue el espantajo y el coco. Del mundo en tal coyuntura, que acreditó su ventura, morir cuerdo y vivir loco.-
-Mi querido caballero y señor; éstas son las palabras que Don Miguel de Cervantes Saavedra, vuestro creador, impuso como epitafio para vuestra sepultura.
Gandhi se incorporó dejando al caballero totalmente abrumado y sin palabras. Entonces preguntó al Che.
-¿ Dime barbado, cómo conoces mi nombre y que es lo que sabes de mí?.-Yo no tengo la menor idea de quién eres tu.
Tembloroso y triste, el Che comenzó a desgranar palabras y con lágrimas en los ojos le respondió.-
-Usted fue un líder espiritual de la India, uno de los mejores hombres que habitó la humanidad y aunque soy ateo creo que allí estuvo la mano de Dios.-Cuando yo era joven y estudiaba medicina en la ciudad de Buenos Aires, usted fue asesinado por un extremista. Un compatriota suyo llamado Vinayak Natura Godse.-El hecho sucedió en 1948,y con todo el alumnado de mi facultad, salimos a la calle con carteles y pancartas, y recorrimos las calles esa ciudad entonando cánticos y plegarias en su memoria. Y aunque muchos renegábamos de Dios, todos los jóvenes de entonces y sin excepción nos sentimos muy mal.-Usted fue un mártir más del colonialismo, el neocolonialismo y los imperialismos de entonces que no aceptaban los movimientos liberadores de los pueblos. Nadie entendió su mensaje, menos aún su campaña de resistencia civil no violenta contra el régimen británico. Eso fue lo que más los desconcertó. Usted combatió eficazmente la discriminación y la no violencia.-Por supuesto todo lo contrario a mi actitud, ya que yo soy un revolucionario porque en nuestra época la palabra y los principios han dejado de tener valor. Cuando los pueblos luchan por su liberación, eso no es violencia; eso se llama justicia. Don Quijote secaba sus lágrimas contra el viejo árbol, y Gandhi se había tornado radiante y alegre. Sólo atinó a preguntarle al Che.
-¿Cuéntame amigo, cómo está hoy mi querida India?-El Che le respondió.
-Fuerte, poderosa, pero aún muy pobre, independiente y contaminada por las costumbres occidentales, hasta tiene bomba atómica.
A Gandhi el semblante se le tornó taciturno y fue a recostarse junto al Hidalgo Caballero.-Se produjo un extenso silencio. Los tres se sentían compungidos y abatidos.-De pronto Don Quijote preguntó al Che con voz entrecortada.
-Hombre de la Pradera, sabes mucho de nosotros, pareces el más joven. Cuéntanos algo de ti y de tu tiempo.-El Che separó el habano de sus labios y expresó.-
-Creo que las cosas no han mejorado mucho respecto al tiempo de mi admirado Mahatma; precisamente hoy nueve de Octubre de 1967 nos enteramos que hay 1800 hombres buscando a mi grupo. Nosotros luchamos contra la pobreza y la desigualdad social. Eso es lo que sucede entre los campesinos y los mineros bolivianos, aunque en realidad eso pasa en todos los pueblos de la América Latina, qué se sienten oprimidos por regímenes militares ó grupos de interés supranacionales. Somos parte de los pobres y vilipendiados pueblos de América. De todos modos, nosotros tuvimos dificultades en Bolivia, primero con el idioma de los indígenas; luego porque la gente del monte nunca escucho hablar de revolución y no entendía por qué luchábamos. Además el gobierno ya había implantado una reforma agraria que estaba entre nuestros objetivos más significativos, pero para nosotros era una meta concreta y real. No un golpe propagandístico, con alcances exclusivamente demagógicos. Entregar la tierra al hombre que la trabaja directamente y no para el usufructo de grandes terratenientes ó latifundistas. Pero fuimos mal asesorados, algo similar me pasó en el Congo.-Soy médico, trabajé ocasionalmente en leprosarios y en todo otro lugar donde hiciese falta ayuda, luego conocí a Fidel y me uní a su revolución. En ese entonces , La Habana era un paraíso de corrupción e indecencia y eso había que cambiarlo, sobre todo darle a la gente la posibilidad de acceder a la educación, para cambiar el modo de pensar de las futuras generaciones; brindarle armas intelectuales para que supieran defenderse en su devenir. La realidad en Cuba con Fulgencio Batista era una cosa totalmente distinta a la boliviana, ya que allí hasta el partido comunista nos negó su apoyo. En lo personal nunca quise adherirme al capitalismo, a los países imperialistas ó a los colonialismos que usted tan bien conoció. Tampoco me convenció el comunismo ortodoxo, porqué finalmente también tiene intenciones expansionistas y despóticas, los pueblos siguen siendo ignorados. Nuestro lugar está con el pueblo y por él sigo luchando, bajo cualquier bandera que defienda sus intereses, ésta es mi convicción desde lo más profundo del corazón, no hay segundas intenciones. Hay que darles a los pueblos dignidad, educación y salud; esta debería ser una regla permanente de una humanidad solidaria.
Ser solidario es la razón de ser de la raza humana; pero el consumismo trastocó todos los valores.
Gandhi se acercó al Che y posó ambas manos sobre su cabeza, y con una intensa calidez y palabras sencillas le dijo.
-Mi querido barbado, tus palabras son sabias y generosas, pero con certeza hoy fuiste traicionado como Cristo y también has sido muerto. Por ello estás con nosotros en este lugar, qué seguramente es El Paraíso.
El Che quedó pensativo unos instantes y de pronto su rostro se iluminó.
.-Querido maestro, me ha hecho reflexionar. Mejor así, ya que nosotros no podríamos vivir en una sociedad burguesa, pero tampoco en una socialista; ninguna nos serviría de hogar. Con nuestro pensar, sólo podemos subsistir, en todo caso en la ciudad de Dios, donde habría amor y consideración, donde no habría traiciones ni corrupción. Sólo sobreviviríamos en un lugar donde impere la solidaridad y donde no existan los golpes bajos.
Mahatma apoyó cálidamente un brazo sobre la espalda del Che y le dijo:
- Creo que sería un buen momento para tomar una taza de té de Ceilán, ya que allí cerca de Don Quijote veo unos utensilios humeantes que aparecieron como por arte de magia. ¿Están de acuerdo?-El Che le respondió:-No sería mala idea aunque a mí en realidad me gustaría “chupar unos mates”...pero bue...Que se le va hacer. Don Quijote ya repuesto y sonriente los espetó radiante.-Por fin podré descansar y en buena compañía. -Acérquense caballeros os invito, para eso estamos en El Paraíso. Rocinante se elevó sobre sus patas traseras, revoleó su cola, relinchó una y otra vez, los rodeo varias veces y comenzó a trotar hasta un valle cercano entre el cielo y la tierra.-

P.D. Bueno Walter, este es mi humilde cuentito, espero te haya gustado. Por favor envía una copia a tus viejos y escribí pronto. Siempre necesito noticias de ustedes. Un gran abrazo. Juan
EQUIPAJE
NIMOTSU

Andrés, el Chino, y el tío Bautista; habían logrado establecer desde hacía años una excelente amistad. Se conocieron por los chicos que estaban juntos desde la primaria en él La Salle de Río Bamba y Tucumán.
Vivían añorando sus experiencias pasadas a ritmo tanguero. El tío Bautista tiempo después tuvo que mudarse al pueblo, para estar más cerca de esos dos ancianos que eran sus padres transitando el final del calendario. La madre que estaba en los noventa y cuatro años y el viejo en los noventa y ocho, tenían problemas de salud demasiado evidentes. Ambos estaban postrados en sillas de ruedas. No tenían otros familiares, y Bautista debería hacerse cargo de la situación. De todos modos, cada fin de semana, retornaba a Buenos Aires para experimentar el placer de encontrarse con sus amigos el Chino y Andrés. A veces hacían de niñeros y salían con todos los chicos a Palermo, al Tigre ó la mayoría de las veces al Parque Japonés.
Mario, Luisito, Walter y Juan, adoraban esos paseos. Las noches eran de los adultos, disfrutaban de la intimidad de la madurez y en cada mesa de bar comenzaban sus dilatadas charlas evocando recuerdos interminables.
El tema central de sus charlas era sobre Buenos Aires y de los años en que aún los chicos empezaban la primaria. Con sus pensamientos y sus relatos siempre se remontaban lejos, bien lejos- “ long ago and farewell ”- A veces Andrés empezaba por Nueva York y los primeros calzoncillos cortos que trajo cuando fue tripulante del Rivadavia.-Otras veces se internaban en episodios transcurridos en la ciudad; con dilatadas sobremesas que los apasionaban.-El Chino empezaba sus relatos y podía durar toda la noche.“Allá por los 20' los pobladores de Buenos Aires estaban habituados a leer las noticias en los diarios con formatos sábanas (así llamados) de 93 x 62 cm. Los más característicos estaban representados por La Capital (Rosario) y La Prensa y La Nación de Buenos Aires; el mayor referente era Crítica 5a.y 6a. con un tiraje de 300.000 ejemplares, todo un hito para el momento, mucha avidez de lectores y bastante menos publicidad. Un poco después irrumpió el "tabloid"de 42 x 30 cms.y Clarín era el líder. Para enterarse de las noticias había que oblar entre 20 y 30 cts. Proliferaba la "lectura de ojito” en el tranvía ó el trolebús que circulando por Callao apuntaba sus antenas paralelas hasta llegar a los sinuosos cables que recorrían las serpenteadas calles porteñas. Era la época en que en los diarios existían grandes ilustradores, qué por supuesto con sus exquisitos dibujos adornaban las notas teñidas de sangre con grandes rasgos de sensacionalismo. Leer el diario era entrar a un mundo fascinante, ya que al ingresar en sus páginas uno se encontraba con "noteros" de la talla de Roberto Arlt, Nicolás Olivari, González Tuñón ó Germán González, éste último el especialista en policiales de la época. Para las elites porteñas las preferencias periodísticas se dividían entre La Nación de los Mitre y La Prensa de los Gainza Paz; eran diarios de jaquet y galera. Imposible olvidar la biblioteca y los consultorios médicos de éste último, abiertos para todo el mundo en el legendario edificio de la Av.de Mayo, que todos los años hacía sonar sus sirenas para el Año Nuevo ó algún otro acontecimiento menos feliz. Luego la cosa empezó a cambiar, allá por el 51' entre todos los presentes (El Mundo, Noticias Graficas, Democracia, Clarín, La Razón, etc.) cuando entró a codazos una caja que se enchufaba y nos hacía llegar imagen y sonido simultáneo hasta nuestros propios hogares. La señal se generaba detrás del Alvear Palace Hotel en la vieja Radio Belgrano y cuya emisión rebotaba desde la torre del antiguo Ministerio de Obras Públicas, a ese quién alguna vez le quisieron poner un hermano mellizo, en realidad un edificio mal estacionado sobre la 9 de Julio, ¿se imaginan lo que hubieran sido dos?.-La señal nos llegaba por aire y se metía en casa por la antenita, que se mudo a la azotea. Todos los instaladores eran "técnicos muy reconocidos porque estaban inmersos en las nuevas tecnologías de entonces. Ellos eran los expertos que nos aconsejaban como "luchar” con el control horizontal y con el vertical, él desenganche, brillo, contraste y otros términos no muy conocidos por entonces.-Una hermosa Confitería que aún hoy existe, fue el mayor testigo del boom. La llamada Premier en Paraná y Corrientes; fue la primera en instalar aparatos de TV y la gente hacia cola para tomar un café, té ó un Gancia con Fernet, simplemente para poder acceder a ese puñado privilegiado de "televidentes", una palabrita que todavía no se había adentrado en el lenguaje porteño. En horas pico de audiencia, la gente se enfervorizaba por ver a Broderick Crawford y su famosa Patrulla de Caminos, Mike Hammer, el pintoresco detective que nos mostraba una Nueva York donde aún se hacían las peleas en el viejo Madison Square Garden de la 8ª. y 34. -Las señoras mas acomodadas que contaban con un televisor en su hogar; compartían con sus amigas el programa más visto por la audiencia femenina: Buenas Tardes Mucho Gusto, y se iban acostumbrando a las caras de las entonces "estrellas de la televisión": entre ellos Guillermo Brizuela Méndez, Ernesto Lerchundi , Nelly Prince , Lidia Satragno Pinki , Juan José Piñeiro, Hector Coire, Colomba y muchos otros hoy ya olvidados. Era otra Buenos Aires. La radio tenia muchos oyentes que fielmente se unían a determinadas horas para escuchar distintos programas. Los más intelectuales eran adictos a las obras de teatro de Las Dos Carátulas que junto con la transmisión de operas desde el Colón, casi llenaban todas las expectativas de ese público. Por Belgrano, Splendid ó Radio El Mundo los más chiquitos gozaban de las Aventuras de Tarzán “El Rey de la Selva” (Cesar Llanos, Mabel Lando y Oscar Rovito) y Poncho Negro Los mayores sonreían con Craneoteca de los Genios y el gran éxito de ese momento: Los Cinco Grandes del Buen Humor.-Los tangueros tenían "su catedral radiofónica" en el Glostora Tango Club que era el furor del eter. Por la mañana había que soportar tiernamente a Carlitos Ginés con su " levántese Contento " y toda su parafernalia de golpes y pitos y platillos para hacernos salir de la cama.-Los cines eran un capítulo aparte, ya que Lavalle era imponente arrancando con el Luxor cerca de Florida y a partir de allí uno detrás de otro hasta llegar a Carlos Pellegrini. Como olvidar el Electric, Monumental, Paramount, Select Lavalle; que sumados a los de Corrientes y calles adyacentes (Opera, Gran Rex, Metropolitan, Mundial, Plaza, Nacional, Maipo, Ideal, Normandie, Ideal, Politeama, Broadway, Libertador, Los Ángeles, Cinelandia, etc.) transformaban a Corrientes en “la calle que nunca duerme" .Ella y sus adyacencias eran un espectáculo permanente. Cómo olvidarnos del Gaumont en Congreso y de la gran fiesta que se hizo al inaugurarse el Metro,en ese entonces la sala más grande y moderna de toda la América Latina, aunque el Opera seguía siendo la maravilla con su cielorraso tapizado de estrellas, que a veces era más bello observarlo a él, que a la película que estaban pasando.-Era la época de esplendor del teatro de Revistas en El Maipo y El Nacional , los porteños se deleitaban con Egle Martin , Gloria Montes , Nene Cao , Hilda Dehil , Maruja Montes , May Avril, Dorita Burgos, bajo el indiscutido brillo de la diva mayor: Nelida Roca.-Era época de pininos para Moria Casan, Ethel y Gogó Rojo,Carmen Barbieri y tantas otras, pero siempre bien acompañadas por los genios de Adolfo Stray, Pepe Arias, Verdaguer, Dringue Farias, Don Pelele y Alfredo Barbieri. Tomar un vermouth era recorrer el bar Suarez, Pichin , El Imparcial ó el Ramos de Montevideo, muy cerquita de los vermichellis de Pipo, los bifes de Pipón o las Papas Soufflé del Palacio de las Papas Fritas.-Era muy distinguido jugar al bowling en la Richmond de Suipacha ó tomar un scotch en la Richmond de Florida, mucho más elegante aún era correrse hasta Queen Bess en la calle Santa Fe ó también la barra inglesa en el subsuelo del Plaza Hotel.-Todo el centro era un espectáculo con el Tibidabo , Tabaris , El Tronio , Trocadero , Maipu Pigall , La Cigalle , Goyescas ó el Chantecler con el viejo teatro Comedia a su lado. Pero en esta historia tanguera había un centro indiscutido, el Marabú, dónde D'arienzo con su dos por cuatro enseñaba todo lo que sabía como buen rey del compás.
MADENO KATAMICHI KIPPU
UN PASAJE SENCILLO A.....

El tren salía a las ocho o tal vez a las ocho y media. Sólo con diez minutos de antelación enganchaban la locomotora pero de cualquier forma el tío se ponía nervioso una hora antes. Todos los del pueblo eran así. Apenas llegaban a la capital, ya estaban pensando en regresar. Su padre había hecho lo mismo y pese a que había vivido muchos años en los barrios de Belgrano y Palermo en las épocas del Presidente Avellaneda, ésta actitud se reiteraba siempre que visitaban la ciudad. El tío Bautista tenía olvidado su oficio de ebanista, todo un artesano que con cinceles y gubias hacía maravillas sobre cualquier trozo de madera que tenía delante. Ahora la mitad del tiempo sólo pensaba en las gallinas, o en el perro, que había dejado al cuidado del vecino. Para él, después de tanto tiempo, Buenos Aires se reducía al Obelisco, la Avenida de Mayo y curiosamente el monumento a Garibaldi, en Plaza Italia, porque la primera vez que vino con la vieja, se extravió y fueron a parar a allí. Se sacaron una instantánea con el Zoológico de fondo y el fotógrafo los puso en un tranvía que los llevó hasta Belgrano, lugar donde ayudaría a su padre para reparar una casona que tiempo después sería la Casa de Gobierno.
Ahora Mario iba a su encuentro. El tío le había enviado una carta y quería verlo antes que él se fuera a Nueva York para encontrarse con Juan y Walter que ya se habían establecido.
Mientras cruzaba la Plaza Británica, que era uno de los lugares preferidos cuando se hacían la rata al cole; siempre tenía presente aquella torre que de alguna manera presidía su vida, vista o entrevista a cualquier hora del día en que recorría las baldosas de Buenos Aires. Entonces retornaba la melancolía, esa vieja tristeza que le nacía de adentro cuando recordaba que sus viejos ya no estaban. La torre siempre allí como el primer día, como fiel testigo de su juventud porteña.
¿Que misterio significaba para nosotros la Torre de los Ingleses?
Una vez, nos contaron que allá arriba hay una campana de siete toneladas a la que acompañan otras cuatro más chicas coordinadas con el reloj de cuatro cuadrantes hechos de opalina.
Mario, ingresó al amplio hall de la estación y vio al tío en un rincón lateral, encogido dentro del sobretodo y un montón de paquetes sobre las rodillas, seguramente manoseando el boleto de segunda dentro del bolsillo para asegurarse de que todavía seguía allí.-Hacía un par de años que Mario no veía al tío pero estaba seguro de encontrarlo igual. La misma cara blanca, esponjosa salpicada de barritos y pelos; con aquellos ojos deslumbrados que se empequeñecían cuando miraba algo fijo, el moñito a lunares marchito y grasiento, el mismo sobretodo negro con el cuello de terciopelo, el chambergo alto y aludo que se calzaba con las dos manos y el par de botines con elásticos; parecía un hombre de la generación del ochenta. La estación Pacífico se había empequeñecido con los años. Al menos, eso parecía. En realidad era un mísero galpón con un par de andenes mal iluminados. Sin embargo, en otros tiempos, todo aquello se veía coloreado por una luz misteriosa. La propia gente estaba impregnada de esa luz. El lugar era humilde, espléndido, leve y gentil, como si no fuera a cambiar ni a morir nunca y cada momento del día la estación lucía como un circo. Pero la gente había cambiado, su semblante denotaba tristeza, preocupación, ansiedad y de cualquier forma esto también se había mimetizado en la vieja estación Pacífico que lucía ahora como lo que era, un mísero galpón de chapas llena de ruidos y olor a frito. Vio al tío en un banco lateral bajo el cartel del horario de trenes. Parecía pequeño e insignificante. Tenía las manos metidas en los bolsillos, las piernas bien juntas, un paraguas sobre las rodillas y la mirada perdida en el aire.
Miraba en su dirección pero no lo veía. No veía nada. Reaccionó cuando lo tuvo delante.
-¡Mario! Sobrino querido.
Se abrazaron y se besaron, de acuerdo a la vieja costumbre. Mario dejó que el tío lo palmeara un buen rato. Tenía ese olor familiar, un olor masculino que evocaba a aquellos hombres reservados de su infancia que le sonreían con breve indulgencia, como el tío Ernesto, grande como un ropero y delante del cual tragaba saliva invariablemente, o el gran tío Agustín, la única vez que lo vio fue cuando vino de Bragado en aquel Ford A con cadenas que echaba una nube de vapor por el gollete del radiador, o al propio tío Bautista cuando era el mismo por entero y no apenas esta sombra. Se apartaron y el tío pregunto sin soltarle los brazos:
-¿Cómo va? –
-Bien, bien.- Se miraron y sonrieron un rato y después se volvieron a abrazar.
-¿Y usted, que tal? -
-Bien, bien. –
-¿y la tía?
-Y, bien, cada día con menos fuerzas pero sigue caprichosa como siempre.
Le puso una mano sobre un hombro y lo miró largamente. Mario sonrió despacio, con placer y ternura. Estaba acostumbrado a aquel estilo.
-¿A qué hora sale el tren? -
-A las ocho y media, tío.
-Son las siete y cuarto. Vamos a tomar algo.
-No... Mejor nos quedamos aquí. ?
-¿Adónde vamos a ir? Entre que arriman el tren, y enganchan la locomotora se va el tiempo.
- Sí, pero nosotros no tenemos nada que ver en todo eso. Vamos, tío; dele.
-¿Y a dónde? No hagas cumplidos conmigo, hijo.
Estuvieron forcejeando un rato hasta que por fin lo convenció y se metieron en el bar de la estación. Consiguieron un lugar desde el cual, a través de una perspectiva complicada, veían un pedazo del andén número cuatro.
Mario pidió una cerveza, el tío, a fuerza de insistir, un Cinzano con bíter.
-Tío ¿cómo se largo hasta aquí?
-¡Eh!... hacia tiempo que lo tenía pensado. Además quería verte antes de tu viaje a Nueva York, estoy viejo sabes y por ahí es mi última oportunidad, me estoy despidiendo de todos, estoy enfermo y quería verte sobrino. Me hubiera gustado despedirme de Juan, de Walter y Luisito, en fin; de toda la barra; sé que ahora se juntarán todos allá-
Recuerdo que los llevaba al Parque Japonés a todos, justo aquí enfrente
No puedo olvidarme el día que vinimos con Andrés y el Papá de Juan.
- ¿le llamaban Zorro, no?
Sí Tío, era el Zorro.-¿Qué te recuerda a él?
.-Que en un descuido ustedes se tomaron nuestras copas, parecíamos dos viejos irresponsables con cuatro niños borrachos por la calle.
-Cuantos paseos que hacíamos juntos. Los llevábamos al Tigre, a Palermo y como mil veces al Parque Japonés; Allí terminábamos siempre.
El tío miró el reloj del bar, puso cara de espanto y preguntó.
-Decime hijo, ¿cómo están mis viejos barrios?-
- ¿Usted se refiere a Belgrano y Palermo?
-Todo distinto tío, parecen ciudades con identidad propia, y en todas esas chacras y quintas que usted conoció ahora sólo hay grandes edificios, casi rascacielos.
.-¿Usted trabajó muchos años con la madera, haciendo tallas en sus casonas, ¿ nó ?
-Sí sobrino y conocí muchas familias. ¿Querés que te cuente?
-Dele tío, si hay tiempo de sobra, me hace acordar a las anécdotas de Papá.-
Al tío se le vio el entusiasmo en los ojos, puso una mano bajo su mentón, como El Pensador de Rodín y comenzó a desgranar recuerdos.-
-Marito, si vos supieras los lindos momentos que pasé allí en Belgrano cuando con mi padre reparamos toda la marquetería de la que sería la Casa de Gobierno para el Presidente Avellaneda.-
A Mario el tiempo pareció detenérsele. Escucho con pasión las anécdotas de su tío y empezó a recordar en silencio su lejana adolescencia cuando escuchaba de labios de su padre y su abuelo historias como las que ahora le contaba el tío Bautista.-
-Hicimos un trabajo tan bueno, que luego nos contrataron los Delcasse para su casa de Sucre y Cuba. El lugar siempre estaba colmado de pitucos que iban a practicar esgrima, en esa época eran famosos sus lances de honor a florete ó sable. Los duelistas entraban por una puertita que yo arreglé situada sobre la calle Arcos. Lo hacían por allí, para no ser observados por don Juan B. Justo que vivía enfrente Era de público conocimiento que repudiaba esos enfrentamientos. También trabajamos en la “Casa de los Fantasmas”sobre un solar en Luis María Campos y José Hernández ¡era muy hermosa!- La magnífica mansión estaba muy elevada sobre una colina de cuidado césped y frondosa arboleda. El Tío Bautista estaba tan ensimismado en sus relatos que había olvidado el tren y las palabras le salían relajadamente de sus labios.
-El último trabajo que hicimos en el barrio fue en una casona en Cuba entre Sucre y Arcos que tenía un Ángel en la terraza.-Los vecinos la llamaban la Casa del Ángel, y la habitaba una señora un tanto extraña. Si mal no recuerdo se hizo una película sobre ella. Tiempo después mi Papá se hizo amigo de uno de los Larreta, cuya casa era toda de estilo colonial español; y nos llevó a comer a un restaurante muy fino y elegante que estaba en Obligado y Echeverría donde arribaba gente del centro. Era el Dietze con mesitas y servicio digno de una película de época. Tiempo después dejamos Belgrano para venir ir hacia aquí, al llamado Barrio Norte.-Fuimos a parar a una buhardilla maravillosa toda vidriada y con cúpula sobre la terracita de una mansión que estaba sobre la calle Seaver, me dijeron que ya no está más. ¿Es verdad sobrino?
-Sí tío, por allí ahora pasa una autopista, yo la recuerdo muy bien. Era una cuadrita hermosa y hasta había un cabaret que fue el primero que visité en mi vida con el padre de Luis y Walter.
Bautista no lo escuchó y continuó con sus recuerdos del barrio norte.-
-Seaver era una calle única, tenía faroles laterales y yacía en una hondonada unida a lo alto de la ciudad por una escalinata de diez escalones. Florencio Escardó definía al Barrio Norte como una reminiscencia irrecobrable de la Belle Epoque de la ciudad.
-Los domingos acompañábamos a mamá a la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro y dicen que allí hace como cien años el cura veía perturbada su serenidad por una niña del coro que se llamaba Camila O’Gorman.
De pronto se escuchó la estridencia de unas campanadas y el tío se sobresaltó.-
-¿Estas seguro que desde ahí ves a los vagones?
-Sí tío, tranquilícese-Esta parado, igualmente nos queda poco tiempo.
-¡Qué lástima tío, era tan lindo todo lo que estaba contando!
El tío hizo un movimiento y Mario lo sujetó por un brazo.
No parecía convencido. Sacó y examinó el viejo Tissot con agujas orientales.
-¿Que te decía?... ¡Ah……., sí! Te quería contar que también vine a ver a mi primo, Vicente. –Hacía seis años que no lo veía. Fue el mismo viaje en que tu padre me llevó a visitar Radio Belgrano, qué bárbaro yo me imaginaba todo distinto. Cuanta magia que tenía todo eso. Y ahora la televisión. ¡Que invento fantástico!
-¿Sabes, qué con Vicente somos del mismo pueblo?, Baigorrita. Le estaba prometiendo siempre. Que hoy, que mañana.
Sorbió un traguito de Cinzano.
-Ahora es sólo una sombra. Casi no lo conozco. No sé quién de los dos morirá antes.
Permaneció un rato en silencio con el mismo gesto abstraído que tenía cuando esperaba en el hall.
-¿Que tal? ¿Cómo va eso? Preguntó cómo un autómata.
-Más ó menos tío, el país es una secuencia de miedos y silencio. Pero aquí en Buenos Aires es más notable.
Bautista volvió a preguntar con desgano.
-¿Ahora te vas en avión, se acabaron los barcos?
Es así Tío, todo cambia.
Espero que todo siga bien... bien. --¿Se progresa?
-Sí Tío, se progresa.
Se miraron con afecto, sonrieron y callaron.
El tío había sido siempre así. El tío y todos ellos.
-¿Sabes sobrino ?traje una punta de encargues. La tía me pidió unos frascos de un tónico que por aquí tengo anotado. Fui a esa farmacia famosa, la de Florida, ¿cómo se llama Marito?-
-La Franco Inglesa, Tío.-
-Hace más de un año que me anda pidiendo que venga a esa botica y al fin pude cumplir el encargo.
Primero tuve que ir a que me diera las muestras, unas botellitas ¿viste? Y bueno, fui a buscarlas a Junín hace dos meses. No... Miento, fue en diciembre. Hace casi cinco meses.
-¿Para qué sirve, tío? ,
-Para el estómago. Es una gran cosa. La gente toma ahora toda clase de porquerías, pero esto es natural y realmente bueno.
Silbó una locomotora y el tío se alarmó. -
-Falta todavía, tranquilícese.
Volvió a mirar el reloj y sorbió otro poco de Cinzano.
-Bueno, como te contaba, fui a la Franco-Inglesa y conseguí todo lo que quise.
-Le mostré los frasquitos al señor y me dijo: "¿Cuantos quiere?". Apenas lo miró. ¿Te das cuenta?
Se estaba acortando el tiempo. Dentro de un rato iba a desaparecer en la ventanilla de un vagón de segunda y no lo vería nunca más. Lloré por dentro.-Era mi último familiar.-
-¿Qué tal el pueblo Tío?
Preguntó Mario, después de una larga pausa en que ambos se quedaron pensativos. Todo aquello, era un roce lastimero, un crepitar de años envejecidos, una pregunta hecha a sí mismo, a un negro hoyo de sombras.
-Todo igual Marito.
-¿Y los muchachos?
¿Tus primos? Siempre igual con la nueva panadería.
Callaron otra vez.
El tío hizo girar la copa y sorbió el último trago.
-¿Qué hora es?
-Son ocho menos cuarto.
El tío saca el reloj y lo observa inquieto.
-Casi menos diez. ¿Vamos?
Mario dudó unos momentos.
-Bueno vamos Tío, usted se inquieta mucho y no le hace bien a la salud.-
Estaban enganchando la locomotora. El tío recogió los paquetes, el bolso y ambos comenzaron a caminar apresuradamente hacia el andén número 4.
El tío Bautista se adelantó tanto que parecía haber olvidado que estaba acompañado. Mario trató de tomarle el bolso y el tío lo miró con extrañeza.
-Está bien, muchacho. No te molestes. Tengo los frascos y hay que tratarlos con cuidado.
-No sé cuando podré regresar a Buenos Aires, posiblemente sea la última vez.
-Déle mis saludos a la tía. En fin; a todos. Especialmente un abrazo a los muchachos, y que esperen un paquete con las camisetas del Cosmos que les prometí. No bien llego a Nueva York se las envío.
-Gracias, querido. Gracias.
Corrieron a lo largo del tren tropezando con la gente y sus bultos. Todos lo hacían como si la estación se les fuera a caer encima, metiendo por las ventanillas a los chicos o las valijas para conseguir asiento. El tío trepó a uno de los vagones cerca de la locomotora y al rato sacó la cabeza por una ventanilla.
-Marito ¿cuándo te vas para allá?
Preguntó mirando más bien a la gente que se apiñaba sobre el andén.
-Apenas pueda. Creo que la semana que viene.
-Tenés que irte pronto, sin dudarlo; además se juntan otra vez los Tres Mosqueteros con D'artagnan y todos los otros de la barra.
- ¿Cuándo dijiste que te vas?
-Cuando pueda tío, lo más pronto posible, porque ya tengo trabajo.
-Contame algo de Nueva York sobrino.
-¿Es verdad Marito que nieva lindo, y que el otoño es tan espectacular?
-Sí, tío es verdad, pero ahora no hay tiempo.
-Mándame una carta y contamelo todo. Por favor, porque una de las nenas de mi compadre tiene que hacer un trabajito para la escuela sobre ciudades importantes y ella eligió Nueva York, menos mal que lo recordé. Y bueno........yo pensé que vos podías ayudarme con eso. Menos mal, no hubiera sabido que responder si lo olvidaba.
-Por supuesto tío se hará no bien llegue y me acomode.
-Marito, ¿querés que te deje el dinero para las estampillas de la carta?
-Tío, por favor no se preocupe, eso allá vale centavos y seguro lo hará Juan, que para esas cosas es un especialista.
-Descuide, no bien Juan me haga el escrito se lo mando inmediatamente.
-Gracias sobrino, muchas gracias.
El tío se apartó un momento para acomodar la valija. Después se sentó en la punta del banco y permaneció en silencio. Se miraron una vez más a los ojos; el tío sonrió y le dijo:
-¡Marito, ya estás hecho un hombre!.....
Él sonrió también, desde lejos, al borde del andén. Sonó la campana. Mario regresó cerca de la ventanilla. El tío asomó apresuradamente medio cuerpo por la ventanilla y casi a los gritos se despidió. -¡Chau, querido, chau!-Mandale un abrazo a los muchachos, no te olvides.
-No lo olvidaré tío, le trasmitiré sus saludos, ellos siempre lo recuerdan. Estiró el cuello y lo besó en la mejilla como pudo. Trató de besarlo otra vez pero el tío ya se había sentado. El tren se sacudió de punta a punta. El tío Bautista agitó una mano y sonrió seguro, contento, feliz. Mario corrió un trecho a la par del tren. Caminaba junto al vagón, y miraba al tío que sonreía satisfecho, como aquellos hombres de la infancia. Luego el tren se embaló, Mario levantó una mano pero ya no encontró respuesta.-
CARTA DE NUEVA YORK
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-Querido Tío Bautista:
-Discúlpeme por la demora en escribirle, pero aquí el ritmo de trabajo es infernal, sólo se trabaja. Se cultiva muy poco la amistad, y además dispongo de menos tiempo que allí. Me estoy adaptando poco a poco.-La verdad es que extraño mucho a mi ciudad, sobre todo cuando me cuentan que pese a algunas cosas desagradables, sus parques, sus paseos, sus barrios; la están poniendo cada vez más linda.-
Cuénteme tío, ¿anduvo de nuevo por Buenos Aires?
No sé si entendí mal, pero me contó un pajarito que lo vio por Belgrano recorriendo sus calles y se perdió cerca de Cabildo y Juramento, en la Recova de La Redonda entre los ciegos de Héroes y Tumbas.
¿Acaso tiene un filito por allí?
Supongo que algunas cosas cambiaron tanto en su pueblo como en Buenos Aires. Son las reglas del progreso, aunque me preocupa la proliferación de tantos edificios. Con respecto a Estados Unidos, sinceramente nosotros extrañamos mucho, el desarraigo es lo peor. No se da una idea cuanto lo sufrimos. Yo sigo con mi trabajo en las empresas grabadoras y cuando disponemos de tiempo con Juan y Walter nos reunimos, caminamos, vamos a cenar a las siete de la tarde, viajamos; y muchas otras cosas. En realidad nos apoyamos uno al otro, menos mal que estamos juntos. Realmente no sé si podremos adaptarnos definitivamente a Nueva York, la alegría está ausente para nosotros. Es una ciudad que tiene de todo, igual que Buenos Aires, pero su gente carece de “esas cosas que tenemos los argentinos”, esos pequeños detalles que se extrañan cuando uno está lejos. No sé definirle exactamente qué es, pero hay algo que en algún momento del día nos presiona el pecho, nos dan congojas y quisiéramos que una máquina del tiempo nos depositara inmediatamente en El Obelisco.-Como diría Tomás Eloy Martínez " Hasta los pobres de Estados Unidos han sido educados en la cultura de la abundancia " y nosotros no nos sentimos así. Hay algunos argentinos con la cabeza hueca que se maravillan con todo esto, pero a nosotros no nos pasa. Pero, eso sí; ¿Sabe una cosa Tío? Hay que reconocer que estos yanquis son más responsables que nosotros, más ordenados y respetuosos. Cada uno de los teléfonos públicos tiene una guía con tapa y todo colgado de una cadenita, y sabe otra cosa. ¡Están intactas! Nadie las rompe ni las escribe. Y al final nos vamos acostumbrando y ya ni siquiera tiramos papelitos por la calle. Por el momento nuestra única preocupación es Luisito, porque desde que regresó clandestinamente a Buenos Aires para visitar a la vieja, perdimos el contacto. No obstante un amigo común que se llama Germán nos tranquilizó porque días pasados nos aseguró que lo vio con barba junto a un grupo de artesanos un día domingo por La Recoleta. Dice que de lejos se reconocieron y Luisito le levantó el pulgar de la mano derecha indicando que todo estaba bien, le señaló una chica y de pronto le dio la espalda.-De esto hace sólo dos semanas. Así que estamos esperanzados en que nada le pasó. Con respecto a nosotros, quédese tranquilo. Estamos muy bien, Walter trabaja en programación de computadoras, que es algo nuevo que usaron en la NASA para el viaje a la Luna con unas máquinas IBM que ocupan toda una oficina y también estudia perfoverificación, que son unas tarjetas especiales para ese laburo. Ahora está en los grupos de desarrollo de sistemas mercantiles y familiares que saldrán muy pronto al mercado. Computadoras hogareñas y comerciales, de tamaño pequeño; y eso será un factor fundamental para los negocios del futuro. Juan es corrector de una editorial, hace notas para diarios latinos y está detrás de que le publiquen algunas novelas. Usted sabe tío que él siempre prefirió la literatura, por llamarle de algún modo. Él la define como esa teñida de autobiografía que es la literatura del individuo, la que distingue a un individuo de otro, la literatura del nosotros, aquélla que se apropio impunemente de tu yo, de tu historia, y que tiende a fundirse con la masa, que es el potrero de la unanimidad, el sitio donde todos los rostros se confunden. Bueno Tío esta es una disquisición mía, pero en realidad sé que a la tía que lee mucho, éstas líneas le gustarán. Tanto Walter como Juan le envían un fuerte abrazo y de mi parte los cariños a la tía y a todos los muchachos. Avíseles que si se animan y juntan un poco de plata, yo tengo lugar para alojarlos aquí. Le mando un gran abrazo y trate de cuidarme la Argentina, ya que por aquí no llegan buenas noticias de las cosas que están haciendo, es una pena; un país tan lindo.-Bueno tío, otro fortísimo abrazo y besos que van acompañados de las camisetas del Cosmos para los muchachos. También dígales que una panadería podría andar muy bien aquí en el Bronx, hay muchos argentinos que están ansiosos por nuestras medialunas y el dulce de leche. Le prometo que la próxima vez le escribo más en detalle, pero ahora no quería dejar de enviarle el relato que usted quería sobre el otoño en Nueva York para la nena.-Es un regalo que le hace Juan. Le aseguro que hasta a mí me emocionó. Aquí ningún yanqui puede describir nunca un Otoño en esta ciudad como lo hizo Juan y bueno. Tío; es su especialidad. Y para mí, lo que hacen mis amigos, es lo mejor del mundo. Tal vez mi carta le parecerá desordenada, pero es lo que el tiempo entre laburo y laburo me permite.-A continuación va el relato de Juan, usted sabe que yo sólo me entiendo con las corcheas, fusas y semifusas; la música es mi vida. Me despido y le pido que se cuide mucho, tenga siempre presente que lo quiero como a mi viejo. Cariños. Mario

NEW YORK AKI
OTOÑO EN NUEVA YORK

El cambio se produce casi de un día para otro. La ciudad se llena de turistas y crucificada por el sol se transforma súbitamente en una noche de septiembre. Al atardecer, el aire comienza a tener un roce metálico. Los días se acortan suavemente y en el contraste con las sombras prematuras la ciudad parece más luminosa. Es la noche en que el primer estreno teatral de la temporada coincide con la iniciación del otoño. Se descubre que todo el mundo esta de regreso en Nueva York. En un mismo día llegan doce trasatlánticos y cientos de aviones, en los night club ó los dancings como les decía usted reaparecen los nombres de músicos tradicionales y a lo largo de todo el East Side vuelven a verse hombres con ropa de etiqueta y las limousine, casi todas Cadillacs. Nueva York, comienza a ser Nueva York de nuevo. Están encendidas todas las marquesinas luminosas de los teatros y a lo largo de Broadway se escalonan las grandes premieres cinematográficas envueltas en la luz de los reflectores. Se multiplican las banderas extranjeras en lo alto de los grandes hoteles donde se aloja el mundo diplomático que llega para la Asamblea General de la Naciones Unidas; los restaurantes lujosos cambian el confort frigorífico del verano por un tibio acogimiento que parece brotar de las alfombras rojas y espesas, mientras en los guardarropas, sobre las pieles caras, flota un aire de perfumes franceses................... Más de un millón y medio de alumnos le devuelve su voz rumorosa a las escuelas públicas; se iluminan los edificios de las Universidades y hay, en general, un aceleramiento insensible de la actividad como si Nueva York recuperase las energías que estuvieron sofocadas bajo el peso del verano. Todo eso se encuadra en un marco fragoroso que la naturaleza pareciera combinar con un caprichoso toque modernista. El follaje de los parques y los jardines se toma un respiro exótico antes de marchitarse y adquiere un tono bronceado-de viejos bronces y bronces relucientes-que le dan al paisaje un mágico aire metálico. Desde el punto de vista del efecto decorativo, Nueva York- y todo el noreste del país-disfruta durante un mes casi de una extraña belleza también exclusiva, promovida por el sorprendente colorido del follaje. Lo que es razón de un espectáculo incomparable en toda la campiña de Nueva Inglaterra, resulta en Nueva York un toque más sorprendente todavía, porque es fácil comprender como es de armoniosa la combinación que se establece entre el paisaje y la ciudad, cuando el paisaje adquiere en otoño ese aire metálico que parece brotar de las propias entrañas de Nueva York. Con el otoño ya predominan los cielos grises y pesados. Las fiestas clásicas de la época, el Rosh Hashana de los judíos y el Día de Acción de Gracias de todo el mundo, son fiestas con un íntimo sentido familiar, naturalmente auspiciado por el clima. Ese mismo día de Acción de Gracias, a fines de noviembre inicia la temporada de Navidad y por los años 50 además de mostrarse un pálido sol, a veces nevaba suavemente, cosa que ya no sucede. Pero tanto el sol como esa incipiente nieve envolvían el desfile mañanero de Macy's en un clima de ternura simple que le da sustancia a eso que se define como "el espíritu navideño". El desfile de Macy's es una tradición neoyorquina que existe hace mas de 70 años y señala automáticamente el comienzo de la temporada navideña. Bien avanzado diciembre, sobre la costa del Hudson comienzan a soplar los primeros latigazos del viento y en la rotonda de la ONU las banderas del mundo se agitan como la humanidad que representan; insensiblemente. La vida se va haciendo un poco mas dura: viento, frió, algo de lluvia y algo de nieve; pero, también la vida se va haciendo más estimulante al auspicio del aire fresco y vitalizado que parece electrificar a la ciudad con esa fuerza flamante que todos los años se estrena en otoño, después que Nueva York ha recargado sus baterías con el sol y el mar el aire y el calor que queda atrás. Por supuesto que el Nueva York de los 60 era otro Nueva York, uno de los ejemplos más tiernos y divertidos lo encontramos en la pista numero 9 del aeropuerto de La Guardia, qué estuvo catorce días cerrada porque al limpiarse la hierba se descubrió a unos centímetros de esa pista un nido de faisanes con once huevos; y los obreros con autorización de la jefatura del aeropuerto colocaron banderas rojas en torno al nido y se clausuro esa pista hasta que nacieron los polluelos. Todos los tripulantes de los vuelos compartían la decisión con gusto. Se había logrado unanimidad y conformidad respecto del asunto, cosa de no creer en estos días. Estas son historias que en Nueva York, ahora formarían parte de la ciencia-ficción o de una utopía. Y así copo a copo, o mejor dicho nevada a nevada, se viene él frió, así que lo dejo ya que iré rumbo a esa ciudad subterránea que existe en Nueva York, y donde es más fácil enfrentar el crudo invierno de la Big Apple. -Bueno Tío, espero le haya gustado la descripción. Un beso. Mario
WATASHI WA BUENOS AIRES KARA KIMASHITA
YO VENGO DE BUENOS AIRES


Queridos hermanos de la vida:
¡Hi! Boys, Lucho llamando a Houston. Imagino que si los tuviera presentes, no podrían ocultar sus caras de preocupación. Pues aquí estoy, y a salvo. Al amanecer llegué a Barcelona y pude salir sin problemas de Buenos Aires. Estaba con bronca porque no tenía modo de comunicarme con ustedes. En un procedimiento llevado a cabo en Teatro Libre, perdí la agenda. Andaba tan loco que de golpe se me borraron todos los números y todas las direcciones, algo insólito, pero sucedió. Lo más importante es que pude ver a mi vieja y revisar en una madrugada mis cosas en la habitación de casa en San Isidro. Crucé la plaza, entré a la Estación y cuando me aseguré que nadie me seguía, me mandé por el paredón de Longo y subí al techo, como hacíamos de chicos. ¿Se acuerdan? Es lo que más deseaba, y lo logré. Ahora estoy más tranquilo y también creo que se lo pude trasmitir a ella. Como siempre, mí vieja está fantástica. Alterna el día entre las galerías de arte y su atelier. Realmente estoy fascinado con sus obras, las nuevas esculturas ya las tiene todas vendidas. El único problema es que la molestaron mucho, a distintas horas del día y de la noche, porque una tarde vinieron los pibes de la facultad y entre ellos estaba Alberto que milita en el ERP; de allí la asociación que hicieron. Pero, después de eso y con sólo seguirla un día ó dos, se convencieron que mi vieja es una santa y que no sabía ni tenía contactos conmigo ni con los otros chicos, finalmente la dejaron tranquila. Hace unos días me encontré con Germán en una estación de subte y me contó que ustedes ya sabían que me vio en la Feria de los Artesanos de La Recoleta. Como había gente indeseable, lo saludé desde lejos y le hice señas para que hablara con Luana.-Ella fue nuestro contacto y bueno por eso les estoy escribiendo. Para vos Juan, te cuento que estoy sentado en una mesita maravillosa y tengo a mi lado dos porteñas que no-te imaginás. Je. je... je; Guacho, ya sabes que son tus sobrinas Luciana y Mariana. Prometieron que antes de cerrar el boliche escribirán unas líneas para mandarlas con esta carta. Como los extraño chochamus, y en este momento se me está haciendo un nudo en la garganta y se me pianta un lagrimón como dice el tango. Increíble, pero acabo de llegar y ya tengo un trabajito para hacer. Luciana me presentó al señor Taborda que es corresponsal de un diario de Ecuador y para su suplemento turístico necesitaba urgentemente un fotógrafo, hizo unas llamadas y algunas averiguaciones, y bueno el trabajo es mío. Mañana si el día está lindo, empiezo a “disparar” por aquí nomás. El Borne y todo el Barrio Gótico tienen muchos encantos para preservar en imágenes.-Les cuento que La Casa de Tapas de Luciana se llama La Morera y es un edificio del siglo dieciocho, cerca de la Catedral de Santa María del Mar; toda una joyita; y laburan como locas. Esto siempre está lleno. Me pidieron que les pase la dirección a todos. Pero no las mezclen a ellas en las preocupaciones sobre mi paradero.Además, yo me la banco, es mi estilo, son mis principios, mis ideales y punto. Por otra parte Juan no te hagas el boludo, que vos sos peor que yo. A mi vieja la iré a visitar todas las veces que haga falta me juegue lo que me juegue. Respecto a lo del laburo el lunes voy al Raval y al barrio Chino, y después lo de siempre ya que no se puede ser original,y hay que fotografiar los mismos lugares. Quieren fotos de la Casa Milá, del Castillo de Montjuic y de la Catedral de la Sagrada Familia. Posiblemente le agregue algo más sobre Gaudi y una toma adicional del Tibidabo y plano general de Las Ramblas. Ah…..me olvidaba; otra cosa importante: en casa de los viejos de Walter me mostraron una copia de un cuento que vos, Juan; le enviaste a Rosario.Ese sobre tus héroes. Se lo mostré al Sr.Taborda el corresponsal y no sólo le gustó mucho, sino que también me contó que próximamente sacaran una separata literaria. Una de ellas será sobre Cervantes así que quiere el cuento y algo más. Mandame una copia del copyright, el cuento y una nota de autorización. El te girará el contrato y arreglas. Eso sí, también quiere un prólogo, ya que así está conformado él suple. Ellos necesitan un comentario previo sobre El Quijote, la foto del autor y luego a continuación insertan el cuento, y tu realismo fantástico de los héroes les gustó mucho. Participan escritores de habla hispana de todo el mundo, la cosa es interesante. Así que pone manos a la obra, hacelo ya mismo y lo mandas aquí a La Morera. Este señor vuela a Madrid, luego se va a Santiago de Compostela y en quince días esta de regreso. Apurate porque además el tipo me cae muy bien. Juntos le damos al carajillo a lo pavote. Bueno mis pelotudos amigos de los yanquis, veré cuanto duro aquí. Tengo algo pendiente, así que en dos o tres días me hago una escapadita a la France arrancando en el Grand Canyon du Verdon, Moustiers Ste.Marie , y de allí para arriba recorriendo toda la Ruta de Napoleón para la Nacional. En aproximadamente diez días estoy de regreso en Barcelona. Recuerden que cuando ese tipo de Boston me necesite para la sucursal de Camera Barn en NYC, me avisan; por estar con ustedes, soy capaz de transformarme en un fanático de los imperialistas, hasta les voy a crear la mejor foto del aguila pajero ese que tienen. Quiero y exijo una carta de cada uno, así que vos Juan, Walter y Marito agarren papel y lápiz y cuenten cosas, no sabes como las necesito. Che, Walter, si pasan por el SOHO entra al Guggenheim Museum y deja el sobre que acompaño. Es una propuesta con ciertas ventajas porque ya les hice una toma aérea del de Bilbao y quedaron muy conformes. Ahora quieren hacer un catálogo y me invitaron a pasar precio. Díganme ¿es verdad que por ahí tenés que viajar a California? Algo de Silicon Valley, ¡viejo te vas para arriba con la nueva tecnología!, pero déjate de joder, deciles que te pongan a investigar en NYC, no nos vayas a abandonar ahora que decidí irme para allá. Me voy a enfermar del hígado viviendo en Nueva York por ustedes y vos te disparas al oeste .¿Qué sos un cowboy de Hollywood? Marito, qué bien que estarías en esta mesita con tus partituras, detrás de mí hay un piano de cola que toca sólo. Que mamúa nos agarraríamos si estuvieras con nosotros, Barcelona cada vez huele mejor y además está bellísima, tanto como Luciana y Mariana. Los gaitas se vuelven locos con sólo mirarlas. Pero, cuidado; para eso estoy yo de perro guardián, protector y guardabosques del patrimonio porteño. Bueno, abrazos, muchos abrazos. Juan, espero la nota y todo lo demás, Luciana y Mariana me dicen que los aman.-Kiss, kiss y me voy a comer unas tapas, luego una fabada, acompañados de un Albariño de Lagar de Cervera, que como Gardel “cada vez sabe mejor”. Y todo en nombre de ustedes. Otro abrazo. Luis

NUEVA YORK IUUBINKYOKU NI IKITAINODESGA
OFICINA DE CORREOS DE NUEVA YORK

Querido Lucho:
Hola loquito, ¿Cómo estás? Te estamos escribiendo los tres juntos desde una mesita en la vereda de un bolichito nuevo en el SoHo. Justo enfrente del Museo, y Walter acaba de dejar tu sobre como lo pediste. Por transgredir la lógica, estamos tomando café con un calor de 35 grados. Estuvimos pensando que sin tratar de ofender a Nélida Luciani, la escultora, y excelente vecina de San Isidro, la mejor madre y etc., etc.; (en fin, quién al final de cuentas, te gestó) porqué no te vas bien a la remil putísima madre que te parió. Nos dejaste sin noticias durante meses, se puede saber ¿quién mierda te crees que sos? De pronto, te apareces graciosamente con una cartita from Barcelona como un mago boludo que sale de la galera y dice: ¡Aquí estoy! Encima te haces el canchero. Cuando vengas por aquí, tenemos pensado; meterte en el culo las Nikkon, Hasselbald y Rollei y fotografiarte las entrañas para ver que tenés adentro. No se puede ser tan guacho y abandonar a los amigos sin noticias. Nos parece que estás confundido, ya que James Bond es otro tipo, además él no es un boludo como vos que jugás con la vida. No sabes que la muerte no sabe nada de geografía y política. Acaso no te convenciste que las ideas son un terreno despiadado donde no hay espacio para el error. Es muy jodido para nosotros tener que soportar momentos tensos en espera que transcurra el tiempo, con la incertidumbre y la esperanza de escuchar noticias de qué estás vivo. Aunque sos un enorme pelotudito, la horrenda posibilidad de perderte nos tenía angustiados y estábamos oscilando dentro y fuera de la realidad. Ni siquiera pudimos follar por tu culpa, la preocupación nos llegó al pito. Las mujeres nos putearon. Bueno, ahora que te cagamos a pedos y que nos consta tu existencia, te contamos varias cosas. Mario está vinculándose con Quincy Jones, ya lo ayudó en algunas orquestaciones y el grone quedó chocho. Walter no se va a California, ya que la empresa abrió un centro de investigaciones cerca de Catskills y allí lo destinarán. Tendrá que viajar todos los días, pero por si te olvidaste; no es más lejos que desde el Tigre hasta el centro. Habrá dos instalaciones, una cerca de West Point y la otra pasando la escuela de gastronomía para el lado de Woostock. Pensar que estuvimos juntos entre todo ese quilombo de gente falopeada, pero ver a Santana, Hendrix y Joplin; valió la pena. Juan, él que suscribe (porque soy el gil que siempre tiene que escribir) mientras estos dos hijos de puta se dedican a mirar minas y después pondrán al pié desfachatadamente sus nombres y no escribieron un carajo; te cuenta que ya tiene un empleo fijo cerca de Forrest Hills. Me ocupo de servir de Asistente al editor de un interesante proyecto. Se dedican a armar, diagramar globalmente catálogos de todo tipo. Eso me asegura el cobro semanal y me posibilita hacer mis otras cosas. Lo de Camera Barn saldrá pronto, así que tendrás que pensar cuando haces el relevamiento de material del Guggenheim, porque cuando arranques en el negocio, te quedará poco tiempo diurno. Y aunque casi todo el trabajo es en estudio, tengo entendido que hay un montón de cosas que son de la fundación y están al aire libre. No sé si me informaron mal, pero creo que entre New Jersey, Manhattan, Queens y Brooklyn, sin contar otros sitios, son algo así como cuatrocientas esculturas y unos seiscientos murales. Seguramente te vamos a tener que ayudar a llevarte todas esas pajereadas que usas entre sombrillas, pantallas, luces y bolsones. No te preocupes que gratis no te va a salir. Bueno, pegate una llamadita si ya regresaste a Barcelona, así charlamos sobre otras cosas. Te mando a continuación el prólogo sobre El Quijote, para entregar a ese tipo. Arregla todo vos, para eso te mando un poder. Bueno amigo, cuídese mucho que lo necesitamos. Te repito, llama por teléfono que tenemos ganas de escuchar tu voz y de paso mandarte un poco a la mierda.-Mandale cariños a Luciana y a Mariana, también avisales que Germán viajará a BCN dentro de dos o tres meses. No creo que para esa fecha, aún sigas allí. Bueno un fuerte abrazo. Viví con los ojos bien abiertos, y seguí con tus fotos. Sacale copias a la nota del Quijote, y no la pierdas. Ah. Nos olvidábamos; Elena y Lita preguntaron por vos, quieren que las llames. Gastate unos mangos y hacelo quieren escucharte. Un dato, tirate el lance y proba el teléfono público de la Plaza Real, el de la cervecería. Nos contaron que hace rato que devuelve la guita. El técnico es argentino y dos o tres veces a la semana se puede hablar gratis. Ese dato es sólo para nosotros. Te repito, llámalas ya que vos sabes que han hecho buenas migas con tu vieja y le hacen compañía.-Chau loco.-Tus hermanos.
Walter, Mario y Juan.

DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Casi tan leído como la Biblia, se convirtió en paradigma del idealista heroico que jamás cede en sus principios. Un personaje mítico que se añora en éste fin de milenio.-
Como suele ocurrir con los grandes personajes creados por los genios de la literatura, sobrevivió a su autor (Miguel de Cervantes Saavedra) y con el correr del tiempo se convierte en mito y prototipo del aventurero idealista y romántico cuya existencia en el mundo tenia un significado y una misión: Luchar contra “Los molinos de viento”, deshacer entuertos, defender pobres y desvalidos y acabar con la injusticia.-El Quijote es un “loco ético”; sus acciones trascienden el marco de la parodia caballeresca y se encuadran dentro de una óptica de nobles principios que parecen estar por encima de la acción y sus consecuencias.
Apaleado, maltrecho, destrozado por los obstáculos que la realidad pone en su camino, el caballero andante retoma su marcha una y otra vez en pos de su ideal. Los herederos del noble caballero ya no tienen espacio en la vida real, la ausencia de modelos dignos de imitación en un contexto de corrupción y de mentira, hacen que la nostalgia y la
añoranza nos traigan de vuelta la imagen del Quijote literario. Algunos preferimos el “Quijote Loco”, ese que es demasiado bello para ser Kantiano.”El Quijote Loco”, todo lo embellece, no quiere sirvientas feas, cabalgaduras rotosas, ni doncellas gordas, pero siempre aprecia ver en la "maldad lo feo de la realidad". Esta muy lejos de lo Kantiano, por eso podría decir que la ética del Quijote es una ética estética, porque el bien, para él, está siempre relacionado con la armonía y las formas bellas. Seria bueno preguntar: ¿Hubo Quijotes fuera de la ficción? Sin duda que sí. La Historia nos habla de hombres que vivieron y murieron como tales, la lista es larga; pero un célebre argentino en una carta a su madre le escribió: “Siento la necesidad de montar de nuevo en mi rocín como Don Quijote” y partió para morir en la selva boliviana; más allá de la literatura y más cerca del mito, porque “en el principio de la literatura está el mito y asimismo en el fin...” (Borges-dixit). ¿Es que acaso El Quijote de Cervantes planteó un modelo social?-Seguro que sí, ya que H.Cowes en sus estudios sobre la obra de Cervantes afirmaba: “.......seguramente él seria un rebelde en cualquier comunidad “.
–Habría que agregar que El caballero andante es la idealización, ya que Don Quijote no podría vivir en una sociedad burguesa, pero tampoco en una socialista; ninguna le serviría de hogar. El sólo podría subsistir, en todo caso, en la ciudad de Dios, donde habría amor y consideración, donde no habría traiciones ni corrupción. El sólo podría sobrevivir en un lugar donde impere la solidaridad y donde no existan los golpes bajos.

LITA SAN
SEÑORITA LITA


Ella nació como las sirenas en medio del océano. Sus padres la habían engendrado ocho meses atrás cerca de una conocida isla a pocas millas marinas donde Napoleón dio su último suspiro. Su padre, don Pelosi era ebanista al igual que el tío de Mario llamado Bautista y también un buen constructor. Había nacido en la baja Italia pero desde pequeño residía en España. Era tanto el fervor que volcaba en su profesión, que acariciaba la madera con cariño, pidiéndole disculpas por el mal trato; y luego la seducía hablándole, convenciéndola que la dejaría bonita y presentable. Y así, de éste diálogo entre él y trozos de algarrobo, roble o incienso, nacían hermosos capiteles, columnas arabescas y complicados cornisamentos que pasaban a integrar la iglesia del lugar, fundada por Dn.Antonio de Borbón. El anciano hacía maravillas con las gubias y cinceles, producto de una añeja tradición que heredó de su padre y su abuelo; con encomiendas varias para la casa real y cumpliendo reiterados deseos de obispos y cardenales. Algunas veces tenía encargos de nobles ó nuevos hacendados que recurrían a su talento para ofrendar obsequios a las parroquias, mitigando así sus culpas y logrando al mismo tiempo algunas indulgencias. La abuela siempre contaba socarronamente que era muy común comprar gran cantidad de "estampitas", pues su sola adquisición y la lectura correspondiente otorgaban múltiples indulgencias. Algo así como comprar perdón celestial por adelantado, pedacitos de cielo anticipadamente ó salvoconductos para pecar con menos cargo de conciencia. La cosa es que los personajes más acaudalados, con vida disipada visitaban frecuentemente al abuelo ebanista para todos estos menesteres. Pasados unos años el "nono Pelosi” tuvo que tomar la gran decisión de trasladarse a América, ya que la discusión con el sucesor de un destacado noble, le había hecho perder poco a poco todos sus mejores clientes. Tenía por destino una tierra de esperanzas llamada "Argentina” país colmado de alimentos, campos, territorio, ríos y océanos, montañas y playas; en fin: todo un Edén. Su primer trabajo en Buenos Aires, con la recomendación de un alto prelado de la iglesia española; fue montar toda la "marquetería", paneles y ornamentaciones de la nueva Casa de Gobierno ordenada por el Gral.Roca y su Intendente Don Torcuato de Alvear. Luego, culminados estos contratos, regresó a su tierra para algo mucho más importante; buscar a su esposa y el resto de su familia. De regreso, en plena alta mar su esposa parió una hermosa niña casi un mes antes de lo previsto, con mucho público a su alrededor, ya que el capitán, la enfermera de abordo, unas mujeres y el capellán del barco no quisieron perderse el despertar de una nueva vida. Buenos Aires, la Reina del Plata la recibía en un momento de esplendor. Acababa de finalizar la Campaña al Desierto y no había revoluciones políticas, creando un clima de tranquilidad que ayudo al crecimiento físico basado en constantes oleadas inmigratorias. Créditos exteriores y obras públicas empezaron a fundir una hermosa ciudad europea allá al sur y al fondo de la América Latina. Se terminó el Puerto de Buenos Aires, la Casa de Gobierno, la canalización del Riachuelo, las obras sanitarias de toda la ciudad, las leyes normativas de un país respetuoso de la justicia. Luego la ciudad fue tomando su sabor europeo y se diseñaron bonitas calles como Santa Fé, Callao y Corrientes y el Barrio Norte; hubo adoquinamientos masivos, y se engalanaron los parques y jardines. Se construyeron hospitales en los barrios y el hipódromo porteño recibió tratamiento preferencial. Así fue cambiando el paisaje. Para la misma época el Gral. Roca había ordenado la construcción del nuevo cementerio en el barrio de Chacarita posiblemente para expiar culpas de tanto indígena muerto y abandonado en las planicies rurales. Sus pabellones, edificios, crematorios y sus bóvedas; eran realizadas en su mayoría por aparejadores españoles que dirigían las tareas. Por simple casualidad uno de ellos se llamaba Juan Fernández que alternaba su día laboral en el Cementerio construyendo por las tardes refugios, kioscos, lagos, falsos palacios asiáticos para elefantes y rincones africanos para jirafas en el nuevo zoológico que estaban equipando en Palermo, justo frente a la Plaza Italia. -Quién podría imaginar qué mientras el "Nono Pelosi" pasaba su formón y sus gubias sobre las maderas de la Casa de Gobierno, en otro lugar de Buenos Aires había un chico corriendo y jugando; que traído también por la ola inmigratoria con el tiempo llegaría a ser el esposo de su nieta Hilda, ha quién nunca conoció. Pero la Política tiene sus vaivenes y nuevamente llegó el desencanto. El Gobierno que estaba a punto de concluir se transformó en "régimen"; por lo menos en sus manifestaciones más condenables. En pocos años sobrevendrían climas de revolución que cubrirían la ciudad y el espíritu de las provincias.-El primero de Marzo de 1906 muere el Presidente de la República el Dr. Manuel Quintana y el mismo día y con pocos añitos de vida ésta sirenita que nació en el medio del océano, despide a su padre en el Cementerio de la Chacarita.
El mundo estaba convulsionado por el caso Dreyfus, ya que antes de finalizar el mes, había sido rehabilitado de las absurdas acusaciones sobre traición a la patria. Vistiendo el uniforme de capitán del Ejército de Francia, con el cabello encanecido y un poco agobiado, sin por ello perder su apostura, se encaminó hacia el cuadrángulo de la Escuela Militar el ex prisionero de la Isla del Diablo para recibir nuevamente las insignias que le fueron arrancadas en 1894.
Anita gustaba hacerse llamar Lita, y le encantaba recitar versos criollos y cantar en fiestas estudiantiles. Un día llegó a sus manos una edición del Martín Fierro de 1873 y se enamoró de sus hojas, de sus bordes dorados y aprendió de memoria todos los versos criollos de José Hernández. Era un regalo de su tío Poncio, a quién amaba profundamente y era a su vez su padrino. Militante anarquista en la vieja Europa había inmigrado años después, acoplándose activamente a la política local. Con experiencia panfletaria y variados gustos literarios, era afecto al teatro contestatario y había escrito un prólogo que Lita debía recitar prologando los versos del Martín Fierro. El tío argumentaba que sus escritos eran “ para avivar a la gilada y a los que tienen su corazoncito en París ó en el Boix de Boulogne". La contradicción de su vida era su trabajo, ése con el que se ganaba el mango todos los días. Desde su columna de crónicas policiales en La Prensa, tomaba contacto con otras noticias que se escribían desde otra óptica que él, no compartía. Menos mal que su jefe era amigo de la infancia, caso contrario no hubiera durado mucho en ese prestigioso diario con acentuado acento político.
PONCIO SAN
EL TIO PONCIO

Lita era protagonista de cuanto acto, festival o fiestita estudiantil se organizara. Gran compinche de su tío Poncio, respondía a todos sus consejos. Una vez se llevó a cabo un Festival a beneficio del Hospital de Niños, en una Sociedad de Beneficencia de la calle Rodríguez Peña, muy cerca de Corrientes. Lita fue elegida justamente para actuar en ese evento. La vistieron con organzas y puntillas, moños y cabellos enrulados; todos coincidían en que era la versión argentina de Shirley Temple. Se paraba en medio del escenario y con desparpajo decía.
.-"Mi tío Poncio quiere que les diga unas palabras escritas por el Sr.José Hernández, los versos se llaman El Martín Fierro y lo pueden leer todos los días en el diario para el cual trabaja mi tío Poncio. Allí lo ponen, o mejor dicho... lo. Lo publican; pero mi tío dice que lo hacen porque son sobs. soos…….. SNOBS-. Yo no sé lo que quiere decir, pero él cada vez que lo cuenta se pone serio y se enoja.
-Mi Tío Poncio me está mirando, allá lo pueden ver.
Y lo señalaba con su delicado y pequeño índice, meciendo su cuerpo al mismo tiempo.
-"Empezá Anita, empezá; si seguís hablando, los Gainza Paz me van a echar. tengo que volver al diario"
Todo el público estallaba en risas y aplausos. Lita imperturbable ponía su brazo derecho por delante de su cintura y el izquierdo por detrás y se inclinaba a saludar y agradecer la actuación que aún ni siquiera había comenzado. Lita volvía a mirar al Tío Poncio, lo saludaba desde el escenario tirándole besos y sin ningún orden comenzaba: .
-"El Martín Fierro, como dice mi tío Poncio que está allá...................
Volvía a señalarlo para su disgusto. Al mismo tiempo le tiraba otro beso con ruido y su manito abierta. La gente sonreía.
-..........es el símbolo de una época, la encarnación de nuestras costumbres.
A esta altura acompañaba sus palabras con muecas de sus labios que daban a entender que no tenía idea alguna de lo que estaba diciendo, y el público nuevamente estallaba en aplausos. El Tío Poncio casi lloraba, y ella divertida iba acompañando con su cuerpo todo lo que había aprendido de memoria para ese acto.
.-...............como estaba diciendo, era la encarnación de nuestras costumbres, instituciones, creencias, vicios y virtudes.
Y volvía a repetir las muecas.
................es el grito de una clase luchando contra las capas superiores de la sociedad que la oprime.
Y allí movía sus pies sobre el escenario como pisando algo, ya que así se lo había enseñado el Tío Poncio, luego de nuevo los aplausos y sonrisas, aunque algunas eran de disgusto, y continuaba.
-Es la protesta contra la injusticia social, es el reto varonil contra los que pretenden legislar y gobernar sin conocer las necesidades de los que trabajan largas jornadas, principalmente de los que más sufren.
Terminado el festival, el Tío Poncio la dejaba a Lita en manos de su madre Julia, y salía casi corriendo para la Av. De Mayo a tomar contacto con su trabajo en el Diario.
El siempre le enseñaba esas cosas de la vida y la política hasta que un día desdichadamente, frente a un comité radical, terminó sus días con plomo en el pecho, los conservadores no lo perdonaron.
Lita, entre barrio y barrio, teatros y clubes; comenzó su larga historia entre bambalinas que culminó en 1997 a los 100 años de edad en un cuartito muy luminoso de La Casa del Teatro sobre la calle Santa Fé.El lugar que sentía como su hogar porque estaban “sus amigas las chicas de su generación” con las que habían transitado tantos escenarios. A los quince años de edad en un recital estudiantil al que asistió Pepe Podestá en la ciudad de La Plata, Lita fue "descubierta” por uno de los grandes de esa época y la citaron a Radio Esténtor para que pudiese mostrar todas sus aptitudes histriónicas. La nena superó las expectativas y a los pocos días ya integraba (contra el deseo de su madre)un elenco llamado Compañía Artística de Tradiciones Argentinas.
La experiencia y el talento que cosechó en esos años la fue llevando de la mano a grandes oportunidades, y a un contrato con Rosita Quiroga, Azucena Maizani, Gardel y Razzano firmado con una productora norteamericana, gracias a Tito Lusiardo.- "la figurita” qué serviría de relleno encantó a todos. A partir de allí Biarritz, Hamburgo, Río de Janeiro y muchos otros lugares fueron los ámbitos de la bautizada "Anita del Plata". -En una ciudad europea, se cruzaron con el elenco de un circo que estaba por arribar, su avanzada eran los administradores, técnicos, carperos y empleados que se adelantaban para completar todos los trámites del Circo Sarrasani, el más grande del mundo. Conoció a dos de sus administrativos, uno era un señor llamado Aristóteles Onassis, quién tenía en mente un gran proyecto a concretar en Buenos Aires. Fabricar cigarrillos en la calle Corrientes.-El hombre ya se vislumbraba como un visionario del mercadeo y basándose en un éxito hollywoodense de Rodolfo Valentino, largó una marquilla llamada "Chic” que revolucionó Buenos Aires y le hizo ganar dinero para comprar su primer "chata arenera" y cruzar el charco con mercaderías a Montevideo.
El otro se llamaba Andrés, que había sido reclutado por el turco Yussuf -uno de los dueños del circo- por sus conocimientos marineros en transporte y embalaje de mercaderías. Andrés se enamoró. El idilio con Lita fue fulminante, se despidió del circo y se quedó con la compañía artística para producir sus giras con Azucena Maizani, Elías Alipi, Razzano y tantos otros. Muy rápidamente tuvieron una hermosa niña a la que le impusieron el nombre de Hilda. Ella a su vez gestó a Juan quién se transformó en compinche de su abuelo Andrés.
El abuelo lo obligaba a escuchar óperas y Las Dos Carátulas por Radio del Estado, pero también los miércoles lo llevaba a ver box al Luna Park y después a comer una pizza en Los Inmortales. En ese entonces brillaban los nombres de Archie Moore, Eduardo Lausse, Merentino , Pablo Alexis Miteff , Alejandro Lavorante y tantos otros. Una vez, tras el espectáculo fueron invitados por un promotor de box a cenar en el Corrientes 11,un restaurante que se caracterizaba en preparar maravillosamente unos jugosos caracoles al vino blanco. El inconveniente era aprender a manipular un cubierto especial para tomar los caparazones; y a Juancito siempre se le piantaba un caracol que volaba por el aire a través del amplio salón.
En el lugar era habitual ver a Tito Lectoure, jóven empresario del Luna Park.El abuelo Andrés, le había metido a Juan la "semillita” de los viajes y le contaba historias de Nueva York, de Moscú, de lugares remotos de la India y se vanagloriaba en haber introducido a la Argentina los primeros calzoncillos cortos. Se enorgullecía de su amistad con Maurice Chevalier y la Mistinguette en París. Lo inició en los secretos de coleccionar postales de barcos, monedas y estampillas.-Eran momentos en que aún existían las colonias de ultramar de Togo y Somalía. Aprendió a apreciar la belleza de los sellos postales de las colonias africanas, italianas y francesas de Senegal, Dakar y también de países de la Europa del este con hermosas sellos de Estonia, Letonia y Lituania.-Su aprendizaje de la geografía y sus pueblos le sirvieron mucho en sus períodos escolares. Cuando Juan estaba por embarcarse en el Argentina Marú, fue el abuelo Andrés quién junto a su yerno "el Zorro" y el tío Bautista, hicieron una colecta en el muelle reservada solamente a los hombres presentes con un argumento singular.-Los chicos necesitan más guita para debutar con putas francesas y de categoría que hay en Río; no vaya a ser que los nenes se agarren una purgación por falta de money. Lograron juntarles más de doscientos dólares excedentes; dinero que en los 60´ y la paridad

ELENA LARIOTTI SAN
SEÑORITA ELENA LARIOTTI

Al igual que la mayoría de los chicos, Mario creía que su madre podía hacer cualquier cosa.
Ella era una mujer diligente, llena de vitalidad. Le encantaba dibujar pentagramas en hojas de papel blanco, que Mocho, su marido; consumía en cantidad.
Cosía ropa para instituciones benéficas, era gran anfitriona en un hogar que parecía una academia ya que era visitado por docenas de personas diariamente.
Uno de sus mayores placeres era deleitarse completando la Clarín grilla de los Domingos, y para eso siempre andaba con diccionarios y enciclopedias, y hasta que no los completaba, era capaz de demorar todas sus otras actividades.
Le encantaba recibir invitados, y pasaba horas preparando variados entremeses, llenando la casa con flores de La Orquídea, su proveedor favorito. A veces hasta reacomodaba los muebles para abrir espacio y permitir que Mocho, pudiera cómodamente distribuir en el amplio living room a todos sus músicos amigos, formando una especie de proscenio con más de veinte sillas ordenadas a modo de orquesta y hasta la batuta.
Casi todos ellos del elenco estable de Radio Splendid.-Algunas veces se acoplaban alumnos de canto que pasados unos años llegaron a ser famosos. La casa era una verdadera sinfonía era como un Conservatorio institucionalizado. No había músico ni cantante en Buenos Aires que no hubiese pasado por allí, ése sexto piso a la calle que ninguno de nosotros olvidaría jamás. Cautivado por su madre, Mario la observaba vestirse para esas reuniones, siempre imprevistas, que transformaban ese hogar en algo así como la sucursal de una sala de ensayos, de las aulas del teatro Colón ó el Auditórium de Radio Belgrano ó Splendid, que conjuntamente con Radio El Mundo eran las más famosas. Como hijo único, él recordaba su vestido negro favorito, con encajes oscuros y el contraste perfecto para su castaña cabellera. El hogar de Mario tenía magia, sus vastos ambientes alojaban pianos, grabadores, tocadiscos y enormes armarios con docenas y docenas de discos de pasta y long plays expuestos. Incontables bibliotecas repletas de partituras e Historia de la Música eran permanentemente consultadas por colegas de Mocho, la casa era un desfile incesante de melómanos. Más bien parecía una sucursal de Casa América ó el hogar que Orfeo seleccionaba en la tierra para alternar sus viajes celestiales con los Argonautas tocando la lira. Por supuesto que Elena había destinado un mural en la amplia sala con los Argonautas y Orfeo tocando la lira, pues sus melodías calmaban las ondas, enmudecían a las sirenas, serenaban los ánimos exaltados y hasta lograron separar las islas formadas por rocas flotantes. Ellos estaban allí presentes, directos desde el Olimpo al Barrio de Constitución, justamente en ese sexto piso de Salta y Estados Unidos. Mario había concurrido al Otto Krause por un capricho de su padre, pero él carecía de esta vocación. Siempre decía que de su paso por la Av.Paseo Colón su único trofeo obtenido era la amistad y unas buenas notas. Estaba orgulloso de sus amigos Juan, Walter y Luisito y en un rincón del corazón siempre tenía presente a los celadores de la escuela Filiberto, Páez, Sánchez y por sobre todo a Ramos el regente.
-¡Cómo lo hacíamos enojar!.
Una vez descubrió que luego de una furiosa reprimenda en su despacho, al abrir la puerta nuevamente por quedarle el cordón del zapato enganchado, lo escuchó comentar en voz alta con Filiberto.
-Que muchachos estos, me caen bien, es más; hasta te diría que disfruto sus quilombos.
Al ver el asombrado semblante del joven, se puso serio inmediatamente y le dijo.
-Carajo, cierre la puerta y la próxima vez, golpee antes de entrar.
Al cerrarla puso la oreja contra la puerta y sólo escuchó sus sonoras carcajadas. Le recordaban a su viejo y al de Juan cuando se hacían los enojados. Eran los padres más permisivos del mundo.
Ramos les había enseñado muchas cosas, y su indulgencia hacia ellos los hizo tomarle mucho cariño, sentían que le debían gratitud eterna.
Para Mario, ésos eran sus más tiernos recuerdos junto a los afectos que lo anclaban a Buenos Aires; hasta que Elena sé vió afectada por una penosa enfermedad que la postró definitivamente y fue perdiendo su luminosidad, acompañada permanentemente a su lado por Mocho que la asistía las veinticuatro horas del día. Luego, una madrugada esa luz se apagó definitivamente, y la casa de Salta y Estados Unidos ya dejó de ser visitada. Sólo los fantasmas de los melómanos que la frecuentaban la recorrían por las noches para que los instrumentos no perdieran su alma y no se desafinaran. Orfeo desesperado se entregó a las Ménades para que lo despedazaran y envió al cancerbero el mural para que las llamas lo destruyeran. Mario abandonó ese hogar y decidió emigrar, ya que no sólo no estaban sus padres, también faltaban los entrañables amigos que estaban lejos y ningún afecto lo retenía en Buenos Aires.

LUISITO SAN
LUISITO

La lluvia los despertó la mañana del domingo. Después de encontrar otro cuarto de baño entre los pasillos del Hotel, Juan y Walter bajaron a averiguar lo que ocurría, ya que se escuchaban los gritos de Luis desde la planta baja.
Mario seguía durmiendo, a él le encantaba Mar del Plata para dormir, sobre todo cuando llovía. Luis vociferaba furiosamente porque una de las chicas que desayunaba, lucía su buzo exclusivo, que curiosamente había extraviado la mañana anterior cuando lo dejó a secar en el lavadero del Hotel. La escena de reproches se prolongó unos cinco minutos, cuando de pronto ella le dijo:
-Bueno, basta de discusiones, sí te lo saqué yo, pero no fue por el buzo: -Lo que pasa es que estoy cansada de que me ignores, te la pasas con atorrantas y no te das cuenta que hay alguien a tu alrededor que te ofrece su sincera amistad y no te usa para que les saques una foto en traje de baño.
-Busqué un modo de llamar tu atención y lo logré. Aquí tenés el buzo.
En su enojo, al sacarse la prenda, no había previsto que bajo el mismo sólo tenía su ropa interior. La muchacha era hermosa.
-Luisito se sorprendió por los encantos de esa rubiecita. Inmediatamente se tranquilizó, y mirándola con ternura le dijo.
-Por favor, no te enojes, me gusta como te queda, así que es tuyo, y
Además te invito para que me acompañes a un viaje que tengo que emprender mañana a San Juan.
¿Querés venir conmigo?
Ella no le respondió, pero indudablemente se había iniciado un nuevo romance en Mar del Plata.
-Cómo que te vas a San Juan, ¿cuando te enteraste?
Preguntaron Juan y Walter al unísono.
-Recién cuando baje a la conserjería para preguntar por mi buzo. Me dejaron un mensaje del Diario, por el terremoto en Caucete.Me piden que haga urgentemente fotografías. En diez minutos salgo para el aeropuerto, de allí a Buenos Aires, luego San Juan, dónde me espera una camioneta para llevarme a Caucete, parece que es una tragedia, hay muchos muertos.
Pasado el mediodía Luisito arribó al pueblo, todo era dolor y desolación. Al recorrer el lugar, las imágenes sólo provocaban desconsuelo e impotencia. La naturaleza había asestado un duro golpe a esa población. Pipo el periodista que lideraba el grupo le pidió a Luis que se mantuviera cerca de él. Estaba seguro que más allá de las fotos de plano general de los destrozos, sería indispensable hacer notas de los damnificados y por ahí necesitaría alguna toma intimista para acompañarlas.
-Si querés, andá sacando algo, y luego nos encontramos. Vos sabés como es esto. Primero visito al Intendente, después al Jefe de Bomberos y la quiero rematar con los vecinos, esos que se quedaron sin casa y necesitarán más ayuda.
-OK Pipo, yo empiezo por esa escuela que está ahí enfrente y voy caminando hacia la Municipalidad. ¿Te parece bien?
-Perfecto Luisito, empezá con lo tuyo y en un rato nos encontramos.
-Otra cosa, Lucho. Por casualidad ¿tenés un grabador encima?
-Si siempre llevo uno para memorizar el orden de las tomas, eso me ayuda a ordenar el trabajo. ¿Sabés?
-Bueno, entonces tenelo preparado, por las dudas que se aparezca algo, justo en medio de este caos. Vos sabés que la gente no distingue a los periodistas de los fotógrafos, para ellos dentro de su desesperación son todos la misma cosa. Gente de la prensa y nada más.
-Graba todo, dale nomás, eso siempre y cuando no te joda tus registros.
-No te preocupes Pipo, las tomas las iré anotando en la libreta, y el grabador lo dejo para eso.
-Listo, fantástico, después nos vemos.-
Cuando Pipo se va alejando un señor mayor de unos sesenta y pico de años se me acerca por la espalda y me toca el hombro.
-Señor, me quedé sin casa y ahora estamos armando una tienda de campaña que nos dieron los bomberos, la compartimos entre todos los vecinos, no tiene algo para comprar un poco de pan.
-Sí, cómo no. Pero por favor cuénteme como pasaron las cosas.
Luis mete presurosamente la mano en uno de sus espaciosos bolsillos de la campera y apreta el record del grabador al mismo tiempo que se cuelga el micrófono solapero en uno de sus hojales.
-Y mire buen hombre, yo salía para mi casa para ir al trabajo cuando comenzó el terremoto. Había caminado cincuenta metros cuando vi que todos los cables y los postes del telégrafo temblaban. Volví a mi casa, con la esperanza de que los movimientos cesaran y todo volviese a la normalidad, el camino era como una sucesión de olas. Traté de caminar y me caí. Alrededor de mí, todo caía, y de pronto pensé que me había llegado la hora de morir, no podía afirmar mis pies en ninguna parte, todo era un temblor. Estaba paralizado. Llegué a mi casa, y cuando estaba entrando vi derrumbarse la casa del vecino y luego la escuela. Del cemento se desprendía polvo, y por todas partes se partían las casas llenando toda la atmósfera de residuos de cemento.-
-Espere un momento le dijo Luis, que voy a llamar a un compañero, por favor no se mueva de aquí.
Al mismo tiempo observó de reojo si la cinta del grabador seguía funcionando y la lucecita roja estaba prendida.-
El señor no lo escucha, lo tenía aferrado del brazo y no lo soltaba.
Sintió que debía quedarse con él y desistió de llamar a Pipo. El señor tomó el billete que Luisito le ofreció y continuó.
-No había fuego, pero me preocupé porque reciencito había conectado una nueva garrafa. Entré a casa y me sentí aterrorizado. No quería volver a salir. Al rato retornaron los temblores y mi vecino se paró en el umbral gritándome.
-Zoilo, no se quede ahí adentro, todo se va a caer.
Zoilo se resistía, no podía creer iba a perder su casa. Sólo la voz imperativa de su vecino lo convenció.
-Cuando salió, esas paredes que él había pensado que lo protegían empezaron a desplomarse.
-¿No sé qué puedo hacer? Los bomberos se fueron y sólo dejaron la tienda sabe, atender los heridos ahora es más importante.
-Espere aquí hombre, en medio de la calle, no se acerque a las paredes, están todas fisuradas y todavía corren peligro de caerse.
El hombre sin ánimo se tapó su rostro con las manos y comenzó a llorar, y allí quedó sólo, Luis no sabía que decir, ni como consolarlo.-
Empezó a accionar el disparador, y a cada momento debía limpiar la lente que se llenaba de polvo.
Antes del terremoto, Caucete era un tradicional pueblo sanjuanino. Era cuna de hombres que habían pasado su vida de cara al sol cosechando las vides. Por doquier ahora se veía gente sentada a lo largo de las calles destruidas y se limitaba a mirar con impotencia sin entender que pecado habían cometido para recibir tanto castigo. Empezaron a llegar grandes máquinas y comenzaron a retirar las casas demolidas. Había un sentimiento general de desastre y desconcierto.
Caminando las inmediaciones Luis pudo tomar fotos del cementerio, y allí se consternó. El terremoto había abierto decenas de tumbas, y los cuerpos habían sido despedidos. Algunos cadáveres volaron a distancias considerables. A causa del terremoto se manifestó la pobreza que estaba bien oculta, como los cadáveres. Era como si el terremoto hubiese llevado a primer plano la pobreza de Caucete, la cara escondida del interior del país. La mente de Luis elucubró pensamientos de bronca e impotencia y arrojó violentamente el trípode contra una pared. Los policías lo miraron extrañamente.
-¿Qué mierda miran?
-¿Acaso no les da bronca tanta pobreza y tanta tristeza entre esta gente?
-El terremoto podría haber elegido otro lugar, hasta la naturaleza tienen en contra.
Los policías se miraron unos a otros y uno gentilmente le alcanzó nuevamente el trípode.
-¡Que raro, con el golpe que le dio, no le pasó nada!
-Porque es muy caro, y felizmente todo lo que se paga solamente con dinero, es lo más barato del mundo.
Los policías no entendieron nada, pero sintieron que ese tipo tenía algo bueno en su interior. Hasta lo ayudaron a empujar la camioneta que se negaba a arrancar.
KONNICHIWA ARGENTINA MARÚ
HOLA ARGENTINA MARU

Ese día a las seis de la tarde en el principio de los sesenta, era un caluroso atardecer frente a unos tostados y tres Canadá Dry en "la Cabildo", la confitería de Esmeralda y Corrientes. Lugar donde habitualmente, Juan, Walter, Mario y Luisito; se reunían a programar la "joda ó salida nocturna" del viernes y sábado por la noche. Siempre había recitales y justamente ese día se presentaba una orquesta de jazz, dirigida por un tipo poco conocido-Lalo Schiffrin. Quién podría imaginar entonces su pronta fama en Hollywood pocos años después. A pocas cuadras de allí precisamente sobre Maipú en el teatro Casino el jazz estaba en su apogeo con las visitas de Dizzy Gillespie , Quincy Jones, Paul Smith, Shorty Rodgers, Gene Krupa , Michel Legrand, Juliette Greco, sólo faltaba Oscar Peterson para decir Bingo.-
Imprevistamente Juan comentó:
-"Che... podríamos organizarnos un viajecito bien grosso para cuando terminemos el cole, de egresados, viste".
Allí Mario saltó de su silla.
-Sí, sí, a Bariloche, hay mucha joda ó sino Gesell donde van todas las putas y por fin podemos debutar.
-Dejate de joder.
Expresó Luisito con fastidio.
-Ya fuimos como mil veces, probemos algo más aventurado, estoy de acuerdo con Juan.
-No seas boludo, Mario. Ya que vamos a organizar un viaje, hagámoslo más pretencioso a un lugar exótico, con aventura, un poco más lejos de los lugares habituales.
¿Y vos, Juan; qué idea tenés?
-Y bueno Luisito, a mi me gustaría ir al lugar donde nacen los sueños.
-¿Y eso qué quiere decir, Juan?
-Quiere decir, que hagamos realidad un sueño, así de simple.
-Tengo una idea. Dijo Luisito. Lo primero que tenemos que hacer es empezar a juntar guita y la guardamos en una Caja de Ahorros, que se abre sin problemas aunque somos menores.
-Tenemos que comprometernos todos los meses a poner mango sobre mango en el Banco Boston de Diagonal y Florida, es el lugar más cómodo. No se olviden que tenemos más de nueve meses para ahorrar.
Los cuatro laburaban, y además cursaban los ingresos a la facultad. Juan y Walter trabajaban como dibujantes en una empresa constructora, Luisito andaba con el tema de las fotografías, y Mario ya había empezado a transitar los caminos de la música grande "armando en su totalidad" el programa de Rubén Machado "Escalera a la Fama” que tenia la mayor audiencia de ese entonces.-Mocho, el padre de Mario los llevaba frecuentemente a visitar Radio Splendid y Radio Belgrano, las orquestas tocaban en vivo en sus auditorios y era el momento más exitoso del negro Guerrero Martineitz. Ellos siempre andaban con pilas de long play y se transformaron en verdaderos coleccionistas de placas con el sello de Promoción de Odeón y Capitol Records.-Sabían como se integraba cada conjunto musical, cada orquesta y cuantos discos habían grabado, pero Mario era dueño de un conocimiento insólito. Era el único tipo en Buenos Aires además de los encargados de las grabadoras, que sabía los códigos de serie de cada Long Play. Cuando entraba a Casa América, siempre sorprendía al vendedor pidiéndole una grabación de ésta manera.
-Por favor, me das un Columbia A 3245 stéreo.-
El vendedor después de un tiempo se acostumbró, pero al principio era muy divertido ver la cara de sorpresa del empleado del negocio, que no entendía nada y Mario terminaba por aclararle.
-El Columbia A 3245 stéreo es el último de Tom Jones.
El vendedor con el tiempo respetó profundamente a Mario por sus conocimientos, y a veces lo llamaba a su casa para hacerle consultas sobre pedidos de clientes difíciles.
Mario iba a todos lados con una carterita donde guardaba un tesoro electrónico que le había traído Aníbal Troilo a su padre desde Japón, algo desconocido en ese entonces. Sólo lo mostraba nada más que a sus amigos, a Julito Kohan de Ken Brown y a la gente del ambiente.-El preciado objeto era un "cassette" con una cinta de grabación metida en un estuchecito, para la cual se habían hecho unos grabadores pequeños y manuales especiales, cómodos y a pilas. Con ellos sé terminarían para siempre esos despelotes que se nos armaban con las cintas, el pegoteo y las más de las veces los "enredos” cuándo el cabezal estaba defectuoso o nos cortaba nuestra mejor grabación "afanada" de una emisión en directo que lográbamos sintonizar por onda corta a través de la BBC de Londres.Los grabadores eran de cinta abierta Revox ó Magnavoz y también teníamos un Geloso. Eran grabadores pesados y difíciles de mover, así que éste inventito nuevo, nos iba a cambiar la vida a todos. Así transcurrían las horas en La Cabildo programando el viaje. Cada uno tenía un proyecto distinto. Finalmente resolvieron que Juan se ocuparía de abrir la caja de ahorros para comenzar a organizar el viaje fantástico. Los ingresos de los muchachos para esa época, significaban una cifra interesante para la caja de ahorros.-El entusiasmo era tan grande, que habían resuelto guardar dos sueldos completos por mes, y dedicar los ingresos de los otros dos para enfrentar los gastos de los cuatro. Allí reinaba el espíritu de confianza, camaradería y mutua solidaridad, el dinero importaba poco. Además los cuatro siempre sostenían que todo lo que se pagaba con dinero era lo más barato del mundo. Admirable filosofía de vida para cuatro muchachos de tan sólo diecisiete años. Al otro día, Juan ya estaba caminando por Reconquista, Corrientes y 25 de Mayo, donde se concentraban todas las agencias marítimas. El primer intento fue llegarse hasta Florida y Plaza San Martín donde la "Línea C" tenía sus cuarteles generales llenos de posters y fotos tentadoras, era como viajar a La Meca. Pero el Eugenio C, el Provence, como así también el Giulio Cesare ó el Augustus, eran barcos de lujo; en realidad no eran para ellos. Tenían ganas de afrontar grandes aventuras pero no gastarse el dinero en el trasporte.-De todos modos Juan fue hasta el local de Línea C para sacarse las dudas-Lo atendió un señor de gafas sin marcos, con bigotitos muy finos a lo David Niven y gentilmente le hizo todo tipo de preguntas, entre ellas porqué habían elegido un transporte marítimo. Juan, le contestó.
-Primero porque nunca nos subimos a un trasatlántico, y segundo porque viajar por mar nos parece original, con hospedaje y comida garantizados hasta que lleguemos al destino elegido, menos riesgos y sin traslados de aeropuertos, no tenemos ganas de andar con los bolsones a cuestas. En síntesis lo que queremos es un hotel flotante. Nosotros somos cuatro, así que seguro no nos vamos a aburrir.
David Niven sonrió y asintiendo con la cabeza le respondió.
-Buen argumento jovencito.
-Precisamente esos son los argumentos que usamos en nuestra publicidad y vos los resumiste muy bien.”
Y agregó.
-Estos barcos son muy caros para ustedes, tienen que probar en Ybarra, aunque tengo una propuesta mejor. Mi hermano trabaja en una empresa japonesa, él está en la parte de cargas pero esos barcos también llevan pasajeros a bajo costo, justo para ustedes. Por lo tanto le pediré que los atienda.-
Dicho esto sacó una tarjeta y me dijo que esperara un par de días, para poder comunicarse con él y ponerlo al tanto. La entrevista terminó con ésta frase ilustrativa.
-Los barcos de OSK van primero a Montevideo, luego Santos, después Río de Janeiro, rumbean hacia el norte hasta Belem, de allí hacen una corta parada en Colón que es la entrada al Canal de Panamá, lo cruzan y una vez en el Pacífico su primer puerto es San Francisco en Estados Unidos para encarar luego su travesía hasta Hawai y llegar al Japón deteniéndose primero en Yokohama y luego Kobe como destino final.-Lo bueno para chicos como ustedes, es que estos buques paran entre dos y tres días en cada puerto por el tema de las cargas; así que funciona como un hotel flotante con todo incluido y eso les da mucho tiempo para divertirse y conocer cada ciudad.-
-Yo también tengo hijos varones de la edad de ustedes así que luego hablaremos de un regalito que les puedo conseguir.-.
El semblante de Juan se transformó, ya había empezado a viajar con la imaginación y mientras "David Niven" atendía una llamada comenzó a soñar despierto con ese itinerario que le acababan de describir. Esto era como buscar en la distancia la mayor aventura. Juan estaba convencido por los relatos de sus familiares (Ilustrados viajeros trashumantes) de lo que significaba la idea de un gran viaje, con todas sus variables. Le habían enseñado que partir implica atravesar confines, sucumbir al poder fascinador de lo exótico, de la otredad: superar la inmediata sensatez de lo doméstico para encontrar en lo desconocido un modo de lucha pertinaz contra la nostalgia y el olvido. Le inculcaron que la aventura de un viaje equivale también a la aventura del retorno, como bien lo demuestra J.Joyce en su Ulises.-De pronto, se acercó nuevamente el señor de la empresa y Juan detuvo sus divagaciones pero se había convencido que ya estaba invadido de ese flujo adrenalítico de estar rumbo a lugares desconocidos.-
-Bueno, ¿en qué andábamos? Ah. sí, ya tenés la tarjeta de mi hermano, pasado mañana lo visitas en OSK y después que hayas confirmado la cosa, volví a verme y charlamos algo más.-
Juan observó instintivamente la tarjeta, allí impreso estaba el nombre de este señor que lo había transportado por un instante a un mundo repleto de sueños.-se llamaba Carlos Fernández y al dorso había escrito los datos de su hermano y la dirección de la otra naviera japonesa.
-Sr.Fernandez, gracias por haberme atendido de esta manera, realmente había pensado que por mi edad me darían poca pelota.-Pero tendremos toda la guita, estamos en eso, ya abrimos una cuenta de ahorros.
-Cómo "poca pelota"¿qué es eso? Aquí estamos para atender a la gente.
Juan se paralizó, se sintió descortés y avergonzado.
-No querido, fue una joda; no te dije que yo tengo hijos de tu edad, ya estoy acostumbrado a ese vocabulario.-Anda tranquilo y la semana que viene te espero, OK..
Juan recuperó su confianza e inmediatamente se le dibujó una sonrisa en el rostro.
-OK señor Fernández, charlo con los muchachos y lo definimos.
Se juntaron en el bar de la esquina de Corrientes y Montevideo a tomar una Coca Cola y cuando Juan les fue desgranando la conversación con el Sr.Fernandez; Mario, Luis y Walter se fueron a la vereda, saltaban de alegría y hasta empezaron a parar a todo el mundo para contarle que se iban de viaje de egresados al Japón.
-El Krause se va al Japón. El Krause se va al Japón..................
-Ustedes están locos, gracias si llegamos más allá de Río de Janeiro, y paren la mano.
El policía de la esquina los reprendió, habían perdido los estribos. Dos días después se acercaron en patota hasta las oficinas de la OSK Line (Osaka Shosen Kaisha ) y el Sr. Graziozi los atendió , estaba al tanto de la visita, porque el Sr.Fernandez tenía una leve indisposición.-Cuando empezó a contarles lo que podía ofrecerles, los ojos de los muchachos empezaron a destellar, sentían que se avecinaba una aventura que les cambiaría la vida.-Graziozi diligentemente les explicó que los barcos de OSK Lines eran japoneses, con tripulación y comida japonesa. Eran naves mixtas, es decir de carga y pasajeros. Su negocio era la carga, pero por convenios con el Brasil, habían habilitado "lugares" para transportar pasajeros, especialmente inmigrantes nipones a San Pablo.-Todo muy austero, pero sonaba divertido. El barco no tenía camarotes, sino que eran grandes espacios, como vestuarios de club donde había varias literas distribuidas en filas con dos o tres camas encimadas una de otras. Parecía más bien un dormitorio de cuartel. Para algunos eso era un producto in consumible, para ellos sería una fiesta continua. El precio por supuesto inigualable, ya que por la tarifa de un pasaje y medio en el Eugenio C comprarían los cuatro en el Argentina Marú. Entre todas las tramitaciones, volvieron a conversar con el señor Fernández de la Línea C, para agradecerle el dato, y quedaron en llamarlo más tarde para enterarse de la sorpresa que les tenía reservada.
Días después en el cole, pidieron a Filiberto mantener una reunión conjunta con el rector, porque les querían contar algo muy especial.
-No me vayan a decir que se mandaron alguna otra cagada, me pueden adelantar algo.
-No señor, con la reprimenda del año pasado ya nos calmamos, además esto es muy importante para nosotros; se trata de organizar nuestro viaje de egresados. Sucede que nos queremos embarcar en un buque japonés de carga y pasajeros, visitaríamos muchos sitios y posiblemente estemos más de un mes abordo. Tenemos temor que los viejos se opongan y además necesitamos otros consejos.
-Y bueno. Don Filiberto, usted se imagina él embale que tenemos, en realidad necesitamos ayuda, cosas que tenemos que resolver y aún no se lo podemos decir a los viejos, seguro que se armaría quilombo.
El Sr.Ramos había transitado los caminos de la política, y se había especializado en las Relaciones Diplomáticas y la traducción de documentos en francés, ya que su madre "Madame Dupuytren"lo instruyó sobre todos los secretos de la lengua de Víctor Hugo.Esto le valió ocupar durante muchos años ocupar representaciones diplomáticas en el exterior hasta que por su edad avanzada y problemas familiares recaló definitivamente en Buenos Aires dedicándose a la docencia. El Profesor Pagés que presidía la dirección del Otto Krause fue quién lo recomendó ante las autoridades para el cargo y para todos los alumnos el Sr.Ramos llegó a ser como una institución sagrada.
Una tarde, el Sr.Ramos los recibió en su despacho junto a Filiberto.
-Así que están embalados con un viaje por mar.
-Sí Sr.Regente y nos tienen preocupados varias cosas. Primero tenemos que decidirnos por el recorrido, pero lo más importante es que no lo podemos hablar aún con nuestros viejos, tenemos temor que nos rebote todo, y aunque a ellos en general les gustan los viajes pensamos que tendríamos que encarar la cosa por otro lado. Ellos aprecian mucho su palabra y su experiencia con los jóvenes, por eso recurrimos a usted.
-Aja. así que la cosa viene de manga,los escucho.
Los muchachos le contaron sus proyectos respecto al periplo y Ramos se entusiasmo tanto que los llenó de información sobre Brasil ya que había tenido oportunidad de platicar dilatadamente con Janio Quadros cuando fue derrocado y recorrer todo el nordeste brasileño junto a su sucesor Jango Goulart.Días después los citó nuevamente al despacho para asesorarlos y programarles un proyecto del viaje.
-Déjense de joder con eso de Yokohama y Kobe, ni siquiera intenten navegar el Pacífico.Tengo una idea mucho mejor, y si me dan bola y es verdad que el Sr.Fernandez les gestionará una extensión del viaje, yo los ayudo con sus viejos, pero. vamos a armar un itinerario más seguro, en terrenos más cercanos y les puedo asegurar que estará lleno de aventuras.
-Vayan tranquilos, este año ustedes tienen diploma de honor, así que yo me ocupo del tema del permiso, los voy a convencer, se los garantizo.
Con Ramos de su parte habían logrado un respaldo muy importante. El Regente según lo prometido se ocupó de mantener conversaciones con todos los padres. Hizo especial hincapié en el desempeño de los muchachos en sus calificaciones y recalcó que merecían ese premio, sobre todo porque se lo pagarían con su propio trabajo. También los asustó bastante con falsas anécdotas de huesos rotos en Bariloche y con el argumento que el peligro se podía dar en cualquier lado, rematando la conversación con halagos sobre el grado de responsabilidad puesto de manifiesto por los muchachos en su paso por el establecimiento.
Su ayuda fue definitiva, casi inapelable, ya que los convenció por completo. Aunque por el lado de los parientes, seguramente rememorar sus épocas pasadas llegaron a ser un factor favorable para convencerlos y permitirles ese viaje tan anhelado, así que finalmente nadie puso obstáculos.
Empezaron a hacer trámites, visitar escribanos porque eran menores, sacar fotocopias en Olivares cerca de los Tribunales, de esas negras en negativo que con el tiempo se desvanecían. Todavía no existía Xerox en la Argentina.Luego consiguieron certificados de viaje, visas de ingreso, vacunas de todo tipo y un montón de papelerío que solamente el entusiasmo de la juventud simplificaba. Se ocuparon hasta de los mínimos detalles, sus padres se contagiaron del entusiasmo de los muchachos y accedieron definitivamente a dejarlos viajar, sobre todo por la elección del barco, ya que les preocupaban los traslados entre aeropuertos, los equipajes y el dinero que llevaban encima.-El Sr.Fernandez, en complicidad con Ramos también los había convencido de esas ventajas y los calmó por completo sobre esos detalles.
El viaje estaba en marcha, ya varios sueldos ahorrados en el Banco y los pasajes saldados. El Sr.Fernandez les reveló a sus padres el regalo que tenía características excepcionales, les había conseguido tramos aéreos gratis dentro del Brasil y sin límites ni fechas, todo oficial.
Otro de sus hermanos desempeñaba una función muy destacada en la Fuerza Aérea Argentina, y su alto rango lo había vinculado muy estrechamente con sus pares de la aviación brasileña. El presente del Sr.Fernandez, era nada más y nada menos que una credencial de transporte con libre circulación entre todos los aeropuertos militares de Brasil, disponible para cualquier destino dentro del país hermano, sin fechas, sin limitaciones, sin condicionamientos. Otorgada por el ministro del aire brasileño y totalmente sin cargo. Fue el estupor y la emoción lo que los hizo atravesar el centro de Buenos Aires, casi corriendo, para entrar atropelladamente en las oficinas de la Línea C y abrazar una y otra vez al Sr.Fernandez, quién sonreía complacido por esa actitud juvenil.-Es una cosa de locos Sr.Fernandez.Usted se pasó, de verdad se lo decimos, se pasó.
-Esta bien muchachos, lo único que les pido es que me hagan quedar bien, compórtense como caballeros sobre todo en las áreas militares y en los vuelos sean chicos ejemplares, si me entero que hacen alguna cagada, los mando traer de vuelta por la Embajada Argentina.
-Ni lo piense Sr.Fernandez, vamos a portarnos como monjitas de clausura, bueno. no tanto; pero que nos vamos a portar bien y hacerlo quedar a usted mejor; Esta descontado.
Salieron emocionados del lujoso local, no sabían como agradecer semejante regalo y sus padres se sintieron conmovidos por el gesto de ese gerente de la Línea C.Las familias se reunieron entre sí, todos querían participar, y se multiplicaron las cenas en una casa ú otra.
Lo único que se hablaba era de viajes y de relatos relacionados con ellos. En todos esos años del secundario, muchas tardes de lluvia Mario, Luis y Walter visitaban a Lita y Andrés, los abuelos de Juan para comerse toneladas de tortas fritas, budín de pan, pasta frola y otras exquisiteces que la abuela Lita les servía mientras jugaban a los dados, el dominó ó la canasta. El abuelo Andrés había sido un viajero consumado, primero en la marina de guerra en los acorazados Rivadavia y Moreno y luego se había volcado a la organización administrativa del Circo Sarrasani.En esas tardes intercalaba entre juego y juego jugosos relatos y contaba sus aventuras marítimas con Aristóteles Onassis cuando ambos eran simples laburantes administrativos de esa verdadera ciudad ambulante que recorría el mundo.-Sólo existía algo igual en Estados Unidos y se llamaba Barnum,Bayley & Brothers Circus.
Nos contaba sobre el griego Onassis, el tema de los cigarrillos "Chic" Fumar esa marca embobaba a las mujeres de todo Buenos Aires, y para entrar al Tabarís ó al Goyescas había que portar una boquilla de ébano para obtener el target necesario para ser una dama distinguida. Los fletes del griego Onassis a Montevideo que se hacían con barcazas y chatas que en principio eran areneras y adaptadas para llevar bultos, salían precisamente desde los mismos muelles donde acuatizaban los primeros hidroaviones Sandringham, y verlos decolar era una de las curiosidades preferidas por los porteños.Cuando Lita invitaba a los muchachos a la casa competía con el abuelo Andrés para contar historias. Ella también había tenido una vida trashumante, artista de varieté y conocedora de innumerables viajes a ultramar con voluminosos baúles a la vieja usanza. En sus relatos mencionaba gente que los muchachos casi no conocían, nombres como Azucena Maizani, Pepe Podestá, Elías Alippi, Gardel y Razzano.Ella les contaba los secretos del equipaje, de sus gigantes baúles, de las recepciones a bordo y de la fiesta que se hacía al cruzar el Atlántico a la altura del Ecuador.-El tío de Mario que era Comisario de la Policía Federal también apelaba a sus memorias y desgranaba recuerdos del viejo continente, de sus teatros y museos, no omitiendo nunca su debilidad por la esgrima, especialmente el sable y las prácticas de tiro como asiduo concurrente al Tiro Federal y amigo de Sáenz Valiente.
SAYONARA BUENOS AIRES
ADIÓS BUENOS AIRES

Por fin llegó el día. El viaje de egresados del Otto Krause se cristalizó en un viejo barco de la última guerra llamado Argentina Marú, con tripulación japonesa y por supuesto todos sus usos y costumbres.-El destino era incierto, ya que si les permitían trabajar, como les había prometido el Sr.Fernandez; no abandonarían el Argentina Marú hasta Yokohama ó Kobe, sus destinos finales. Pero esto era un absoluto secreto, sus padres no lo permitirían en modo alguno. Eso era ir demasiado lejos y los riesgos muy grandes.
Según el itinerario pasaría por Montevideo, después Santos un puerto cafetero con playas hermosas, muy cerca de San Pablo. De allí a Río de Janeiro y después Belem. Los pasajes estaban marcados para este último destino, pero había muchas posibilidades de extenderlo hacia otros lugares.
Desde Belem, el barco cruzaba el canal de Panamá, luego San Francisco, y de allí por el Pacífico hasta Honolulu y recalaba en Yokohama y Kobe.-
Fue una tarde de diáfano sol y en el muelle estaban todos los familiares. Hasta el Sr.Ramos con Arizmendi que era el profesor de Electricidad los acompañaban. Sus padres habían aprovechado en hacer una colecta adicional "para los nenes" así que a último momento se les cargaron los bolsillos con algunos dólares más, que no les venían nada mal. Don Ramos se acercó a ellos y les dijo:-Ustedes saben que son un poco como mis hijos, estoy muy orgulloso de ustedes pero les quiero dar un consejo: no se les ocurra cortar los tapones del barco, a ver si todavía se va a pique por esas pelotudeces que a ustedes les gustan hacer. Miren que estos japoneses tienen una larga tradición Samurai y por ahí les rebanan la pistola que todavía no empezaron a usar. Ellos sonrieron, pero la emoción desencajó sus rostros por un instante, no olvidaban que más allá de la despedida, don Ramos estaba afectado de las coronarias y dudaban volver a verlo.
Ellos se encariñaron con el Regente, y prometieron escribirle contándole todos los quilombos que hacían.
-Eso muchachos, no dejen de escribirme. Pero manden la carta a casa, ya que el próximo mes me jubilo y chau Otto Krause. Aunque confieso que voy a extrañar todo eso, hasta las rabietas que me hacían dar ustedes.
-Descuide Don Ramos, primero le mandamos una postal y después en algún tramo largo de navegación le prometemos que le llegará la carta.
-Está bien, les creo. Si pueden pregúntele a estos japos algo sobre las geishas, es un tema que me apasionó toda la vida.-Por ahí, si se hacen amigos pueden sacarles datos posta. Esas minas con talco en la cara y los labios rojos me calentaron toda la vida. Ah. y esto no es joda. no se olviden de confirmar si la tienen así.-
Sacudió la palma de su mano derecha hacia ambos lados e hizo un típico gesto horizontal con ella.
-Don Ramos, gracias por todo lo que hizo por nosotros. Nuestra prioridad será enviarle la carta con toda la información y si lo de las niponas es verdad le mandamos una foto. ¿Cómo la quiere? con vello en el pubis ó peladita para ver mejor el tajo transversal.-
-Ja... ja. ja. Estos muchachos, mis muchachos. Por favor cuidensé. No me gustan las despedidas, así que los dejo antes que empiecen a sonar las sirenas, me hacen mal las emociones y ustedes saben que debo cuidarme de esas cosas.
Dicho esto les dio la espalda y levantó su brazo derecho, perdiéndose con Arizmendi entre los estibadores y el público del muelle.
A las pocas horas de dejar el puerto de Buenos Aires, ya habían comenzado a charlar con un primer oficial llamado Jujito, él les comentó que si se portaban bien y no hacían mucho lío, por la tarde y cerca del anochecer los llevaría a los “puentes de mando”. Hicieron toda la exploración del barco con mucha cautela y en silencio, Recorrer el Argentina Marú fue fascinante para ellos, ya que su estructura y sus servicios estaban diseñados para gente japonesa. En los baños existía una gran tina redonda toda de madera a modo de un jacuzzi actual, dónde los pasajeros debían bañarse juntos y con hidromasaje, y luego venían las duchas frías, todo era un rito oriental. Eso aún no era conocido en Buenos Airees.La exploración del barco fue fascinante, algunos recovecos les descubrían que años atrás en esos lugares habían montado material defensivo, ya que se veían las montantes y rieles donde habían estado emplazado armamento pesado.-Después se enteraron que justamente el barco había entrado en servicio en 1942 y fue afectado a convoyes que atravesaban el Pacífico junto a naves de guerra de la armada imperial con el Comandante Yashimoto.A la noche y antes de cenar, se acercaron al puesto de comando, y pudieron conocer al Capitán Sukurito. Circunspecto y más serio que la mierda, con un español bastante difícil de entender.
Juan se quiso hacer el simpático y le dijo que había aprendido algunas palabras en japonés y él le respondió.-
-Mejor que aprenda a decir Gomen Nasai.
-Porque seguramente harán muchas travesuras a bordo y nosotros somos marinos, no somos niñeras
En la cena, Jujito les contó que Sukurito no era tan malo como parecía a primera vista, y que sus palabras Gomen Nasai querían decir “perdón cuando se había cometido algún error ". -Durante la travesía fueron varias las veces que tuvieron que presentarse ante Sukurito y al unísono expresarle “ Gomen Nasai ”.
Cuando ingresaron al Salón Comedor del Argentina Marú, Jujito les dijo algo que sonó así: .
-“isshoni shokuyi-shimashoo.-" y a continuación agregó
-“vamos a comer con el Sr.Lancillotti.-Este señor es uruguayo y viaja muy a menudo en nuestra empresa”.
Don Rodolfo, como lo empezaron a llamar después de unas horas de conocerlo, era un tipo macanudo y les preguntó si habían estado con mujeres, ya que esa era una buena razón para éste viaje.-Lancillotti se empezó a reír de nuestra ignorancia, de nuestros jóvenes años y la falta de experiencia al respecto.-
Conocedor de Montevideo le pidieron ayuda al Sr.Lancillotti para que les recomendara donde ir al otro día por la noche, cuando se hubieran cansado de caminar por Pocitos, la 18 de Julio, el estadio Centenario y toda la Costanera.-
-No se preocupen que tengo muy buenos contactos, y les voy a recomendar una casa de putas para que hagan su debut en mi tierra. Se presentarán de parte mía y los atenderán muy bien.
-Por la tardecita antes de regresar al barco, me vienen a visitar a mi restaurante del Mercado del Puerto y me cuentan como les fue.
Temprano al otro día; casi al amanecer, atracaron en un muelle de Montevideo, esperaron a tomar el desayuno, se bañaron y con ropa limpia y una pequeña mochila se largaron a“caminar Montevideo”. -Recorrieron la Costanera pasando por Ramírez, Pocitos, Buceo, Malvin, Ingleses, La Mulata hasta llegar a Carrasco.-Se sacaron la ropa en la playita y no resistieron darse una mojada frente al grandioso Hotel.-
Horas después se pararon frente al imponente edificio y trataron de hacer auto stop; y a los pocos instantes una señora mayor se detuvo y les contó que su hijo era como ellos pero se había ido a estudiar a Buenos Aires. Su ruta era a Punta de Este y se ofreció a llevarlos para conocer, ya que estaría de regreso al anochecer. Por supuesto que aceptaron el viaje y a la hora y media estaban paseando por Gorlero en Punta.-Nos bañamos en La Brava, fuimos hasta La Barra, regresamos a La Mansa, nos volvimos a meter al mar y nos sentimos fortalecidos para emprender el regreso a Montevideo; ahora sí estábamos dispuestos a enfrentar nuestro futuro sexual.-
Cuando regresamos al centro de Montevideo, cerca del Mercado encontramos el lugar que Lancillotti nos había recomendado.-Se llamaba “La Casa de Lulú”, con su frente parecido al del Teatro Solís pero en miniatura, y adentro funcionaba un quilombo regenteado por una madama argentina digna de protagonizar un film de Fellini. Cuando nos detuvimos en la puerta con farolito rojo al costado, una señorita nos miró desconfiadamente y dijo.-Ustedes no tienen ni quince años.Le explicamos que nos enviaba el Sr.Lancillotti del Mercado del Puerto y que era nuestra primera vez. Entonces sonrió con complicidad y nos franqueó la entrada. Otra señorita con mucho colorete, una vincha negra y las tetas que les desbordaban de la blusa roja, nos atendió y nos dio un número a cada uno, indicándonos que seriamos llamados. Había que “meterse” por un pasillo y elegir la chica que estaba desocupada.-A mi me toco ir primero y una pelirroja secuestradora de amaneceres se levantó la pollera y me mostró sus intimidades diciéndome al mismo tiempo -Veni conmigo amorcito la vas a pasar muy bien. La muchacha era gordita y con los pómulos rosados y frescos. En ese momento recordé las palabras de Lito, mi abuelo.-Las mujeres que tienen buen color en la piel, algunos kilos demás, ojos brillantes y nada de ojeras; nos dan por lo menos ciertas garantías de no tener tuberculosis, sífilis ni alguna otra peste similar.Juan sabía que esto no era tan exacto, pero en el fondo el concepto relacionado con las probabilidades era bastante aceptable. Y la muchacha gordita reunía todas esas condiciones.Inmediatamente lo llevó a lavarlo al baño, pese a su resistencia.-El trató de explicarle que tenía dos baños de mar y una ducha en el barco antes de llegar a ese lugar, que estaba bien aseado. Ella insistió, resaltó que el tema nada tenía que ver con la higiene y que él no entendía nada-Lo miró un instante y resueltamente le aclaró.
-Tengo que mirarte el pito por sí tenés algo malo.
Él sonrió, y le respondió que era su primera vez con una mujer.
-Mira Nene, no te creo, además por ahí es verdad que no cogiste, pero podrías haber andado con alguna atorranta haciendo otras chanchadas y poder tener ladillas; y yo no quiero conragiarme nada; entendiste. Así que al baño que te voy a lavar, eso lo hacemos con todos los clientes sin excepción.La experiencia fue atroz, ninguno imaginábamos que era imperativo “un lavado de nuestras partes íntimas sobre una palangana enlozada y una jarra plena de agua con permanganato” la gordita pelirroja que le tocó en suerte comenzó tocándole y agarrándole el pito, apretándoselo al mismo tiempo como para exprimirlo. Luego le dio vuelta para arriba el escroto y le paso los dedos entre los pendejos. Luego volvió sobre el pito y haciendo una inspección final, acercó sus ojos a la punta y con un último recorrido de su mano expresó.
-No tenés nada, estás limpio. Está todo bien.-Igualmente deberás usar un condón nene.
Mientras terminaba de lavarlo, le sobrevino un escalofrió, empezó a temblar, le invadió una placentera sensación relajante y cuando recuperó la calma estaba la señorita con su pito en la mano y sonriendo. Él había tenido su primer orgasmo en presencia de una mujer pero el destino de su eyaculación había sido una enlozada palangana florida.-Toda una decepción. No tuvo oportunidad ni siquiera de verla desnuda, terminar debutando dentro de una ridícula palangana le pareció humillante y no había tiempo para contratar otro turno, los esperaban en el barco para cenar.-Luego se enteraría que tanto a Mario como a Walter también les pasaría lo mismo, pero a Luisito, con sus cámaras de fotos y la forma en que la convenció para hacerle una tomas; parece que le fue mejor. La mina dejó que se quedara más tiempo en la Casa de Lulú, y sin pagar una diferencia. Lo esperaron en la esquina, guardando silencio. No lo podían creer. Ellos se fueron desilusionados, estuvieron a punto de ir hasta el restaurante de Lancillotti en el Mercado del Puerto, pero era demasiado tarde y debían regresar abordo. Eran los únicos pasajeros hasta Río de Janeiro que quedaban en el Argentina Marú. Jujito les había contado que estaban recibiendo más cargas de las que pensaban, así que el viaje ( para beneplácito de ellos) extendería más sus estadías en cada puerto. De vez en cuando Sukurito se molestaba, porque hacían mucho ruido, y los japoneses del Argentina Marú no estaban acostumbrados a porteñitos tan bulliciosos. Sólo hacía horas que estaban abordo, y ya se habían integrado plenamente. Lancillotti y su esposa bajaron en Montevideo, ya que su presencia en el barco era la de sólo acompañar la carga de cosas que habían comprado en él "Once” para su nuevo restaurante. Cenaron por supuesto arroz, verduras y una especie de Chow Fan con carne muy tierna en pequeños trozos; allí la habilidad de Juan con los palitos ya era antológica. Estaban muy cansados, el movimiento había sido demasiado, así que luego de cenar, deambularon por la cubierta, bajaron tomados de los pasamanos y haciendo mucho ruido sobre los peldaños de chapa de hiero, se sumergieron en su estadio dormitorio. No pudieron ver la despedida de Montevideo, estaban tan cansados que al zarpar ya dormían, tan agobiados que al otro día ni siquiera almorzaron. Se despertaron con un gran bamboleo del barco. Se movía bastante y a su derredor pasaban olas de tamaño gigante. Jujito les dijo que estaban en un lugar difícil de atravesar, que se llama el Golfo de Santa Catarina.-Años después, Juan regresó a Montevideo desde Río de Janeiro y le tocó atravesar una tormenta en el mismo lugar, habían pasado casi 30 años. Hoy cada vez que regresa a Montevideo visita el Mercado del Puerto y luego observa con tristeza un edificio de departamentos que reemplazó a la Casa de Lulú y le vuelve a la memoria la florida palangana.
Lancillotti seguramente murió y en realidad nunca pudieron ubicar cual entre todos los locales del Mercado del Puerto era el Restaurante de Lancillotti.- Montevideo sigue siendo hermosa, ideal para recorrerla a pié, internarse en la Ciudad Vieja y dejar atrás el Arco de La Ciudadela para tomar la peatonal Sarandí.Allí cerca en La Pasiva ellos comían unos clásicos Chivitos acompañados de unas efervescentes Pilsen.- Caminando y caminando llegaban hasta las callecitas del Mercado, que a uno lo hacen recordar al viejo Abasto de la calle Corrientes, cuando la estación de subte se llamaba Agüero.Montevideo se nos parece tanto, su estilo; sus fachadas, el Palacio Salvo, las casas de los alrededores de la Plaza que siguen derruidas pero bajo el maquillaje despintado florece la serena belleza de épocas mejores.Volver a Montevideo, es estar siempre acompañado por los duendes de Galeano, de Haroldo Conti y de Benedetti. Un buen turista siempre esta obligado a llegarse hasta el Hotel Carrasco y visitar el famoso pupitre donde García Lorca escribió una de sus obras más famosas.-
JUJITO SAN
SEÑOR JUJITO

Cuando despertaron a bordo después de sus días en Montevideo, estaban en plena alta mar enfrentando una molesta tormenta.-Jujito se acercó hasta el gimnasio dormitorio y les preguntó si alguno estaba mareado.-Le respondieron que no, que lo único que tenían era bronca, porque perdieron la primera oportunidad de estar con mujeres.-Cuando le contó lo sucedido, salió corriendo por la cubierta emitiendo fuertes carcajadas, cosa nada habitual ante su peculiar ceremoniosidad.-El Capitán Sukurito los mandó a llamar y al observar que no se sentían mareos, sino más bien aburridos, les ofreció trabajo a cambio de comida occidental y criolla, es decir milanesas con papas fritas, ensaladas, flan con crema, etc; y no más arroz, te de jazmín, pescado crudo en rodajas, etc., etc.-Había que pintar con barniz unas puertas recién reparadas de los cuartos de los oficiales y había que hacerlo rápido, antes de llegar a Santos.-Cuando mencionó ésta ciudad, su cara se contrajo, como recordando algo que había olvidado mencionar.-
.-Me enteré por mi Primer Oficial lo que les pasó en Montevideo, cuidado con lo que hacen en Santos, es el puerto cafetero más grande del mundo, hay mucha prostitución, muchas enfermedades graves como tuberculosis, blenorragia, sífilis, herpes y miles de variantes más. Así que andarán por las calles de Santos acompañados de Jujito.Por lo menos el primer día. Hasta que sepan a donde tiene que ir, sin problema alguno. Esa es una orden directa del Emperador.
-Ustedes no están seguros ni siquiera en la playa.-Además me darán el dinero que tienen guardado por allí en sus mochilas, yo se los cuidaré, y no hagan macanas. Pasaron el día entero con pinceles, barnices, esmaltes, lijas, solventes, etc. Al atardecer el Capitán Sukurito se presentó a controlar nuestro trabajo. Juan esmeradamente con su diccionario de bolsillo adecuadamente escondido le dijo.
-Onaka ga sukimashta, ¿restoran wa dókodeshoo ka?
El Capital Sukurito ignoró sus palabras, dirigió su mirada hacia las puertas, las observó detenidamente. Tocó sus bordes, revisó sus texturas y al mismo tiempo asentía con su cabeza. Juan volvió a expresarle.
-Capitán tenga en cuenta que somos técnicos, de la mejor escuela de la Argentina, allí nos enseñaron a hacer las cosas bien. No creo que pueda estar disconforme, además nosotros estamos convencidos que lo hicimos bien, podemos y tenemos idoneidad para evaluar nuestro trabajo.
Sukurito giró sobre sus talones, con aire de samurai enojado y al mismo tiempo perplejo. No podía creer lo que había oído de boca de un imberbe jovencito porteño.
Permaneció en silencio un largo instante, volvió a mirar atentamente las puertas recién pintadas; y luego los enfrentó. Al verlos con las mejillas, narices, ropa y manos todas embadurnadas de pintura, cruzó miradas con Jujito, y ambos estallaron en una estruendosa risa.
-Es verdad, el trabajo está perfecto, me alegro. Aca el joven se anima a pedir en japonés que tiene hambre y risueñamente también pregunta si hay un restaurante cerca.
Retorna su mirada a Jujito y divertidamente le dice.
-Lleve a los muchachos al sector de limpieza de los talleres, que allí se saquen la pintura, se bañen y después se cambien. A las dos mil cenamos y como hicieron todo perfecto y bien, puede anunciarles el menú.
Una hora después, y con ropa limpia, ya estaban sentados frente a unos enormes platos con milanesas, huevos y papas fritas. Sukurito era hombre de honor.
Comieron y bebieron hasta hartarse. Después, Jujito se acercó a nosotros y nos dijo:
-luego suban al puente de mando, tengo algo que decirles, ya que en Santos visitaremos a una geishas amigas.
Sorprendidos y en silencio rumbeamos a las escaleras metálicas que nos llevaban a nuestro dormitorio.
-¡Que milanesas viejo, y los huevos fritos!
-Tenemos que conocer al cocinero, mañana nos presentamos y le hacemos un poco el verso. Después de todo por la comida yo soy capaz de vender una porción de mi alma.
-Sinceramente te cuento que en Montevideo me pensaba comprar salamines y quesos, te juro que me imaginaba que íbamos a correr la coneja, pero que sorpresa ¿no?
-Esa comida japonesa para nosotros, es como una “no-comida”, un “no alimento”
-Eso que decís me hace acordar a L.Carroll en Alicia en el País de las Maravillas.-Ese personaje del “Feliz no cumpleaños”, creo que era el sombrerero.-
-Cierto, ése que prefería festejar todos los días “los no cumpleaños”. Es bueno y tierno.
-¿escucharon a Jujito? Nos llevará a ver unas geishas. Ya se me está parando.
¡Huy Dios me libre!
-Che. ¿Cómo serán las japonesitas?
-El sólo pensar que vamos a tener japonesitas en bolas, haciéndonos masajes yo creo que en lugar de “irme”una vez, me voy a ir mas de mil veces.
-Estoy pensando seriamente si no sería conveniente masturbarse, antes de entrar a esa casa.
Dijo Walter con un gesto de idea.
-Vos estás en pedo, aunque lo hicieras, igual te vas a calentar y eso no será ninguna solución. Te lo garantizo. Es una cuestión mental.No sé cómo mierda se hace.
Había pasado la media hora y regresamos al puente.Allí estaba Jujito.
-El Capitán me dijo que los acompañe en Santos por unas horas,hasta hacer contacto con una gente amiga nuestra.Iremos a casa de Narita y Onho.
-¿Quiénes son?
Preguntó Juan, evidentemente ansioso.
-Unas geishas de Yokohama, muy amigas nuestras que están viviendo en Santos.
-¡Huija! carajo el Krause la va ha poner en serio y con categoría.
Jujito sonrió y apoyando una mano sobre el hombro de Juan, expresó:
-Ahora vayan a dormir, los quiero despiertos bien temprano para que no se pierdan la entraba a Santos, vale la pena. Ahhh... y otra cosa: a ponerse ropa limpia y linda, nuestras geishas sólo aceptan gente prolija, impecable y con buen aroma.Giró sobre sus talones, tomó el timón y de espaldas nos ordenó.-Ahora a dormir, inmediatamente que mañana los espera un día especial.

JINODE EN SANTOS I
AMANECER EN SANTOS I

Todavía era de noche, pero sobre el horizonte se apreciaba un dorado reflejo, en pocos instantes amanecería. Jujito entró al gigante dormitorio y los invitó a desayunar más temprano. Ellos estaban renuentes en aceptar la invitación, la jornada anterior los había dejado exhaustos. Pero el primer oficial los conminó a levantarse, ya que por nada del mundo permitiría que se perdieran ver el ingreso al Puerto de Santos coincidente con un amanecer.
-En diez minutos los quiero en el Puente de Mando.
Puntualmente se apersonamos al pedido de Jujito quién les dijo.
-Ya está por llegar el “práctico” abordará en unos minutos. Él es quién nos orientará para entrar a puerto entre estos islotes.- Al rato ya estaban junto a Sukurito y el Sr. De Moreira el práctico del puerto de Santos, su especialidad era conducir entre riscos y canales a los navíos, asegurando su llegada a la zona de atraque. Cuando el barco arrimó al muelle, se repitieron las maniobras que ya habían visto en Montevideo y a los pocos minutos, el Argentina Marú ya estaba firmemente ligado al continente.-Estaban tan ansiosos de conocer a “su gente” ó mejor dicho las chicas que los iban a iniciar en las lides del amor; Narita y Onho, que él sólo nombrarlas los ponían nerviosos.Ya en el muelle, los vino a buscar una camioneta y los arrimó hasta una hermosa casita, muy cerca del orquideario al final de la Av.Costanera en un lugar maravilloso. Por supuesto el gran jardín del chalet estaba repleto de plantas,flores y orquídeas blancas y violetas. Un suave aroma a verde y corteza de sándalo invadía el lugar. Cuando Jujito hizo sonar el pequeño gong que estaba a un lado de la puerta de entrada, el mundo se transformó. Dos jovencitas orientales con poca ropa, llenas de fragancias y sutil maquillaje los recibieron.-Para Jujito, todos fueron abrazos y cálidos recibimientos. Ellos no pudimos entender absolutamente nada de todo lo que hablaron, pero notaron que reían mucho y los miraban permanentemente a los cuatro con un dejo de ternura maternal.Entonces Juan les dijo a los muchachos.
-Me parece que le está contando nuestro episodio de Montevideo.
No paraban de reírse y al poco tiempo Jujito dijo que los vería dentro de dos horas en la puerta del Orquideario, y desapareció detrás de una cortina de bambú.-
Se quedaron los cuatro solitos frente a tres japonesitas que parecían llegadas del cielo y Juan atinó a decirles
-Kónnichiwa, jayíme mashite, dozo yoroshiku.
Una de ellas en una mezcla de español y portugués le contestó.
-Nosotras también los saludamos e igualmente estamos complacidas de conocerlos. Eso está muy bien, vengan por aquí y los cuatro se perdieron tras unas cortinas de bambú conducidos por un cuerpito alucinante que los presidía.-
Imposible contar todo lo maravilloso que fue para ellos ese lugar, su gente, el contacto con los cuerpos femeninos, la ternura y el cuidado que tuvieron con los jóvenes muchachos. Conocedoras que eran sus primeras experiencias.-Además del placer, se preocuparon por establecer un diálogo mudo, plagado de gestos didácticos que nunca en la vida podrían olvidar.-Eran geishas nacidas en Yokohama, y precisamente habían arribado a Brasil en el Argentina Marú.- Regresaron al otro día y Juan aprendió más y más frases en japonés, hasta se había enamorado de Narita.
-Arígatoo, gozaimas.
-Konbanwa.
El último día que las visitaron Juan le dijo a Narita.
-Nemui des
Narita sonrió, y con mucho cuidado para no ofenderlo le manifestó.
-Juanchi San, me parece que te equivocaste, tú no tienes cara de tener sueño, que es lo que acabas de decir, estás confundido. El diccionario te dictó mal la frase.
Juan se puso sonrojado, bajó la cabeza y se le escapó una lágrima de vergüenza. Pero prontamente se repuso y le dijo a Narita.
-Claro, que lo dije mal. Mi intención era decirte “Que tenía un sueño, y que ese sueño era llevarte conmigo”.
Narita puso sus pequeñas manos de marfil sobre su rostro y se emocionó.
-¡Onegaishimass! Por favor
-Nadie nos había dicho semejante confesión, esta es su casa para siempre.
-¡Domo arigato gosaimásu watashitachi! Gracias es un honor para nosotras.
Juan y Narita se abrazaron tiernamente, nosotros besamos a las otras chicas acompañando nuestros gestos con el domo arigato correspondiente Y ellas nos contestaron.
-do itashi mashi te.
Que según Juan era algo así como “gracias de nada”
Estuvieron tres días allí, conociendo los barrios, era frecuente, que abordáran las lanchitas que los llevaban a la Playa de Ensenada en Guaruja.-Con su arena colmada de mulatas pero intocables para ellos, acatando las órdenes de Sukurito.Por ahora las japonesitas eran su sueño y también su garantía. Ahora se preparaban para el gran destino: “Río de Janeiro” a cidade maravillhosa.-Al atardecer del tercer día en Santos, el Argentina Marú soltó amarras y ellos estaban “en trance” no lograban alejar de sus mentes esas orientales ondulaciones femeninas, los pequeños senos, la tersura de las manos y los labios húmedos que les habían también enseñado a besar. Shirita, Kisumi, Narita y Onho son los aromas femeninos que les recordarían los momentos felices y seguramente los acompañarían siempre, por el resto de sus vidas. Imposible olvidarlas , quedaron fuertemente fijadas en sus pulsiones más significativas y sin duda alguna allí permanecerán por siempre en el corazón y sus memorias afectivas. Cómo enfrentarían otras situaciones similares después de ese soberbio inicio sexual. Luego de ese sublime primer acto concretado en un marco tan colmado de ternura, belleza y tremenda calidez. Tendrían que aprender a no comparar.
JINODE EN SANTOS II
AMANECER EN SANTOS II


El Argentina Marú fue cortando la superficie de ese tranquilo mar con total reverencia. Así se sentía. Fue espectacular. Las sombras recortadas de los morros sobre la inmensidad de un mar oscuro, un aro dorado de fuego que parecía quemar el horizonte, y de golpe la aparición de la vida en todo su esplendor que era más que un espectáculo.
Arribar a Santos, no sólo era llegar a un puerto; más bien parecia una sinfonía, una manera atrevida y ostentosa del lugar por demostrar su desbordante belleza, su privilegiada posesión de deslumbrante naturaleza. Significó algo sobrecogedor que nunca olvidarían. Un luminoso recuerdo que se alojaría por siempre en sus retinas. El barco multiplicó sus tareas en los muelles de Santos, su principal objetivo era cargar toneladas de café en sacos de yute, eso les aseguraba tres o cuatro días en tierra y la posibilidad de conocer Guarujá, Santos y San Pablo. Pisaron por primera vez tierra brasileña y Brasil es sin duda alguna un país privilegiado. Después vendrían Río de Janeiro, San Salvador de Bahía, Sao Luis do Maranhao, Belem, Brasilia y muchas otras ciudades. En sus ojos se multiplicarían las imágenes recortadas sobre una paleta multicolor de belleza indescriptible. Los encantos de todas las ciudades, los esculturales cuerpos de las mulatas y las cadencias de su música los desbordaron. Descubrieron como el brasileño transpira al andar, en el baile, en el habla. Ellos aprendieron que los habitantes de Brasil son una sinfonía de colores. Asimilaron posteriormente y después de años de recorrer el mundo, que no hay otra nación sobre la faz de la tierra que posea una variedad tan grande de tonos de piel, desde el más blanco de los blancos, al amarillo, al bronceado o al negro más profundo, todos ellos agrupados bajo una sola nacionalidad. También entendieron que es una nación sin prejuicios raciales inmersa en el orgullo y la alegría de ser brasileño. El pueblo brasileño los había seducido para siempre, eso era innegable. Volverían una y mil veces y se repetiría ese sentir por ellos.
JINODE EN RIO
AMANECER EN RÍO DE JANEIRO

Las veredas ondulantes de piedras blancas y negras que se asomaban a la costa del Atlántico los estaban esperando. La transparencia de las olas que se esconden entre los morros de la playa Vermelha cerca del Pao de Azúcar continúan quedándose como imágenes fijas en sus memorias a través de los años.-Allí estaba Río, Kónnichiwa Río en todo su esplendor, nunca le dirán Sayonara, siempre será un hasta luego, y siempre permanecería en sus corazones. Las tardes, las noches y los amaneceres sobre la Av.Atlántica, ahora enorme y transitada sería imborrables.-Entonces angosta como también sus veredas; ya tenian una cobertura de piedra cortada a martillo en pequeños trozos sinusoidales, y caminar sobre ellas es como jugar con un zig zag. Ingresar por la bahía a Río fue como un millón de entradas a Santos, dejando atrás primero a Itacuruca, luego la Barra de Tijuca, después Leblón, Ipanema, Copacabana, Flamengo y nos fuimos acercando al puerto en el centro urbano de Río.Todo ese caleidoscopio de imágenes y vivencias simultáneas pero experimentadas desde la perspectiva del mar, son una postal indescriptible, que aún pocos conocen y reservada sólo para aquellos que alguna vez en su vida han ingresado a la Ciudad Maravillosa desde el Atlántico. La experiencia es imposible de transmitir, no se hereda ni es factible contarla, hay que vivirla en toda su plenitud. Río es una sirena de mar, bella como pocas; y según cuentan los cariocas después que Dios la construyó, se reservó para él un penthouse en la cima del Corcovado, para poder controlar desde la altura como podía ir mejorando las bellezas desde su paleta de colores con pinceles gigantes que van soltando flores, palmeras, aves, azules profundos y frutas variadas por doquier. Atracamos en Praça Mauá al amanecer, en pleno JINODE brasileño.-Todavía quedaban en las veredas los aromas de la caipiriñha y los camarones rociados de abundante cerveza El murmullo de los estibadores cantando sambas a las seis y media de la mañana nos brindaba una bienvenida imposible de igualar en otro lugar del mundo. Sukurito les recomendó quedarse en Copacabana, ya que el barco seguramente no zarparía en dos ó tres días..-“Río es espléndida, les conseguiré alojamiento económico en Copacabana”.
-En esta ciudad no puedo obligarlos a regresar al barco. Río es una ciudad sagrada y sería un sacrilegio no permitir que la disfruten.
-Vayan y diviértanse, pero no olviden mis consejos. Sukurito nos preguntó si teníamos algo previsto, y ante nuestra negativa se dirijió a Jujito,y le ordenó.-Haga una llamada a nuestra agencia y que se encarguen. Leitao era el gerente de OSK en Río, con los múltiples colores de su vestimenta, sus cabellos largos tipo Vinicius, con edad parecida y sonrisa constante en su rostro, nos cayo bien inmediatamente. Trasmitía la sensación de un hombre totalmente feliz. No era para menos, vivía en uno de los paraísos del mundo, con gente que más allá de su condición social, está convencida que el concepto de la felicidad pasa por otro lado. Bailar, sonreír y ser feliz; es una premisa para el pueblo brasileño. Leitao nos llevó en su cabriolet por Flamengo, cruzamos el Morro de Leme por el túnel y por Princesa Isabel desembocamos en Av.Atlántica. Siempre colmada por ese ir y venir de gente plena de matices cromáticos tanto en su indumentaria como también en el alma. A los pocos minutos ya estábamos alojados en el Luxor con una vista a la bahía que nos hacía estremecer cada vez que nos acercábamos al ventanal. Café, leite, plátanos, suco da laranja, melón, mamón, mermeladas y dolces con pao y tostadas fueron nuestro desayuno de bienvenida. Al rato sonó el “telefone” y Jujito nos avisó que pasaría por nosotros para ir de paseo .A los pocos minutos, Juan, ya estaba balbuceando en portugués. Y lo más gracioso era que le entendían todo. Pegamos la rua Jardín y a los pocos minutos estábamos atravesando las enormes puertas de hierro del Jardín Botánico. Un oasis en medio de la ciudad, el calor nos empujó a unas mesitas en el Café Avela y una encantadora mulata con dientes de marfil, nos acercó unos enormes sucos da laranja con trozos de hielo trasparentes. Mariellha, que era bahiana nos motivó aún más cuando contó que en “esa mesita” se sienta Tom Jobín a escribir partituras, perdiendo su mirada entre la foresta y escuchando el sambá que entonaban todos los pájaros desde las crestas de las palmeras. Jujito se tornó melancólico y discurrió todo el tiempo sobre su Tokio natal, sus amigos y un poco de clases de japonés.-Allí fuimos aprendiendo palabras como Jinode (amanecer) Konnichiwa (Como le va) Arigató (gracias) Sayonara (Adiós) jailee (sí, está bien) y frases para poder entendernos mejor con él y el resto de la tripulación. Regresamos al Hotel, nos despedimos de Jujito quién regresó al barco.-Nosotros nos aligeramos de ropa, cruzamos la calle y nos internamos en las suaves y transparentes olas del mar en Copacabana. Por la tarde, después de un baño refrescante salimos nuevamente a explorar, como le decíamos nosotros.-Llegamos hasta Av.Princesa Isabel luego cruzamos el túnel , rumbeamos hasta la Estrada das Palmeiras en el Barrio de Tijuca y Laranjeiras y abordamos el bondhiño para visitar el Corcovado. Desde allí la naturaleza es irreal, se experimenta la sensación de tener a todo Brasil a sus pies. Así fue transcurriendo nuestra estadía en Río, entre arenas suaves, aguas transparentes, litros de cerveza, mucha bossa nova y alimento para nuestros ojos ávidos de mujeres exóticas, morenas y sensuales. Un lugar común y cotidiano, era reunirnos con amigos circunstanciales de la playa en el Café de la Garota de Ipanema que recién inaugurado, era punto de encuentro de turistas ávidos de ponerse en contacto con ese nuevo ritmo que estaba enloqueciendo al mundo. Nada mejor que ver caer la noche tropical, mientras los árboles se mecían suavemente en la brisa carioca al son de la bossa. Acompañados de unas deliciosas caipirinhas y unos platos repletos de camarones que habían abandonado el mar para unirse a nuestra cena y hacernos compañía cada noche bajo el cielo de Río. Llegamos a convencernos que Río era femenina. Que yace enroscada en forma invitadora alrededor de una bahía de color azul profundo, y su cuerpo está formado por aceras de mosaícos negros y blancos, por elevados edificios de departamentos y montañas cubiertas de árboles. Sus movimientos son lentos y plácidos, no perturbados por la gente que se apresura ó por los vehículos precipitados. Su aliento es soñoliento, dulce y cálido. Sus ojos son las luces brillantes que fulguran sobre el océano, y después, a medida que la noche avanza y se llega a conocerla mejor, adquiere un resplandor suave y seductor. Durante el día, las nubes como vellones de lana y los pájaros multicolores adornan su cabellera. Por sus noches, esta bellísima dama morena de ojos dorados; usa como adorno las estrellas y el Cristo iluminado del Corcovado. Cansados y satisfechos, embobados y enamorados ahora de una ciudad ; Juan , Mario , Walter y Luis , regresan una vez más a bordo del Argentina Marú , mañana se alejará de esa cidade maravilhosa. Se sienten complacidos y soberbios, conocedores que su destino en los días siguientes, no será como el de muchos turistas que retornarán a las responsabilidades y el conformismo de sus propias tierras. Ellos todavía tienen mucho por disfrutar, tanto como la larga travesía del Argentina Marú se los permita. Nunca olvidarán a las cariocas. Exóticas, rubias, morenas, de tez blanca como la crema, morenas y negras como el ébano. Tampoco tratarán de compararlas con otras jóvenes que conocieron ni las clasificarán. Pero sí, les quedaba claro que durante los años por venir recordarán esas sonrisas cálidas, excitantes repletas de entusiasmo genuino que sienten las cariocas por el sólo hecho de vivir en esa ciudad.
SHI (YON) EN SALVADOR
CUATRO EN SALVADOR


Al dejar Río, navegaron más de tres días no muy lejos de la costa. Por supuesto sin riesgos, pero con su vista podían divisar en sentido contrario al horizonte, hacia el oeste y la costa; todo el borde dorado del esa porción del continente marítimo brasileño que se bañaba todos los días en un profundo mar multicolor. Desde estribor podían divisar Santa Cruz Cabralía , Canavieiras , Comandatuba , Batuba , Ilhéus , Camamu , Morro de Sao Paulo , Itaparica y finalmente nuestro destino; Salvador. En el camino que lleva a Salvador, la mitológica capital de Bahía, se encontraron con kilómetros y kilómetros de playas encantadoras con marcas de un pasado glorioso. A Luis se le ocurrió alquilar un viejo Willis con chofer para ir hasta Camamu ya que tenía información que en una iglesia barroca del 1600 había imágenes bizantinas, de paso aprovecharía a fotografiar ríos y cascadas en Valença que también estaba abarrotada de antiguas iglesias. Y para allá partió con Walter. Sukurito les aseguró que cómo mínimo se quedarían tres días completos, por lo tanto si se alejaban de Bahía, el tercer día por la noche deberían regresar al Argentina Marú. Con Mario resolvieron explorar a fondo a San Salvador de Bahía de todos los Santos. Cruzaron la calle del puerto y en la esquina de la Praça da Sé, detectaron un amplio local con un colorido cartel que decía “Seja bemvindo ao Bahía”. Allí les brindaron mucha información y algo inapreciable para Juan, un librito de portugues-español con frases y gramática portuguesa. Todo un regalo para alguien que amaba las palabras. En una callecita repleta de artesanos compraron una “figa”,un artículo del folklore local, que es una mano, siempre la izquierda, con el dedo pulgar sobresaliendo entre el primero y segundo dedos de la mano, cerrada como un puño. Los convencieron que probablemente era uno de los amuletos más antiguos en contra del mal de ojo en el hemisferio occidental. La “figa”simboliza la fertilidad, la pasión, la buena suerte, aleja las envidias y los celos y mantiene alejados a los espíritus malignos. Hubo entre ambos un silencio sagrado. Mario y Juan se miraron, ambos tocaron como con vergüenza el amuleto, sonrieron y se internaron por las calles de Bahía seguros que la vida les sonreía._Che Mario ¿te parece que nos alquilarán un auto?_No lo creo, tenemos mucha cara de pendejos. Solamente con chofer como hizo Luis.
-¿y si regresamos a la oficina de turismo y preguntamos?_Bueno, dale total con probar no perdemos nada. Cuando se iban acercando al Palacio del Arzobispado cerca de la puerta de la Escuela Católica de Leyes, Mario observó unas ruedas negras que asomaban sobre un umbral. _Mirá allí Juan, me parece que son motos y motonetas. Eso sería más divertido. A los pocos minutos ya estaban montados en una Vespa italiana y recorrieron la Baixa do Zapateiro, el Convento del Desterro hasta llegar a las escaleras de Tororó. Bajo ellas encontraron el dique que le habían indicado, que había sido un lago artificial construido en siglo XVII como parte del sistema de defensa de la ciudad. Después de pasear por el Pelourinho, almorzar cerca de la playa, y dormir una siesta, devolvieron la Vespa y se dirigieron hacia el muelle a higienizarse en el barco. Con Luis y Walter habían quedado en encontrarse a eso de las ocho al pié del elevador Lacerda; y que por si alguna circunstancia no llegaban dentro de la media hora, era de pensar que alguno atractivo los habría detenido. Pero a las ocho en punto, allí estaban con su moreno chofer. Este los llevó hasta la Av.Barra porque allí en el Camafeu de Oxássi, se servían los platillos regionales más característicos de Bahía. Pidieron todo lo inimaginable y desconocido. Luis llamó al camarero y le marcó en el menú vatapá y acaraje;Mario y Walter optaron por un ximxim de galinha y Juan por unos camaroes a bahiana,todo con mucha “batida”,la principal bebida alcohólica del lugar.Pasaron esos tres días maravillados con esa ciudad y sus playas.
Sus tejados azules y rojos que parecen pegados sobre los muros,su generosa vegetación,sus palmeras.Una espléndida arquitectura barroca,la gran abundancia de iglesias que fue la fiesta particular para las máquinas de foto de Luisito.Se llevarían grabados los miles de rostros negros con el cuerpo envuelto en ropas de estilo neoafricano.De sus comidas picantes,del aceite de dendé. De los tambores extraños que resuenan con los rituales del vudú.Con la Capoeira que Luis y Juan se animaron a imitar.Salvador no fue para ellos solamente una ciudad más.Salvador era una forma de vida completa,en donde las artes y la personalidad humana son más importantes que el dinero ó las ambiciones políticas.Bahía no es solamente una siesta bajo el sol;lejos de ello.Un vistazo a las docenas de nuevos edificios de oficinas y los cientos de casas de departamentos,los convenció de lo contrario.Los habitantes de Bahía seguramente habían descubierto una forma de vivir que tiene lo mejor de ambos mundos,y al igual que su religión híbrida y mezclada ,la ciudad se había tornado una experiencia sorprendente y fascinante.

¡ ES UNA BONITA PUESTA DE SOL !

El Argentina Marú hizo una suave maniobra, como respetando ese mar profundamente azulado y se alejó lentamente del puerto de Bahía.Quedaron atrás esos perfiles y contornos barrocos llenos de vida y esplendor.El Capitán Sukurito les informó.
-Muchachos, ahora tenemos unos largos días de navegación, así que a trabajar. Mañana temprano los quiero aquí mismo. Recibirán instrucciones del Sr.Jujito.
-Por su comportamiento ejemplar, esta noche cenarán pollo con arroz y algunos chorizos que el cocinero compró en el mercado de Bahía, les anticipo que son bastante picantes, por lo tanto coman con prudencia. Hoy están autorizados a tomar unos pocillos de sake después de la cena.
Se agarraron una tremenda borrachera, porque Luis puso debajo de la mesa una jarrita que el cocinero les había alcanzado lejos de las miradas de Sukurito.Durmieron como angelitos y a las siete de la mañana el despertador nipón ya estaba en el umbral de nuestro dormitorio.
-Vamos a levantarse, qué hay que trabajar. Hay que lavar todas las cubiertas y limpiar los botes salvavidas.
-Ustedes dos, vayan al Deck 2; allí el Sr.Yakimoto les dará los estropajos y los baldes. Luis y Juan empiecen por destapar los botes salvavidas,saquen todo el equipo de supervivencia que hay dentro,suelten las amarras,tengan cuidado con los equipos de comunicaciones,son muy delicados.-Y luego me llaman para más instrucciones.Nos estabamos convirtiendo en hombres de mar,esa era otra sorpresa inesperada del Marú.
Así transcurrió más de una semana de navegación en alta mar, la costa no se divisaba. Trabajaron, comieron, tomaron sol en las cubiertas,y Juan escribía sin parar un voluminoso diario que había comprado en Montevideo.El siempre repetía.
-Como decía el Emperador Adriano “animula, vagula, blandula ” -Esta alma, pequeña, errante y cariñosa se dedica a retener los recuerdos en este diario para el día en que la vejez nos visite,y tengamos mala memoria.
Los tripulantes del Argentina Marú, ya eran sus amigos;y pese a que en Río se habían sumado otros pasajeros; los únicos que tenían contacto con Sukurito, Jujito y la tripulación toda; éramos ellos.La excepción eran dos ancianos japoneses, qué retornaban a Kobe a visitar a sus familias, y los aviones no eran de su agrado.Preferían la solaz travesía apacible y confortable sobre el mar.Por supuesto, tenían por parte del capitán y el primer oficial un tratamiento superlativamente preferencial. Los honorables ancianos gozaban de grandes privilegios,ya que el Japón,la edad era algo para reverenciar,no para descartar.
En esa instancia del viaje habían aprendido a diferenciar los sectores del barco con toda precisión. Sabían correctamente donde quedaba el puente de toldos o puente de embarcaciones, las mangueras de ventilación, los estayes, chimeneas, palo mayor, palo de trinquete, cuarto de guardia, guindaste, escobén, pabellón postal, puente de paseo, etc. Sukurito se especializaba en la navegación a vela, así que los términos trinquete, velacro, bauprés, foque, gavia, juanete mayor, perico, cangrejo y otros los podían identificar con toda certeza.Cuando algún velero se cruzaba con ellos, Jujito que tenía facilidad para el dibujo artístico,inmediatamente les tomaba exámen y le hacía un croquis ilustrativo.Les hizo una carpeta con hermosos dibujos para diferenciar una corbeta de una fragata, un brick, también un barco de tres cubiertas, una goleta, un cúter ó una tartana; y muchos otros tipos de embarcaciones a vela..Aún los conservan y están preciosamente resguardados dentro de brillantes marcos en cuadritos que hicieron de cada uno de ellos.
Un atardecer, después de completar trabajos en la sala de máquinas, Jujito se presentó.
-Paren todo, vayan a bañarse y a vestirse que cenaremos con todos los pasajeros. Cerca de la medianoche arribaremos a Recife.
-Tierra a la vista.
Gritó Luisito, y Jujito se fue aplaudiendo la frase.
A las dos mil trescientas horas como decían los tripulantes ó las once de la noche como lo entendíamos nosotros, se empezó a divisar las luces de Recife.Todo el barco estaba en silencio, los pasajeros muy bien homenajeados por el capitán, ya se habían ido a sus camarotes. Parecía que todo había sido intencionalmente programado por Sukurito , porque en un cruce de cubierta nos dijo.
-Hoy no se vayan a dormir, que vamos a pasear unas horas por la Venecia de Brasil.Tenemos un micro grande de la compañía que nos espera en el muelle, y saldremos a reunirnos con otros colegas de la OSK.
-¿capitán, usted quiere que vayamos; en serio?
-Por supuesto, mis amigos irán con sus hijos, qué son como ustedes, y ustedes son como mis hijos. ¿Están de acuerdo?
El grito afirmativo-Sí mi capitán-fue unánime, ya nos sentíamos hombres de mar.
Recife era un lugar especial, bien llamada la Venecia brasileña debido a que es una ciudad construida sobre tres ríos y comunicada por numerosos puentes. La ciudad obtuvo su nombre debido a los arrecifes que se alinean en la costa y que hacen de la Playa de Boa Viagem un lugar poco común. Era hermoso ver por las mañanas o por las tardes en su regreso a las jangadas; ésas balsas toscas y largas con las bellísimas velas que los pescadores llevan a mar abierto.
Esa noche, habían transcurrido tantas horas desde la cena abordo, que tan acentuada la medianoche estaban nuevamente hambrientos. Cuando descendíamos por la cubierta del barco hacia el muelle, Juan se acercó a Sukurito y le dijo.-
-Capitan, onaka ga sukimashta.
El capitán miró a Walter, Luis y Mario y les dijo.
-¿Anata gata?
Nos quedamos mirándonos sorprendidos.
Juan presurosamente nos indicó.
-Dijo sí ustedes también.
Luisito con gesto belicoso lo miró a Juan.
-Nosotros ¿Qué?¿De qué mierda están hablando?.¿Qué le dijiste?
-Le dije que tenía hambre y él contestó si ustedes también, eso es todo.-
Sukurito fue testigo mudo del incidente y con Jujito estallaron en risas y fueron empujando a los muchachos planchada abajo.-
-Yo sabía que ustedes tendrían hambre, ya lo sabía. Estaba todo previsto
Luisito comentó,dirigiéndose a Walter y a Mario.
-Vieron,este hijo de puta ahora se da el lujo de dialogar en japonés con el capitán,y se chamulla a la brasileras en portugués,es increíble.Yo lo único que se decir es Voçe.
Ellos se miraron y cada uno atino a poner un brazo sobre los hombros de esos hombres de mar, lo más significativo, es que ellos los dejaron hacerlo.Y comenzaron a cantar.
-La mar estaba serena,serena estaba la mar,la mar estaba serena,serena estaba la mar.Ahora con é.
-Le mer estebe serene,serene estebe le mer,le mer estebe serene,serene estebe le mer.
-Ahora con í,capitán,dele,cante con nosotros
-Li mir estibi sirini,sirini estibi li mir.................Los seis abordaron el micro de la empresa que felizmente todavía no había recogido a los otros pasajeros.El conductor los miro extrañamente, y al mismo tiempo sonrió.Juan se acercó y le dijo:-Meu nome é Juan,diz el de voçe.Meu nome e louco.Lo mor ostobo sorono,sorono ostobo lo mor.Louco con las dos manos apoyadas sobre el volante iba haciendo ritmo,y Juan lo hacía su vez sobre los hombros de Louco.-Ahí indudablemente había gente contenta y alegre porque cantar esa una de sus manifestaciones más evidentes.
POR UNA SEMANA

El capitán Sukurito andaba furioso, de un lado a otro por la cubierta superior. Sus amigos despachantes de aduana le informaron que los camiones que transportaban su carga, habían sufrido un accidente en la ruta, a más de mil quinientos kilómetros de allí. Por lo tanto el Argentina Marú, dejaría Recife sin carga adicional. El Brasil Marú alternaría su recorrido y levantaría esa carga días después. Jujito se acercó al capitán y le trajo un mensaje desde la sala de radio. Les daban directivas desde Kobe, para que el barco abandonara inmediatamente el puerto y se dirigiera sin escalas a Belem.Esto significaba otra semana completa en alta mar. Era una preocupación para la empresa, pero para ellos todo seguía siendo puro diversión, igual estaban felices.
Esta orden de la armadora dejaba de lado varias escalas, y eso era inamisible para Sukurito; ya que había que respetar a los pasajeros y a sus posibilidades no sólo de bajar a tierra cada tanto, sino también por sus derechos de conocer otros lugares que figuraban como escalas en su pasaje. Jujito nos contó que el capitán tuvo grandes conferencias en la sala de radio con el “control” de la empresa en Yokohama, y muchas de ellas fueron de muy mal tono. Una mañana ya en alta mar, Sukurito se presentó en cubierta risueño, gracioso, divertido. No lo podíamos creer.
-Capitán, a qué se debe su cara de felicidad.
Preguntaron Mario y Luisito simultáneamente.
-Nada, por nada, estoy simplemente feliz, no hay otro motivo.
-Pero ayer estaba muy enojado Capitán. ¿Acaso le brindaron alguna solución desde la empresa?
-Sí, por supuesto. Me regalaron el mejor pretexto que se puedan imaginar.
-Perdón capitán ¿A qué se refiere?le expresó Jujito.
-Descuide Jujito San , luego le explicaré.
El capitán se alejó por la cubierta, haciendo unos pasos de baile como Fred Astaire.Realmente no entendíamos nada.
Jujito le pidió a Juan ese libro Turístico de la Argentina,pues deseaba ver unos dibujos y también las banderas del futbol.
Luego ayudamos a Jujito para programar una serie de refacciones, cambio de chapas, abulonados, pintura, etc. Ya había quedado demostrado que manejábamos las herramientas mucho mejor que cualquier tripulante, y además resolvíamos los problemas con la típica “idoneidad criolla”. Inventábamos repuestos, armábamos planchuelas soldadas, modificamos herrajes; realmente toda esa actividad estaba destinada a organizar los tiempos de ocio y la pasábamos muy bien.
Desde muy temprano en las mañanas el barco ardía de actividad, Sukurito nos confesaba que nunca, en tantos años de navegación, sé habían reparado tantas cosas como en estas semanas transcurridas desde la salida de Buenos.-Luisito le decía a Sukurito.
-Mire capitán, se lo vamos a dejar “tan pipí cucú” que no lo van a conocer cuando llegue a Yokohama y Kobe.Por su parte Walter había diseñado un cómodo y funcional sistema de silleta para poder pintar la chimenea, y cuando también logró combinar con exactitud los colores de la empresa, le pidió a Sukurito si no podía detener el navío, ó parar las calderas.
-¿Cómo detener las calderas?¿Para qué?
-Mire capitán, el barco puede seguir navegando por inercia durante bastante tiempo, hasta podemos armar un velamen con las lonas de los botes salvavidas, total usted sigue teniendo el uso de timón y el barco no irá a la deriva.
-No entiendo nada de sus sugerencias. Están locos.¿navegar a vela?
¿Para qué quieren hacer esto?
-Muy sencillo capitán. La pintura de la chimenea ya da vergüenza. Debe hacer años que nadie la pinta. Se imagina cuando llegue a Yokohama y todos vean que el navío está reluciente.Olvídese de las velas,pero pare las máquinas por unas horas,total después el tiempo se recupera y aprovechemos que el día está barbaro.Habría que hacerlo. Pero para ello necesitamos que la chapa se enfríe. Con esta brisa y las calderas paradas, en una hora logramos que la chapa pueda tarbajarse.
Y nosotros con las silletas en menos de medio día se la pintamos toda.
-Sr.Jujito, dé las ordenes a la sala de maquinas y usted ocúpese personalmente del radar y el timón; no vaya a ser que en un descuido tengamos una colisión.
-Adelante muchachos, quiero la chimenea también “PIPI CUCU”como dice Luisito San.
Ellos sonrieron, Walter tomó la batuta y como jefe del proyecto, nos pusimos inmediatamente a sus órdenes. Realmente era una buena idea.
Felizmente la puesta de sol se dio bastante tarde, y coincidentemente con ella terminaron el trabajo con toda prolijidad. Ahora habría que recuperar el tiempo, imprimir mayor velocidad, pero eso no significaba ningún problema. Llegarían a Belem dentro de la jornada prevista.
El asunto más importante era tener el tiempo ocupado. Sukurito, le había autorizado a Luis la instalación en un camarote vacío de un laboratorio de revelado. Walter se pasaba horas y horas en el puente de mando, en la sala de comunicaciones; era de suponerse que ya estaba al tanto del control total de la navegación; no nos quedaba duda alguna que ante una emergencia, él sabría como hacerlo. Mario tenía su estudio propio de música en el salón comedor donde había un viejo piano vertical, pero además Sukurito le había prestado unos instrumentos de cuerda japoneses que el capitán tenía en resguardo por olvido de algunos pasajeros. Así que tenía para entretenerse en investigar nuevos sonidos y transcurría parte del día haciendo sus ruidos melodiosamente. Juan seguía anotando y anotando todo en su diario. Escribía cuentos y contaba anécdotas en la cena para todos los oficiales. Pero había algo que lo obsesionaba, y era el de crear un diccionario bilingüe del español al japonés y viceversa; pero debía trasponer un obstáculo muy importante. Crear desde el japonés su pronunciación fonética y escribirla con caracteres de nuestro alfabeto latino. El japonés no se escribe con letras, sino con ideogramas, así que la tarea era ardua. Era un regalo que deseaba hacer a los tripulantes, ya que Sukurito y Jujito no tenían problemas con el español. Finalmente llegaron a Belem puerta de entrada de uno de los ríos más grandiosos del mundo: El Amazonas.Allí terminaban teóricamente su travesía y el destino indicado en el pasaje. Un dejo de tristeza y emoción los invadió cuando tomaron conciencia de ello.Se encontraban a casi diez mil kilómetros de Buenos Aires, y todo había sido “la gran aventura como les aseguró el señor de la naviera”
En Belem se enteraron que en esa ciudad curiosamente no había playas, sólo quedaban las opciones de los natatorios de los hoteles ó un viaje de casi cien kms.hasta Mosqueiro con sus playas de agua dulce. En esa ciudad predominaban los edificios blancos con sus techados de tejas rojas y amplias avenidas en medio de un abundante follaje tropical. Se podía disfrutar de una extensa área de jungla virgen en el llamado Parque de la Jungla, cómo así también visitar el Museo Goeldi, ya que la riqueza y variedad de sus posesiones indígenas eran inacabables. Pero lo que más los divertía era charlar en el mercado con los contrabandistas,allí todo se permitía con la total complicidad de las autoridades. Era una parafernalia de perfumes, cremas, whisky y cualquier otra cosa que a uno pudiera ocurrírsele.Ahora tendrían que solucionar su conflicto, ya que el Sr.Ramos les había diseñado dos alternativas de recorrido. La primera contemplaba la idea original de abandonar el Argentina Marú en Belén do Pará, ya que hasta allí habíamos pagado nuestro pasaje. Y desde ese lugar tomar los barquitos que remontando el río Amazonas durante una semana los llevarían hasta Manaos.Desde allí el tramo aéreo a Brasilia y después retornarían hacia el mar. Pero la otra alternativa, qué era maravillosa, tenía que contar con la anuencia y buena voluntad del capitán; consistía en “ir más allá”sin costo alguno, y en cierta forma dar vuelta el viaje. Era bastante complicado, pero quedarían a la expectativa, ya que por lo menos para descargar y cargar el Argentina Marú, tardarían no menos de dos días. Llegó el atardecer del último día en ese puerto,se cambiaron de ropa con tristeza y se aprestaron a comer. Posiblemente esa sería su última cena abordo. Mientras estaban en el camarote, escucharon mucha actividad y órdenes sobre las cubiertas. No era habitual en los puertos.Asomándose por los ojos de buey, vieron ascender por la planchada a unas señoras, con canastas llenas de telas de colores y hasta el guinche descargó sobre cubierta una extraña máquina, bajo la mirada recelosa de esas señoras brasileñas.Al rato Jujito se presentó en el dormitorio.-Tenía algo extraño en el semblante, una mezcla de cara seria que en realidad escondía un trasfondo que no pudimos desentrañar. Quedamos perplejos. Pensamos que se sentirían mal por nuestro final del viaje, y allí quedamos pensativos.Jujito nuevamente regresó al dormitorio y nos dijo.
-Que esperan, ya está la cena; y hoy sólo hay comida japonesa.
Terminaron de peinarse y ponerse elegantes y encararon las escaleras para subir a la cubierta y recorrer el largo pasillo que los llevaría al salón comedor.Al ir arribando, vieron desde lejos a Jujito observardolos desde el umbral del comedor y meterse adentro rápidamente.
Empezaron a escucharse unos aplausos y un griterio. Traspusimos el umbral del comedor y el gran salón parecía otro. Todo profusamente iluminado, con tres grandes mesas en la que estaba sentada toda la tripulación del Argentina Marú y encabezadas cada una de ellas por Sukurito y los notables ancianos japoneses.
Entre espejo y espejo de ese formidable salón se había cubierto los paños con banderas de River, Boca, San Lorenzo, el CASI y el Atlético San Isidro.El piano también había sido ubicado en un lugar preferencial del salón y lucía enfundado en una bandera argentina.
No podíamos creer lo que estábamos viendo. Por supuesto que empezamos a llorar desconsoladamente, eso era la despedida.
Jujito pidió silencio, y tomó la palabra.
-Juan, Mario, Walter y Lucho San. ¿Recuerdan hace unos días cuando el capitán se fue por la cubierta bailando como Fred Astaire San?
-Sí, lo recordamos.
-Bueno, el Capitán Sukurito, le explicará lo que pasó.
El capitán se puso de pié, su semblante rebozaba de felicidad y les dijo.
-Ese día, con el tema de la orden del control de Kobe, me dieron un pretexto para tomar decisiones, el derrotero fue alterado, y los pasajeros perjudicados. Así que ustedes, en principio podrán seguir en el barco hasta las Guayanas,hasta el puerto de Paramaribo.De todos modos seguiré haciendo gestiones, porqué esto no puede quedar así. Desde este momento, son invitados de la Osaka Shosen Kaisa y el Argentina Marú, le dice nuevamente Kónnichiwa, este es su hogar.-
Retornaron los aplausos y nos alcanzaron cuatro tazas repletas de sake para brindar, el cocinero apareció con unos bifes de chorizo a caballo y papas fritas, unas gaseosas y mucho vino tinto. Esa noche nadie del Argentina Marú pudo transitar las calles de Belem, todos estaban discapacitados para hacerlo, el sake había hecho sus efectos.A la madrugada,soltaron amarras y Belem se fue alejando de nuestra vista,nos dirigíamos a Paramaribo la capital de la Guayana holandesa.Tanto el capitán como Jujito,no conocían mucho de ella,ya que por el cambio de ruta,era la primera vez que atracarían allí para recoger un gran cargamento de bauxita.Juan,como siempre;consultó sus libros y nos ilustró algo sobre ella.En el puerto encontraríamos el Mercado Central,que era el lugar de reunión de la población.Los nombres de sus poblados no coincidían con ese lugar geográfico,pero por supuesto era una colonia holandesa y Oranjeplein,Zeelandia y Commenwijne tenían que ver con esa nación.La ciudad estaba abrazando el margen izquierdo del río Surinam justo donde se aproxima al Atlántico después de una confluencia con otro río.Ya estábamos en marcha,el Argentina Marú seguía siendo nuestro hogar,y nuestra felicidad estallaba a cada momento.
SUKURITO SAN
SEÑOR SUKURITO


Ellos nunca podrán olvidar al Capitán Sukurito, el hombre que peleó en la primera línea de la última guerra, siendo primer oficial de Yashimoto, uno de los héroes de Midway, la gran batalla naval que perdieron después de intensas jornadas frente a toda la flota del Pacífico de los EEUU.-Por las tardes, sobre cubierta y con sake por medio (un aguardiente de arroz, rico y popular en el Japón) les contaba con cariño que su hijo, fue piloto Kamikaze de unos de los portaaviones de avanzada; y muriendo como un heroe, se llevó al fondo del mar a un crucero norteamericano con toda su tripulación.Con Juan y Luis siempre discutía de política y permanentemente las preguntas más inquisitivas versaban sobre esa triste alianza Roma-Berlín-Tokio.-Nunca pudo brindarles una respuesta satisfactoria, él tampoco sabía muy bien porqué se habían involucrado en una guerra tan absurda con Hitler y Mussolini como aliados.-Les enseñó a comer con kwaits (palitos) y en pocos días, jugaban con los oficiales desafíos de velocidad para devorar platos de arroz, y oh !! sorpresa, una vez le ganaron hasta al mismo Sukurito.Se siguieron escribiendo por años, aunque era todo un barullo, ya que él mezclaba palabras en español con el inglés y otras veces nos enviaba cartas escritas en japonés, todas llenas de ideogramas que Juan llevaba a un tintorero a la vuelta de la casa de Luisito. Eso formó parte de otra historia, ya que los tintoreros, también tenían hijos muertos en la guerra, así que algunas veces comíamos con ellos "su comida japonesa" y nos mostraban fotos de Yokohama, casualmente el último puerto donde terminaba su viaje el Argentina Marú, lugar donde nunca pudimos llegar, pese a los esfuerzos de Sukurito por dejarlos como polizontes para pasar unos días en su casa de Kyoto.-Pero el encanto, la caballerosidad y el don de hombre de mundo de Sukurito nos había seducido y pasó a ser nuestro padre sustituto en ese momento especial de nuestras vidas.Nuestro pasaje terminaba en Belem, lugar donde desemboca el Amazonas (después de un largo viaje de miles de kilómetros) y allí debíamos desembarcar.El regreso no era problema,lo haríamos en aviónes militares vía Brasilia ya que nos habían confirmado que Lucio Costa en persona nos haría de cicerone en esa nueva ciudad del futuro por un contacto logrado con gente de la Presidencia de la Nación. Casi un viaje fantástico para cuatro adolescentes.-Paralelamente Sukurito nos ofreció a cambió de nuestra imposible extensión del viaje hasta el Japón por los controles de inspección que llevaba a cabo la empresa en San Francisco llevarnos "gratis” bastante más lejos y así arribaríamos a Paramaribo, un puerto de las Antillas ó Guayana Holandesas. El carácter de barco mixto,con carga y pasajeros permitía qué entre un puerto y otro y en virtud de la carga y descarga de mercaderías, nos quedábamos 2 ó 3 días en cada lugar, así que eso significaba un regalo maravilloso, además de conocer nuevos lugares. Desayunos, almuerzos y cenas estaban incluidos, y para ese momento del viaje ya estábamos integrados totalmente a la tripulación y podíamos andar por el barco como si fuera nuestra casa.-Pero Dios estaba con nosotros, ya éramos hombres después de nuestro paso por Santos, Río de Janeiro, Bahía , Recife y Belem ; pero ahora una propela (hélice del barco)había empezado a fallar, así que hubo que hacer una parada obligatoria en alta mar, cerca de Cayena (Guayana Francesa) para hacer reparar la hélice.Como estábamos ociosos, y Juan había estudiado el tema de la famosa prisión le dijo al Capitán.-Capitán.¿no le gustaría hacer un paseo hasta la Isla del Diablo?Mire que las lanchas de cubierta están impecables ya que Walter desarmó todos los motores,los lubricó,cambió bujías,en fin;todo el equipo está perfecto.-Tenga en cuenta que está a “tiro de cañón” así que no sería ningún trastorno.-¿No le parece?.Además hoy el mar parece una pileta.
Sukurito no le respondió,pero hizo un gesto de espera con su mano. La Isla del Diablo, fue una isla cárcel de ultramar que usaban los franceses para enviar a sus presos políticos, allí hubo gente muy famosa, entre ellos Dreyfus que fue un sonado caso que convulsionó al mundo y después de largos años de reclusión y sufrimiento, se descubrió que era inocente y fue liberado, pero su humillación ya tenía profundas raíces.-El lugar era una archipiélago con acantilados de gran altura, despeñaderos, corrientes vigorosas, olas con rompientes indomables, y lo peor; infectadas de tiburones. Su triste historia por muchos años fue que nada ni nadie podía escaparse de allí, y sólo el barco oficial de la penitenciaría francesa llegaba cada seis meses, con provisiones, nuevos prisioneros y recambio de oficiales. Estos últimos eran veteranos de la gloriosa Legión Extranjera, pero que por mala conducta ó actos indebidos habían sido trasladados a tal inmundo destino. Su fama siempre había sido calificada como un lugar imposible de abandonar y menos aún de fugarse, ya que sus presos vivían en mugrientas celdas, mal alimentados y rodeados muchas veces de la peor gente que había parido Francia.Sus huéspedes sólo disfrutaban de una hora al día de libertad, el resto trabajaban para la cárcel en distintas tareas y el saldo lo pasaban en sus espantosas celdas colmadas de ratones, alimañas y enfermedades tropicales. Siempre se salía de allí con los pies para adelante. A los tripulantes les gustó el relato de Juan y corrieron la voz. Pensar que durante tantas travesías habían pasado por allí y desconocían esta historia. Sukurito y Jujito estaban muy ocupados con el tema de la hélice, pero cuando les avisaron desde Cayena que estaba lista y que podían pasar a buscarla, el capitán dijo que primero pasaríamos por la isla, y ordenó que llamaran por radio a ver si nos dejaban desembarcar.-
-A Cayena llegaremos antes del atardecer al regreso de la Isla del Diablo.
Expresó Sukurito.Y fue realmente toda una expedición ya que sólo una pequeña guardia quedó al mando del Argentina Marú.De todos modos la deriva acercaba la embarcación hacia la costa,por ello Sukurito dio órdenes expresas que tuvieran cuidado y cuando llegara el momento indicado,procedieran a anclar el navío.Eso les haría ganar tiempo.
No hubo comunicación, ni hubo permiso, en la Isla no había nadie, y desde que se cerró el penal solamente una familia permanecía allí y esporádicamente pasaba varios días en Cayena.-Sukurito, que era el único que tenía referencias de la Isla del Diablo nos contó que en uno de sus viajes a Buenos Aires, se encontró en un restaurante del barrio de la Boca con Henri Charriere, el famoso Papillón; el único preso que pudo escapar con vida y dinero de la isla. Luego escribió sus memorias y sé hizo famoso...años después la prensa dio la noticia que murió muy anciano en Oriente. Por las escaleras marineras de babor abordamos los botes salvavidas,recién pintaditos y tan lindos que parecían lanchas off shore.Sukurito estaba orgulloso del trabajo que se había hecho en ellos. Recuerdo que Luis quería zambullirme en esas cálidas aguas pero Sukurito con mirada encendida y enojo digno de un samurai, lo impidió.-Después entendió que lo hacía por su seguridad, ya que el mar estaba lleno de tiburones.-Llegar a la Isla, y tratar de atracar en el viejo y destartalado muelle donde otrora llegaban los presos encadenados fue toda una experiencia, parecía como si desde los muros y los escombros existentes se escucharan quejidos y lamentos. En el muelle ya había un velero, así que seguramente encontraríamos gente. Para nuestra ilustración, su tripulante era un profesor de la Universidad de La Sorbona que estaba haciendo relevamientos del lugar, para nosotros algo así como un guía de lujo, ya que nos mostró donde estaban las viejas celdas, el lugar de las ejecuciones por fusilamiento y una especie de patio lleno de matorrales y árboles salvajes en cuyo centro estaban los restos de un pilar, precisamente en el lugar donde estaba instalada la guillotina, utilizada solamente para gente que "había traicionado a la patria". -Estuvimos cerca de dos horas en la Isla, y cuando regresamos al muelle, Mario empezó a sentirse mal, tenía fiebre; así que nos dejaron en el barco y nos perdimos de conocer Cayena. Mario , había sido víctima de alguna picadura ya que pasó una noche terrible y no pudimos dormir, pero a la mañana cuando Walter y yo nos aprestábamos por fin a apolillar, Mario pegó un salto y empezó a rompernos las pelotas porque se sentía bien. Nos pasamos toda la mañana en el fondo de la popa, en la sala de maquinas donde pasaba el eje que se había roto y daba movimiento a la hélice.Y Walter todo embadurnado de grasa metía mano junto a los mecánicos del barco,ya lo habían integrado.Le decían el ingeniero.Cerca de las dos de la tarde, emprendimos marcha hacia Paramaribo para llegar pasada la medianoche. Allí el barco cargaría caucho, plátanos (como le decían ellos a las bananas) y granos de café a granel. Fue muy divertido, ya que nos dimos nuestra primera ducha con granos de café; los japos decían que era muy estimulante para la circulación, pero estar debajo de las toberas donde sale el chorro, a veces te raspaba la piel y Mario fue el primero en abandonar. Walter se asustó bastante, ya que en un momento se hundió en la pila casi hasta el cuello, y allí nos sacaron a los dos y nos mandaron a tierra que era un pueblucho espantoso.Cuando caminábamos por las polvorientas calles de esa colonia (entonces todavía holandesa) se nos ocurrió averiguar las conexiones de transportes y para nuestra sorpresa nos informaron que solamente un viejo omnibus hacía un recorrido mensual entre Cayena y Paramaribo;no había otra cosa.Habíamos empezado a arrepentirnos por no desembarcar en Belem,ya que no queríamos perdernos el viaje hacia Manaos para remontar el río con casi una semana de navegación por la selva en unas embarcaciones divertidas pero al mismo tiempo inseguras y de terror.Pero para nosostros todo era una fiesta.En las barcazas y sobre cubierta había gente de todo tipo, nadie dormía "abajo" así que la planchada era un enjambre de mosquitos, olores nauseabundos y hasta putas que iban ó venían de Manaos ó Belem. En Belem había base militar, y desde allí podríamos ir a cualquier lado gratis, gracias al regalo sorpresa del señor de la empresa naviera (una carta para las autoridades aeronáuticas donde explicaban que estábamos en viaje de estudios y que colaboraran con nosotros brindándonos asistencia en nuestros traslados a través de todo el país y por supuesto gratis.-Desde Belem iríamos a Brasilia, ya que el Arq.Lucio Costa nos había confirmado al Diario Crítica que nos conduciría como “cicerone” por toda la nueva ciudad en construcción, dándonos material para publicar en Argentina.-Pero en realidad ahora estában en Paramaribo,anclados a un lugar bastante inhóspito. En Paramaribo, cuando nos dijeron que los caminos estaban intransitables,que no había trenes,los vuelos eran semanales y el próximo barco hacia Belem salía dentro de unos diez días, nos agarró el terror, la desesperación de tener que quedarnos en ese pueblo donde ni siquiera podíamos comunicarnos en ningún idioma. Ellos hablarían con Sukurito y para no comprometerlo le pagarían una diferencia para acercarnos hasta la próxima parada, el Canal de Panamá.Cuando regresaron al barco, Sukurito al enterarse de la situación se encogió de hombros y sólo me preguntó.-
.-¿ Donde puedo encontrar al padre de alguno de ustedes?
Todos al unísono respondieron.
-Al Zorro,el padre de Juan en el Diario Crítica de Buenos Aires.
Sukurito fue inmediatamente a la Sala de Radio y pidió una comunicación Vía Transradio Internacional .
-Quiero hablar con el Diario Critica de Buenos Aires, avísele que lo llaman del barco Argentina Marú anclado en la Guayana Holandesa, mi llamado no es por ningún problema, nada importante, sino simplemente que los chicos están bien y que me los llevo hasta Panamá.-"...
Sukurito nos conquistó,era como para pedirle que nos adoptara.Después que logró comunicarse a través de una operadora y contestó el Zorro,éste solamente preguntó si teníamos guita y Sukurito le contestó.
-De sobra ya que yo les guardo el dinero y también se los administro.
La verdad es que era muy poco lo gastado hasta el momento,nos sentíamos unos magnates.
Cortó la comunicación y nos dijo.
-A trabajar muchachos,aquí hay mucho que hacer y la tripulación se merece un descanso.Vayan a pagar su viaje.
Jujito nos entregó unos overoles parecidos a los que usábamos en el taller del cole juntamente con varios cepillos de acero, unas espátulas y un montón de pinceles.
-Empiecen por descascarar toda la pintura de las barandas y las ventilaciones,después sigan por los portones de proa y de popa.
Estuvimos muy entretenidos con la tarea,la verdad que trabajar mirando el horizonte del mar era una experiencia inigualable.Una mañana se acercó a nosotros un portaviones que estaba de maniobras y radio por medio se concretó un canje de cervezas japonesas por unos cuantos kilos de carne.Así que esa noche tuvimos un pequeño asadito que hizo Walter en una de las planchadas superiores.-Los japos estaban felices y pusieron unas botellas de sake para el consumo de todos.Después de cruzar frente a Puerto España,todo el tramo hasta Cartagena de Indias en Colombia lo hicimos casi en pedo,ya que nos duró varios días.
Una tarde empezó a diluviar y una poderosa tormenta nos obligó a encerrarnos y trabar las escotillas del súper dormitorio de treinta literas. El mal tiempo duro mucho y una mañana muy de madrugada Jujito nos vino a despertar para avisarnos que estábamos llegando a la entrada del Canal en la zona de Colón y por las esclusas del Gatún.-Don Rosendo era el práctico que abordó al Argentina Marú para guiarlo por la entrada del canal y se ofreció para llevar toda la correspondencia del barco,entre ellas nuestra emocionada carta a Don.Ramos y todo el relato de las geishas además de las cartas a nuestra familia.Fue maravilloso ver las compuertas y el modo en que el barco se iba metiendo en un estanque que se iba vaciando del otro lado, mientras con unos cables nos iban remolcando desde tierra. El barco no podía propulsarse dentro del canal, estaba prohibido.Desde el ingreso a Gatún había que navegar durante nueve horas los 82 kms de largo del canal pasando por Gamboa,las esclusas de Pedro Miguel,luego Miraflores hasta acceder al Pacífico.-Desde ese punto el barco navegaba unas horas haciendo un giro hacia la izquierda y ya se divisaba la ciudad de Panamá.
Al final llegó la hora de nuestro desembarco, todos sabíamos que sería muy difícil que volviéramos a vernos, pero Sukurito dijo:
-Dentro de seis meses estaré de vuelta en Buenos Aires, los quiero ver en el muelle cuando atraque, y dígale a sus padres que vengan con Uds.quiero felicitarlos por los muchachos que trajeron al mundo.-
Dicho esto se dio vuelta y le dijo a su primer oficial Jujito.
-Llévelos con la camioneta de la empresa local hasta el centro de Panamá y quédese con ellos hasta que encuentren un Hotel donde puedan bañarse bien ya que apestan y están todos manchados de pintura.
Así, con esa pinta nos mandamos al Panamá Hilton que costaba sesenta dólares la habitación y nos acomodamos.-Dudo que nos hubieran dejado registrarnos allí sin la presencia de Jujito y su espléndido uniforme de oficial mercante japonés.-A los pocos días Panamá ya nos era familiar.-Casi había pasado una semana desde nuestro desembarco.-El viernes muy temprano en la mañana nos mandamos al aeropuerto y conseguimos un vuelo de Panair do Brasil directo a Manaos y luego de un par de días y de tener la suerte de presenciar una función musical en su portentoso teatro,llegó la hora de embarcarnos y remontar el Amazonas. Lo más incómodo fue acostumbrarse a dormir en coys sobre cubierta, tapados con velos de tela por las alimañas y los mosquitos. En Manaos nos obligaron a vacunarnos contra el cólera, la malaria y fiebre amarilla,pero valió la pena porque Manaos era alucinante, la llamada antigua capital del caucho tenía de todo.
GRACIAS POR SU AYUDA SEÑOR RAMOS

Ya se enteró del periplo que estamos haciendo.Seguro que recibió las postales.Imaginamos que se habrá reído mucho con lo de la palangana,fue digno de un guión para un film de Fellini.También conoció el episodio de las geishas en Santos.Seguro que ahora nos tendrá una envidia bárbara.Las probamos,las disfrutamos y las amamos en vivo y en directo.No hay palabras que le podamos decir sobre ello.Cuando nos volvamos a encontrar allí en Buenos Aires,le vamos a contar tantas cosas,que lograremos algo totalmente imposible:hacer que se le pare el pito.Tuvimos algunos romances ya que Juan se enamoró de Narita y cada vez que puede le envía una postal.A luis le pasó algo parecido con Onho.Jefe,usted no se imagina las cosas que aprendimos con ellas,hasta recorrimos todo el Kamasutra de punta a punta.Parecíamos acróbatas arriba de una cama.De no creerlo.Todo irreal.Le cuento que esta carta se la lleva un práctico que abordó el Argentina Marú esta mañana para enviarsela desde Colón,a la entrada del Lago Gatún en el Canal de Panamá.Adjunto a esta va un regalo del Capitán,quién se ofreció a hacerle el relato sobre las geishas,ya que es una autoridad en esas tradiciones.Si se lo contáramos nosotros,sería muy chabacano,preferimos la pluma de un profesional como es el Capitán Sukurito.
Así que en algunas tardes se sentó gustosamente frente a la máquina de escribir y hasta se entusiasmó con el trabajo.Tanto,que pidió poder conocerlo en una de sus estancias en Buenos Aires.-No dudo que se formará una linda amistad.Tiene muchas anécdotas de la guerra y uno de sus hijos fue kamikaze,así que le garantizamos momentos muy agradables con él.De paso puede aprovechar a invitarlo a su casa,ya que en Buenos Aires, come en el edificio del Ejército de Salvación,y se aloja en el hogar para los hombres de mar que está al lado y muy cerca de nuestro cole.-Bueno Profe,le mandamos un millón de abrazos y un gran relato sobre la niponas.-Le adjuntamos una foto de una modelo japonesa en bolas,pero no se alcanza a ver si la tiene cruzada,porque no conseguimos ninguna toma de pubis rasurado.
Después de todo para qué se quiere enterar,si a usted ya no se le para más.-Un beso grande.Juan,Mario,Walter y Luisito.-
P.D.(1)Por favor,avíseles a nuestros familiares que en aproximadamente diez días,estaremos de regreso en Belem, y allí nos podrán escribir.Ya que si lo hacen ahora;entre una cosa y la otra,mas ó menos llegaremos juntos con la correspondencia.El Hotel se llama Equatorial Palace y está en la calle Blas Aguiar 612.-Belem do Pará.-Brazil.-P.D.(2)Adentro del sobre van:estacarta,nota geishas,foto nami en bolas y foto nuestra.-Un beso y un abrazo de todos nosotros desde la tierra del sol y el buen humor.

LAS GEISHAS
Otoko Ramos

Los muchachitos me contaron respecto de sus funciones,y cuanto los ayudo en sus estudios.Tengo que felicitarlo,porque realmente ha hecho un buen trabajo,imagino que sumado al desus padres.Pero la escuela es el lugar donde uno se va forjando,y estos chicos , son responsables , trabajadores , honestos y como un buen sable samuraí ; están adecuadamente templados.Para su orgullo puedo trasmitirle con toda sinceridad,que ellos están muy agradecidos a su persona,y no hay momento del día en que no lo recuerden.Por esto y por muchas otras cosas,me siento complacido de contarle algo sobre mi país y sus costumbres;y además le voy a confesar una infidencia.A través de uno de mis tripulantes,les hice llegar la foto de la niña desnuda.Ellos desconocen este hecho,porque yo me muestro severo;pero también estoy encantado con sus travesuras.-Espero que en alguna oportunidad podamos conocernos,ya que mis travesías son de aproximadamente seis meses,ese es el tiempo que tardo en regresar a Buenos Aires.Es posible que en alguna circunstancia coincidamos en el Puerto y gustosamente lo recibiremos a cenar en nuestra magnífica nave el Argentina Marú.Bueno Señor,a continuación va el relato que solicitó y que para mí fue un honor escribir para usted.-
Sayonara.
SukuritoSan-Capitán OSK Line.
Las gheishas

Desde los tiempos del Japón Feudal y hasta la modernidad, la tradición de estas mujeres educadas para brindar placer es una de las imágenes típicas de la cultura oriental. En Japón, las geishas se diferencian notablemente de las prostitutas corrientes. Ellas reciben otro trato y tienen otras atribuciones. Su rol es proporcionar más placer y deleite espiritual que físico.En su idioma de origen, la palabra Geisha es algo así como "artista" o "artesana", puesto que la función principal de esta mujer es ofrecer compañía a los varones para brindarles servicio y distracción. Así, para ser una verdadera geisha, hay que dominar las artes del entretenimiento, la música, la conversación y el baile entre otras habilidades. La historia cuenta que las niñas que iban a seguir la tradición eran entrenadas desde muy pequeñas. En las escuelas de Geishas se les enseñaba música, canto, danzas, modales, urbanidad y expresión para que fueran agradable compañía del hombre en la conversación. Cuando la joven era apta para esta tarea, comenzaba a ejercer como aprendiz para luego ser una geisha auténtica con su característico maquillaje a base de cremas, cera, polvos, crayones y colorantes que dejaban el rostro blanco y la boca redondeada. El cuello y la nuca a veces también se dibujaban para realzar su atractivo erótico para el hombre japonés. Su vestuario era lujoso y de mucho color. Una Geisha de nivel podía incluso usar kimonos antiguos de enorme valor artístico. En cuanto a los peinados, las geishas debían dormir sobre una pieza de madera para que no se arruine la obra que llevaba enormes esfuerzos.Estas mujeres aprendían a tocar el shamisen, el típico instrumento de cuerdas japonés y tambores y flautas de diferentes tamaños. Pero la especialidad de las geishas es, sin lugar a dudas, la ceremonia del te, una de las más apreciadas en la cultura japonesa. "Danna" es el nombre que recibía el hombre elegido, especie de protector, que corría con gran parte de los gastos de la geisha a cambio de su intimidad. Pero a pesar de la aparente vida de lujos que llevaban estas mujeres, jamás podían dejar la casa que las había comprado de niñas y debían saldar de por vida las deudas de educación, comida, alojamiento y vestimentas que habían recibido de pequeñas. Para los occidentales, siempre apurados y pragmáticos, buscar la forma de que perdure la pasión ha sido un desafío casi eterno. Y sin querer, Occidente ha ido perdiendo la capacidad de la pausa, el silencio y la armonía que Oriente ha logrado desde tiempos milenarios.Los orientales descubrieron hace mucho la forma de hacer el amor más placentero para ambos miembros de la pareja. Este secreto se llama "Tao del amor". El Tao se remonta a la legendaria cultura China que desde hace más de mil años adopta esta verdadera filosofía que siente el sexo no sólo desde el plano físico sino desde el espiritual. Los taoístas eran los médicos orientales de las épocas antiguas que buscaban el equilibrio de la energía del cuerpo humano. La representación es el símbolo redondo y bicolor que integra lo femenino y lo masculino, es decir, el yin y el yang.El hombre es representado como el fuego (yang) y la mujer como el agua (yin). Es él, el hombre, quien debe aprender la técnica para no apagar el fuego de la sexualidad. El tao del amor hace que la energía sexual no se desperdicie en la eyaculación. Por el contrario, hace que se eleve a otras partes del cuerpo para estimularlas. Los estados de éxtasis son múltiples y se logra así, lo que Oriente conoce como "el néctar de los dioses, que conduce a la inmortalidad". Las diferencias son notables. El placer occidental se produce en un instante agudo, como un pico, un clímax que baja luego bruscamente.Los orientales viven este placer como un valle desde el que se asciende gradualmente a lo largo del cuerpo, a través de la energía de ambos, que se fusiona y convierte en un espiral hasta que se produce el grado espiritual ansiado por los taoístas. Los orientales no condenan el onanismo o masturbación, como sí sucede en la cultura cristiana occidental, que cubre esto de un velo de culpa. Para los orientales, la masturbación permite conocer el propio cuerpo y aprender los lugares de las diversas sensaciones. Es un aprendizaje, tras el cual la pareja puede lograr la verdadera experimentación.


TODO ES DIVERTIDO

Querida Familia:
Esta vez hemos resuelto escribirles a todos al mismo tiempo. No es por fiaca, sino simplemente para que compartan las mismas noticias, ya que en este caso todas son potables. Se imaginan que hay cosas que las madres no deben escuchar y que son cómo sonidos celestiales para nuestros libidinosos y adorables viejos machos que tenemos. Esta carta es cómo si la escribiera una carmelita descalza, la pueden leer todos. Las otras, las que ya mandamos entre ellas al Sr.ramos, son para consumo delos hombres, aunque después queridas mamás ustedes igual se enterarán, pero no será por nuestra irrespetuosidad. Pensábamos encontrarnos con correspondencia de ustedes, ya que descontamos que el Sr.Ramos les dio el domicilio del Hotel.Pero hasta el momento, no llegó nada. Eso nos preocupa. ¿Acaso hay alguna mala noticia? Sí esto sucediera, por favor no lo dejen de transmitir. Aunque les parezca mentira, hemos madurado en muchas cosas, y estamos “observando la vida”desde otra perspectiva.
Les contamos que en Manaos abordamos unos viejos lanchones de tres pisos, con algún parecido a los barcos que navegan la Louissiana en el Misuri, pero por supuesto, estos están todos destruídos. Tanto que da miedo navegar los ríos Negro y Amazonas en estos cacharros; pero esparte de la aventura. Tienen unos poderosos motores diesel y la empresa que hace el trayecto se llama ENASA, cobrando unos jugosos ciento veinte dólares por persona con todas las comidas incluidas que son apestosas. El recorrido según las circunstancias puede durar entre diez ó doce días, aunque a nosotros nos llevó casi catorce llegar hasta Belem.El viaje fue incómodo y aburrido, aunque no se puede soslayar que tuvo sus grandes atractivos. Tal vez, no tomamos en cuenta que después de estar tantos días embarcados en el Argentina Marú, no era lo más conveniente volvernos a embarcar. Pero no podíamos perder la oportunidad de conocer la Guayana, la Isla del Diablo, el cruce del canal de Panamá, y recorrer toda esa ciudad maravillosa llena de sorpresas. Así que lo hecho, echo está y estamos totalmente felices.Como les contábamos nos lanzamos por río, durmiendo en “coys”sobre cubierta, ya que el calor es insoportable en los camarotes, pero aquí arriba, uno debe tomar la precaución de dormir con unos velos, las alimañas y los mosquitos son molestos y peligrosos. Pero con las debidas precauciones, se minimizan los riesgos. Salvo una pequeña indisposición que tuvo Mario en la isla del Diablo, justamente por una picadura, después de eso, ya nada nos pasó. Nuestra salud es de hierro y pareciera que hemos incorporado todos los anticuerpos de las enfermedades tropicales, porque a nosotros, nada nos sucede, estamos inmunizados. Fuimos penetrando en el río hacia el interior de la densa jungla siguiendo un pequeño tributario completamente cubierto por una sombrilla verde de árboles gigantescos y enredaderas. Las coloridas aves tropicales se encontraban por todos lados y en los árboles hasta pudimos contemplar monos salvajes. En un momento de la travesía ese espeso follaje desapareció y desembocamos en un área amplia, cómo si fuera un mar, ya que no se veía la otra orilla. El momento más dramático de todo este recorrido, por lo espectacular, fue la visita a la Unión de las Aguas, lugar donde el Amazonas, de aguas color café se encuentra con el río Negro, de aguas oscuras como la tinta. En esa espaciosa zona, sus aguas se mezclan y la línea entre ellos se puede contemplar a lo largo de cientos de kilómetros. Por la mañana dejaremos el Hotel, ya que tenemos un vuelo de la Fuerza Aérea a Brasilia.Estamos muy entusiasmados con esta parte del viaje y sobre todo por conocer a Lucio Costa y con alguna posibilidad de que también se encuentre en Brasilia Oscar Niemayer.Desde allá volveremos a escribirles. Bueno, por ahora nada más, recen para que no nos agarre aquí en Brasil una revolución, después de la caída de Janio Quadros, los rumores son muy fuertes. A Jango Goulart lo detestan quien tiene poder, ya que lo clasifican como un hombre de izquierda, y los militares andan medio molestos. Hasta a nosotros nos han revisado y preguntado toda clase de cosas. Pero Juan, les dio a cada uno el discurso que quería escuchar y nos dejaron tranquilos. Sobre todo cuando vieron las cartas de la presidencia, habrán pensado que molestarnos les podría acarrear problemas diplomáticos. Así, que desde es día nadie más se metió con nosotros. Por otra parte somos unos pobres angelitos inofensivos que no podemos hacer ningún daño a nadie. ¿No les parece?.Nos hemos enamorado de Brasil, es un país bellísimo, tal vez el más lindo del mundo por su majestuosidad; pero existe una mayúscula y profunda pobreza que son imposibles de cuantificar, pese a que este pueblo vive “como iluminado interiormente”, todos los pueblos que visitamos, dan esa sensación y aunque la “gente ande en pelotas como los indios”parafraseando a Dn.Juan Manuel de Rosas, ellos son por sobre todas las cosas muy felices con una alta dosis de sana irresponsabilidad. Esta carta, la enviaremos mañana antes de ir para el aeropuerto, y ahora nos despedimos les enviamos muchos cariños y nos pondremos a hacer los distintos sobres, el original, ésta vez le tocará a Mocho, ya que Mario se ocupó de escribirla con la dirección intelectual de Juan y Luis.Los demás recibirán las copias en papel carbónico, así que no toque mucho la superficie del papel porque sino todo de borroneará. Bueno, besos y abrazos miles, tenemos salud y mucho dinero aún; los queremos mucho. Mario, Juan, Luis y Walter.

P.D. Que pena. Estábamos contentos, pero en este instante se nos acaba de venir el mundo abajo. Justo cuando nos decidimos a cerrar el sobre con esta carta, el gerente del Hotel nos acaba de alcanzar el mensaje de ustedes. Juan salió hasta la oficina turística a buscar unos datos, así que no tomó conocimiento de esta terrible noticia de la muerte del abuelo Andrés, no sabremos cómo enfrentarlo para contarle lo sucedido. Andrés era un poco el abuelo de todos nosotros ya que nos criamos a su sombra bonachona y sabia. Realmente estamos consternados. Imaginamos cómo reaccionará Juan cuando regrese. Esta posdata la estoy escribiendo fuera de la vista de Mario, porque sería demasiado para él, y justamente se está bañando. Estos días, todos tratamos de reponernos e infundarle ánimos a él, ya que desde el momento en que ustedes dejaron el mensaje telefónico cortándonos de la enfermedad de Elena, no logramos tranquilizarlo; pero ahora este golpe tan duro, lo demolerá ó mejor dicho nos destruyó a todos.-Será difícil completar el viaje, pero en Brasilia nos están esperando y no podemos defraudarlos. Allí decidiremos el regreso. Un beso a Elena, que se mantenga fuerte hasta nuestra vuelta a Buenos Aires. Bueno, saludos, aunque ahora con una mirada llena de tristeza, como dicen aquí.”Um ollhar lleio de saudade”. -Chau para todos.-


AQUÍ ESTÁ MI PASAPORTE

Llegamos al aeropuerto de Brasilia respirando una atmósfera de pena incontenible,encima nos encontramos un ambiente muy alterado.Más allá de la melancolía y el duelo que experimentamos,aquí el momento no es el adecuado para hacer una visita turística.Parece que habría una asonada militar y no bien entramos a la sala de inmigración nos pidieron los pasaportes.Menos mal que no viajamos con los certificados de viaje solamente,porque a algunos pasajeros que no lo llevaban ,los enviaron de vuelta a Río de Janeiro sin más explicaciones.Pudimos conocer al Sr.Lucio Costa,quién gentilmente nos dio la bienvenida en el lugar donde se construirá la catedral.Nos pidió miles de disculpas,e inclusive hasta dejó deslizar que cuando se inagurara la Iglesia,nos podría invitar.Terminamos dandole un abrazo y un beso como a un padre y de allí se alejó,dejándonos en manos de un asistente para hacer una recorrida.Sin muchos detalles les contamos que es un sitio en obras,pero las altas columnas que parecen un ramillete,ya están apuntando al cielo.El arquitecto de su equipo, nos llevó organizadamente a todos los rincones de Brasilia.Sinceramente estamos muy mal de animo por la muerte del abuelo Andrés,Juan por supuesto,esta enfrentando la tarea de sobreponerse a una depresión e invadido por la tristeza;ya casi ni habla desde que abordamos el avión.Mario sigue preocupado por su madre, y lo de Andrés cambió sus gestos y acrecentó su mal humor.Así que estamos evaluando culminar el viaje y volar directamente a San Pablo como escala previa a Buenos Aires.Ya ninguno de nosotros mantiene la llama que nos movilizó durante todo este tiempo.Aunque imagino que ustedes también estan tristes,vale la pena contarles la conducta de esta gente brasileña;son dignas de estudio,ya que todos fueron desarraigados de sus lugares de origen.Y Brasilia,a pesar de su fama mundial y del hecho de que es la nueva capital de este maravilloso país,todavía es una ciudad pequeña y en construcción.El panorama urbano es encantador , casi todos los edificios son de mármol blanco y grandes ventanales reflejantes , resplandeciendo bajo docenas de grandes proyectores de luz colocados soberbiamente.Es un deleite contemplar la ciudad iluminada de noche,mientras las estrellas relucen brillantemente entre el cielo de terciopelo negro de la jungla y la sabana.Es difícil descubrir donde terminan las luces de los edificios y en donde empiezan las estrellas.Parecieran estar colocadas ahí para opacarse unas a otras.Su tierra también es singular,y por más esfuerzos que hagsa,no podrás evitar que alguna ráfaga de viento cubra tus ropas y tu rostro con una delgada capa de polvo rojizo muy fino.
El arquitecto se alejó un momento para saludar a unos amigos y Juan,que estaba casi ausente de todos los detalles exclamó.
-Miren este mapa que nos dieron en el aeropuerto.
Todos se aproximaron al plano que Juan había desplegado sobre sus rodillas.
-Que increíble,la ciudad tiene la forma de un avión,hasta tiene alas.
-Que raro que el arquitecto no nos ilustró sobre ese detalle.Es una idea urbanística fantástica.
Dijeron sucesivamente Luis y Walter.
-Que diseño viejo,es espectacular.
Cuando Eusebio el arquitecto se reintegró a ellos,ansiosamente le preguntaron.
-Eusebio,voçe nao dizer que a cidade ten forma de aviao.
Eusebio sonrió complacido y les pidió disculpas por haber obviado un detalle tan significativo.
-Cierto,las alas son para las áreas comerciales y residenciales.El fuselaje vendría a ser como el lugar donde están distribuídos todos los edificios oficiales, gubernamentales , decomunicaciones y transporte.Todos los caminos interiores de la ciudad están diseñados de tal modo que no hacen falta señales de tránsito ni semáforos.Es una ciudad hecha para que no sucedan accidentes de tránsito.Lo más significativo es la postal conocida en todo el mundo;la llamada Plaza de los Tres Poderes.
-Es aquella que pueden observar allá por este ángulo de la Rodoviaria.Son dos platos invertidos,uno de cara hacia arriba y otro en sentido contrario y que crearon una frase popular en los pobladores ya que alegan que fueron contruídos así porque son ocupados uno por la Cámara de Diputados y el otro por la de Senadores.-“y lo qué los diputados hacen de un modo ,los senadores se lo dan vuelta”.Continuamos la recorrida por el Planalto,el Palacio da Alvorada,el lago artificial,el Teatro Nacional y el Yacht Club.Visitamos la parte original que todavía resiste “viva”, la Ciudad Libre,esa construída al estilo del farwest americano donde residieron todos los trabajadores mientras se construyó Brasilia.La Cidade Livre todavía se levanta como un monumento a esos intrépidos habitantes del noreste que construyeron la ciudad capital del siglo XXI,adelantándose a su llegada en casi medio siglo.
Al otro día pidieron las disculpas correspondientes,ya que los habían agendado para diversas actividades.Entendieron que los jóvenes habían perdido a familiares queridos , así que dejaron abierta la invitación para otra circunstancia.Por la tarde fueron convocados por la Fuerza Aérea Brasileña y un viejo KC135 luego de una breve escala técnica en Uberaba, los depositó en el sector militar del aeropuerto de Campinas.-Tuvieron suerte al poder aterrizar adelantándose a una fuerte tormenta que con vientos huracanados se acercaba rápidamente a la región paulista.Un micro de transporte de tropas los acercó a Congonhas en la periferia de Sao Paulo y allí fueron retenidos practicamente un día bajo una lluvia interminable,cuyo epicentro según los pronosticadores;se dirigía con rapidez hacia Buenos Aires.La semana siguiente a su partida , sobrevendrían en Brasil golpes militares y escuadrones de la muerte.Sólo Copacabana , Ipanema y Leblón eran lugares donde la gente seguía tomando sol ; sin darse cuenta que a sus espaldas había un país ardiendo.


AUXILIO
TASUKETE KUDASAI

El clima los retuvo un día entero en el aeropuerto de Congonhas en San Pablo,y para colmo de males la terminal de Ezeiza estaba inoperable , así que aterrizaron en Rosario , otra ciudad llena de historias para ellos.Desde esa carta informando la muerte de Andrés , habían transcurrido casi diez días.La última información era que Elena estaba bien , y el duelo se fue apaciguando entre esos jovenes.
Pero una vez arribados por tren a Buenos Aires , la cara de Mocho y Lita en el andén los estremeció.Todos fueron saludos parcos , casi indiferentes; hasta que Lita se sentó en un banco del andén y les pidió a Mario y a su nieto Juan ,que se sentaran junto a ella.
Mario se puso tenso ,lo miraba al padre y a su vez apretaba las manos de Lita.
-¿Qué pasó ,Mamá esta mal de nuevo ? ¿ Por qué están tan callados ?
Lita puso sus brazos simultáneamente sobre los hombros de Mario y Juan que la flanqueaban, haciéndolo fírmemente como para retenerlos.Esperaba un estallido.
-Hijos, nosotros somos mayores, y necesitamos que ustedes nos ayuden. Les tenemos que contar algo, pero es necesario qué sean fuertes. Si ustedes se ponen mal, eso repercutirá en nosotros y quiero imaginar que no querrán que nos tenga que venir a buscar una ambulancia a este andén. Ya es demasiado dolor lo que nos pasó, así que escuchen, lloren, descárguense, pero no hagan macanas y manténganse a mi lado. Se los pido por favor.
-Esta bien Liíta pero por favor, díganos qué sucedió.
Preguntó Mario muy impaciente y con mirada encendida.
-Hijos míos, Elena murió hace dos días y hoy a la madrugada, Juan; murió tu padre.
Luis y Walter se abalanzaron sobre ellos y los abrazaron muy fuerte, impidiendo que se levantaran de la banca.
Todo el grupo se estremeció. Juan y Mario soltaron un grito sordo y desolador que sacudió la Estación Retiro.
Luis insultaba a Dios y Walter se puso a revolear los bolsos.
Intervino gente que presenció la escena para contenerlos y allí se quedaron hasta que todo se detuvo en un sollozo húmedo y lastimero de cabezas bajas.
Al rato,empezaron a desandar el andén rumbo a la salida de la estación.En pocos días,Andrés,Elena y el Zorro,ya no estarían junto a ellos.Sería difícil regresar de la profundidad de esas almas golpeadas y de esa sorpresa tan inesperada.
Por casi un mes,Juan y Mario se encerraron en sus casas.Luis y Walter hacían vigilias sentados en sus autos, esperando se produjera un milagro; pero no sucedió.
Elena y El Zorro,ya no estaban más en Buenos Aires,habían partido posiblemente con rumbos distintos.Ella a visitar a Orfeo.El Zorro,seguro que andaría por allí,merodeando los estaños de los bares de su ciudad,y ciertamente de noche dormiría sobre la frescura del asfalto de la calle Corrientes tapado con una nube llena de luces multicolores.-
Antes de fin de año , Mocho,tuvo que ser internado en un instituto psiquiátrico,y todos los días los muchachos en compañía de algún colega músico y amigo lo visitaban.
Ese año,ni tampoco el otro pudieron estar en el muelle al arribar el Argentina Marú a Buenos Aires como Sukurito les había pedido.-
Luis y Walter pasaron noches y noches visitando la casa del Sr.Ramos quién les ponía "la oreja" para escuchar sus lamentos.Hasta Páez y Filiberto viajaron desde el interior para cenar con ellos una noche,en que Juan y Mario también aceptaron estar presentes.
Después de tres años cuando lograron apaciguar su melancolía;los muchachos volvieron a reunirse en la Cabildo,una tarde al mirar el reloj,resolvieron que era una buena hora para un compromiso pendiente.
Se fueron hasta Transradio en Reconquista y Corrientes, he hicieron esa llamada que tanto anhelaban.Una comunicación marítima con el Argentina Marú que estaba navegando desde San Francisco hacia el canal de Panamá.
Jujito los recordó inmediatamente pero con tristeza les dijo.
-Sukurito se quedó en San Francisco para regresar urgente a Kyoto, ya que imprevistamente falleció su esposa; ahora sólo le queda una hija.
De todos modos escriban a la empresa,él no los olvida y siempre guarda las esperanzas de verlos grandes y crecidos.Traten de mantenerse en contacto con nosotros.Lamentamos mucho lo de sus familiares.Pidan en las oficinas de la OSK de Buenos Aires,que les den la dirección de la empresa en Yokohama y allí nos escriben.Pronto el Argentina y el Brasil Marú,irán a desguace;todo envejece.Haremos un último viaje a Buenos Aires antes de fin de año,les avisaremos con tiempo para que vengan a cenar a bordo y despedirlo junto a nosotros.Domo arigato.
Colgaron el tubo,y allí en esa cabina apretujados se miraron y lloraron otra vez.
Los cuatro dejaron la esquina y comenzaron a descender por esa magnífica rampa descendente que es la calle Corrientes después de Reconquista y 25 de mayo.
Siempre en silencio fueron con las cabezas bajas,casi sin respirar.Tocaban cada tanto con su brazo el largo paredón del Parque Japonés,hasta que desembocaron en la Plaza Británica.
Consternados se sentaron sobre un borde del cesped,y de pronto al oscurecerse la ciudad,miraron hacia arriba; justo desde ese reloj maravilloso de cuatro caras,brotaban tres rayos refulgentes y brillantes que casi caían sobre sus caras.La Torre de los Ingleses,les murmullaba al oído que esas luces eran el Zorro,Andrés y Elena.Ya estaban entre amigos.Sintieron como que la plaza era de ellos,vivieron las presencias ahora ausentes.A lo lejos desde un taxi estacionado junto a la vereda,se escuchaba música y cuando Mario prestó atención,les dijo.
¿Saben lo que está escuchando el tachero?
Ellos lo miraron sorprendidos.
-El tipo tiene buen gusto.Está escuchando el Trova DA 5000-Mono.-
-Dale Mario,dejate de joder,traducí querés.Perdoname,tenés razón.Es el tano Piazzolla con Gerry Mulligan y el tema es Aires de Buenos Aires.¿Saben que es lo curioso?¿Qué tiene de curioso ? Le dijo Luis con fastidio.-Que ese tema tan increíble lo hizo el yoni como homenaje a Buenos Aires,lo compuso él,es el único del long play que no es del tano.-La puta madre,¡qué bueno!Dijo Walter.-¿Cómo qué bueno ? expresó Luis furioso.-Sí, que el tema es muy bueno.--Qué tema ni que pelotas,como un yoni se va a dar el lujo de escribir sobre Buenos Aires, nadie le avisó que primero nos tiene que pedir permiso a nosotros.-En ese preciso instante los reflectores se enfocaron hacia ellos,casi sintieron hasta el calor de la luz,todo brilló con más esplendor.No cabían dudas , la Torre de los Ingleses los estaba saludando.
AMIGOS DESCONCERTADOS

-Che Walter,contame.
- ¿Así que a Luisito le va bárbaro con la fotografía ?.
-Sí,lástima que se tiene que andar escondiendo
-Su militancia en el centro universitario,lo tiene a mal traer
-Yo le dije que la parara,pero no me hace caso.
-Fijate en Mario,el anda con su música y le va bien,lástima lo de su matrimonio
-¿Y vos Walter ahora que vas hacer que perdiste ese laburo y te divorciaste?
-Mirá tengo muchos familiares en Rosario,así que me iré para allá.
-Pero Walter,porque no te venís conmigo a Nueva York,probá otra vez.
-No,Juan,esa ya la hicimos, como ilegales.A esta altura de mi vida no quiero rajar más.Tu hermano me dijo que empezó mis trámites.Cuando haya salido todo,entonces recién dejare Rosario y voy.
-Vos andá tranquilo Juan,total aquí ya no te ata nada y tenés los papeles.¿No es así?
-Sí,tenés razón,no vale la pena estar sin papeles.
-¿Sabés una cosa,Juan ?
-Que te pasa.
–Y....que estuve pensando...
–Habrás estado soñando,si vos no sabés pensar.
-Ché,dejate de hinchar y escuchame en serio,es importante.
-Bueno,dale,soy todo oídos.
–No,che;en serio. Estuve reflexionando todos estos días.
–¿En qué?
–En que yo no tendría que haber estudiado Ciencias Exactas.
–¡Pero si te encanta tu trabajo!sos casi un genio.
–Claro que me encanta....pero
-¿ Pero qué ?dale decilo de una vez
–Que no es lo único que me encanta,hay otras cosas ¿viste?
–Qué piola. Yo soy periodista y me fascina ir al cine, me vuelve loco el jazz y adoro tomar sol en Riviera Francesa.Pero todo al mismo tiempo no se puede hacer.No se puede chiflar y cantar.Una cosa a la vez.
–Qué estúpido.A eso no me refería.
-Lo que quiero decir es yo creo que las Ciencias Exactas no eran mi vocación.
-Mirá Juan, Luis está chocho con sus fotos,vos con la literatura y los libros,Mario con la música.Lo mio no tiene sentimientos,es todo dos más dos y no hay variaciones.
-Vos estás loco,sos casi un científico que mierda,estás con la ciencia.¿te parece poco?
-Quiero decir que una cosa es la profesión y otra la vocación.
-Ustedes,hacen todo eso como vocación,lo mío es simplemente porque me gusta y lo seguí,es una inclinación,pero no es vocacional.
-En realidad quisiera impregnar mi vida de otras cosas,no de investigar un circuito para una pantalla de rayos catódicos, un robot ó cualquier otra mierda.
-¿No sé si me entendés?
–Ay, Walter , estás un poco chiflado viejo..........
–Bueno,está bien;las ciencias exactas también son una vocación, OK. Pero tengo otros intereses como ser humano , y estuve pensando que no es justo que uno desarrolle una sola vocación si tiene otra que le gusta más.Al final son dos ó tres mis vocaciones,inclinaciones ó como le quieras llamar.
–Ves,loco;te estás aplicándo las ciencias exactas a vos mismo.
–¡Eso! No es justo,no me digas así.
-Pienso en algo que me haga feliz
–¿Y cuál es tu otra vocación, si se puede saber?
–Te vas a cagar de risa.
–No, estoy preparado,dale escupí.
–No, no lo vas a tomar en serio.
–Dale,Walter, yo nunca te tomé en serio,te conozco demasiado.
–Bueno,está bien,el asunto es que a mí las Ciencias Exactas me gustan, es cierto, pero hay otra parte de mí que está como... dormida,ó por explotar.Es una sensación rara.
–Dale, Walter ; ahora te venís a hacer ese planteo.
-¿qué querés estudiar a esta altura de la vida ?¿hacer otro curso en la Pitman?
–No, no , no te digo nada , te conozco, tu alma de político profesional.
-Me vas a hacer sentir un ridículo.
–Dale,Walter;ahora que empezaste la conversación terminala,no seas boludo.
–Bueno,quiero algo que me llene el alma.¿Viste?
-Quiero sentirme útil y sentirme bien conmigo.
-Hacer algo como Albert Sweitzer ó el Che; ir a un leprosario ó un pueblo perdido de Africa y ayudar a la gente.Uno no puede ser tan egoísta.¿Me entendés ahora?
Juan se quedó en silencio.Y movió la manos nerviosamente.–¿Escuchaste,lo que te dije Juan ?
–Sí.–¿Y?-Sí, ¿y qué ?Puta madre Juan ,contestame ¿y qué?--¿Carajo,que mierda pensás de lo que te acabo de decir ? Otro silencio los separó.Juan lo miró a los ojos como un lince y asintiendo con la cabeza–¡Vos sabés Walter que yo también pienso igual ! ----Sabés qué tenés razón.

EQUIPAJE II
NIMOTSU II

Juan:
Me contó Luisito que le enviaste una notas para un corresponsal en Barcelona, me podrías mandar una copia,me gusta lo que escribís.Pero el motivo de esta nota es para avisarte que recibí la visa del National Center y te cuento algo increíble,ya califiqué para esa multinacional de electrónica, en síntesis;me están esperando.Antes de cuarenta días estoy por allí, pero primero tengo que pedirte un favor.En el diario de aquí tengo un amigo,y quieren hacer dos notas.Una sería sobre Buenos Aires con mucha publicidad,pero necesitan acompañar todo con un “destacado”de la vida en Buenos Aires de los 60 en adelante más ó menos y no encuentran a nadie.La otra es un artículo a modo de ensayo respecto a ¿qué es una aventura? (ese sería el título).-Please friend haceme las notas rapidito y ponela en un Jet Pack de UPS y yo la busco en Ezeiza.Después te mando la guita.-OK.Un abrazo.Walter
Amigo:Estoy muy triste y deprimido,porque me avisaron que el tío Bautista está muy delicado.Imaginate Mario esta desesperado y a diez mil kilometros se siente como si estuviera tan lejos como en la Luna.Vos sabés que para nosotros era como un padre más,ú otro abuelo.La puta madre,se están muriendo todos.A Mario lo agarra justo en este momento que había empezado a hacer una buena carrera y se estaba vinculando muy bien con el ambiente.En fin,son pálidas,de todos modos no podemos cambiar nuestros proyectos.Trataremos de ir cuanto antes y regresamos enseguida, porque no podemos correr el riesgo de perder los laburos, ser tan pragmático en esta situación me revuelve las tripas.-Te mando la notas sobre Buenos Aires y Una Aventura como me pediste.-La verdad es que no estoy muy inspirado,pero entregalos así,ahora otra cosa no puedo hacer.Bueno,un abrazo.Chau.Juan.

LOS INVITO A VISITAR LA HISTORIA DE MI CIUDAD
WATASHINO MACHI NI SHOOTAI SHIMAS

La diversión nocturna entre los porteños, se repartía principalmente entre los restaurantes, el cine ó los lugares para ir a bailar. Las boites elegantes empezaban a proliferar en el centro Hippopotamus, Wana , Jaque , Africa y la colosal Mau Mau de los Lataliste sobre Arroyo.Hacia el norte y después de la Gral. Paz estaba Costa Norte, y mucho más allá Reviens , Sunset , Magoya , Roof Brasil , Enamour , Gringó y Azote.En el centro, Gath y Chaves y Harrods brillaban con luz propia, eran los Carrefours de entonces. Hasta había una casa sobre Carlos Pellegrini casi Lavalle que se llamaba "Al Encaje de Bruselas"y sólo vendían puntillas, hilos y demás accesorios. Pero había otros lugares que Buenos Aires mantenían en secreto y que estaban sobre Reconquista ó 25 de Mayo donde años atrás se habían instalado el Cosmopolita y el Bataclán y al desaparecer dejaron lugar a oscuros barcitos de marineros.Como olvidar los miércoles y sábados de box en el Luna Park,o las transmisiones de Buck Cannel desde Nueva York para la Cabalgata Deportiva Gillette.El recuerdo nos trae a Merentino , Lausse , Federico Tompshon , Kid Gavilan , Archie Moore; y una época de grandes hombres del ring. Después Tito Lectoure comenzó a salpicar con su Holidays On Ice y las pistas de hielo se conocieron allí frente al edificio de Correos, muy cerca del Corrientes 11 donde se comían unos excelentes caracoles que nos hacían consumir como mínimo 1 kilo de miñones para mojar en la salsa.
Ni que hablar del Pulpo de Tucumán y Reconquista, donde el maestro cocinero nos mostraba el bloque de hielo para elegir nuestro trozo de tentáculo de pulpo, que "a la gallega” tenía que acompañarse con vino Ribera del Avía que sé servia en tazas.-
La parrillada era especialidad de La Estancia, La Cabaña sobre Entre Ríos y también de los carritos de la Costanera, cuando aún estaba la Munich que después sé tranformó en un Museo de Comunicaciones.
Los empleados al mediodía y los trasnochadores casi entrada la madrugada deglutían enormes platos de vermichellis al tuco y pesto en Pipo, sobre Montevideo cerca de la calle que nunca duerme.
Los más jóvenes al principio disfrutaban con los recitales en auditorios de las radios El Mundo,Belgrano ó Splendid; que daban Jonnhie Ray y Richard Antonhy , pero luego los grandes teatros como el Opera , Metropólitan y Gran Rex se sumaron a la moda y por allí pasaron Bill Haley y sus Cometas, Luis Armstrong , Placer en Las Vegas con Los Plateros, la extravagante Coccinelle,la primer travesti de esas epocas.Un poco después llegaron las grandes estrellas;Frank Sinatra,Paul Anka,Samy Davies Jr.y Tony Bennet y quién puede olvidar a Ray Antonhy y sus éxitos de filmes y series televisivas.Apareció un sucesor local y de trascendencia internacional que lo superó, nuestro respetado Lalo Schifrin, al que se lo podía escuchar en "Tardes de Jazz"de la Cabildo, bajo el Hotel Roig en Corrientes y Esmeralda.-Imposible no recordar ese Buenos Aires que nunca dormía, no sólo en el centro sino tampoco en San Isidro, Martínez, Beccar, San Fernando, Olivos o Vicente López, todos los templos de la música estaban en sus territorios. Luego Ramos Mejía y zona oeste comenzaron la competencia con IL Corno y el Pinar de Rocha y el ruido empezó a repartirse por más y más barrios de Buenos Aires.-

UNA AVENTURA

El problema con las aventuras es que toda aventura necesita héroes, y el problema con los héroes es que no existen. Las aventuras de verdad son literarias, o de historietas y también cinematográficas. Los únicos héroes reales hechos y derechos siempre son personajes de ficción. Salvo raras excepciones.
La antigüedad clásica ya tenía estrategias para no romper el encanto de las aventuras y a la vez impedir que alguien se creyese un héroe. En Roma, cuándo a un general victorioso le era concedido el triunfo-el derecho de marchar por la ciudad con su ejército hasta el templo de Júpiter Capitolino-lo escoltaba un esclavo, designado por el emperador que al mismo tiempo que sostenía la corona del general durante el desfile, le murmuraba al oído "Recuerda que eres apenas un hombre" y otras lindezas destinadas a morigerar su entusiasmo.
El ejemplo de Roma es bueno para darse cuenta de qué madera están hechos los "héroes" que no pertenecen a la literatura, sino a la historia y las efemérides patrias: para acceder a un triunfo, el general victorioso debía acreditar haber matado en la batalla a no menos de cinco mil enemigos extranjeros. No todos los "héroes"literarios, sin embargo, son héroes entre comillas como los generales romanos; hay héroes reales, sí, pero distan bastante de los que pueblan las distintas novelas. Se trata de héroes que tienen la realidad del barro, la sangre y el mal olor, y que no se ponen tan decididamente de parte del bien como uno quisiera porque no existe nada tan decididamente bueno.-¿el socialismo posible?,¿La libertad posible en el capitalismo?-como uno quisiera. Los únicos héroes en serio son personajes de historieta,que no están contaminados; pero desgraciadamente no existen.


¿ME PUEDE AYUDAR ... POR FAVOR?


Germán llegó a Barcelona unos días después en que Luis ya había partido.Con sus amigas se sentía bien,pero no era lo mismo que encontrarse con Luis,con Mario,Juan ó Walter.Si bien él los conoció durante el último año de la secundaria,todavía le quedaba un resabio de bronca y amargura por no haberlos conocido antes.Su padre había sido trasladado por la empresa desde La Plata,y para no viajar todos los días,tuvo frecuentes entrevistas con el regente del Krause,el Sr.Ramos.Quién finalmente accedió por sus buenas calificaciones en aceptarlo a cursar el último año en esa escuela.Recién,a mitad de año Juan,Luis,Mario y Walter comenzaron a integrarlo a su grupo y a veces los acompañaba en sus salidas.Comenzó a rememorar un diálogo que siempre iba y venía de su mente.El de esa tarde en que estaban los cinco en La Cabildo
-Ves Germán,en esta mesa programamos nuestro viaje en el Argentina Marú.Aquí fue donde forjamos nuestro sueño de hacer esa travesía.Si te hubiéramos conocido antes,por ahí habrías venido con nosotros.-
-Es verdad Juan,no me lo recuerdes porque me pongo mal.
-¡Qué lindo hubiese sido! ¿No?
-Y bueno German,otra vez será,aunque tiene su lado bueno.
-¿Cuál puede ser el lado bueno ?.Que zafaron de mí.-
-No viejo,simplemente que junto a vos podríamos haberle hecho sombra a los Cinco Grandes del Buen Humor en aquella época.Nosotros éramos más divertidos.
-Sí,te entiendo y yo quién sería ¿Cambón?
-No,dejate de joder,te estoy hablando en serio.Nos caiste bien,sino no te hubiéramos dado pelota.
Germán siguió hilvanando recuerdos.Era tarde de intenso calor en Barcelona.El habitaba la buhardilla de una antigua casona en el Barrio Gótico.Estaba melancólico y siempre regresaban esas imágenes.Pensó en esos días que flirteo con la muerte por decir sus verdades,en su encierro en ese centro clandestino,en su fracasado matrimonio y extrañó como nunca a sus amigos del alma que estaban tan lejos.Mientras hojeaba un libro vino a su memoria una frase de Bioy Casares que parecía hecha para él.-“la muerte es algo incómodo; El amor, un malentendido, y la amistad el bien más preciado”. Hizo una mueca de resignación en el hueco de su gesto amanecido.Se tranquilizó, fue a la cocina, abrió la heladera y se sorprendió al ver al fondo una latita de chorizos cantimpalos en su grasa. Le agarro hambre,dejó el libro que tenía en sus manos. Se sirvió un vaso de vino del Ribeiro y se sentó cómodamente en el sillón con unas cuantas rodajas de pan,una tablita y los chorizos que apoyó sobre una banqueta. Abrió la lata y los chorizos comenzaron rápidamente a transformarse en segmentos circulares libres de pellejos.Volvió a abrir el libro dónde había dejado el señalador mientras introducía en su boca un trocito de pan y una rodaja de chorizo cantimpalo.Fijó su mirada nuevamente en el libro;lo primero que leyó fue “Homo hominis lupus”,-“el hombre es un lobo para el hombre” adjudicada por algunos a Flauto y por otros a Hobbes.Reflexionó sobre sus alcances.El hombre maligno y destructor por naturaleza, ese que es un homicida y que sólo por el miedo a homicidas más fuertes puede abstenerse de su pasatiempo favorito.Quedó dubitativo con el libro en su mano derecha y el señalador girando entre los dedos de la otra Lo perturbó esa onda de violencia y destrucción que ha convertido al mundo en una amenaza para el crecimiento de la humanidad.¿Cómo puede escapar el hombre de su cárcel mayor, que es el aspecto destructivo de sí mismo ? Molesto , dejó el libro a un lado.No era habitual en él mirar televisión pero ese día se había interesado en una primicia procedente de Argentina , transmitida por el canal alemán Deutsche Welle al consultar su reloj, confirmó la hora en que esa estación retransmitía en español su segmento de noticias en duplex con el canal argentino. Encendió el aparato con desprecio e interés al mismo tiempo.De pronto una pareja de periodistas desarrolló la noticia y la pantalla le mostró un edificio de Buenos Aires.Uno de los tantos de cualquier barrio porteño.Una típica casona vieja de Balvanera de dos plantas,vetusta,derruída,casi insostenible;era un milagro que aún sus cimientos tuviesen vida para soportarla.Al observar más detenidamente la imagen, se le aceleró el corazón,su piel se humedeció instantáneamente de una agria transpiración,de un sudor con bronca.No lo podía creer,no podía ser verdad.Le resultaba familiar la conformación geométrica de ese frente,la ubicación del portal de entrada,otra puerta lateral,las ventanas centrales.Imprevistamente la imagen giró hacia la izquierda y apareció un edificio lindero que servía de referencia;repleto de columnas que se anteponían a una ancha galería tipo recova que ofrecía refugio,amparo y cierto anonimato a todo aquel que deseara ó necesitara esconderse del paso de los transeuntes.El había transitado sus techos una noche,y a través de las rejas del edificio vecino,había podido ganar la calle.Pero antes de llegar a la esquina,no pudo evitar darse vuelta y observarlo.Todo eso quedó fijado como una imagen fotográfica que no olvidaría jamás.Ya no le cabían dudas,los predios y sus edificaciones coincidian.Ese tenebroso frontispicio no era otra cosa que el mismísimo lugar donde había sido torturado,humillado y obligado junto a otros a permanecer detrás de las estrellas,alejado de la vida ciudadana.Hasta que escapó.Todos los días,desde hace años al acostarse,llegaban hasta su almoada los gritos desesperados de ella.Una compañera de celda que en la planta baja era reiteradamente violada y golpeada hasta que decidiera develar el nombre de sus amigos.Siempre iban y venían esas imágenes.Bajó el volúmen del televisor que seguía pasando pantallazos de ese centro de torturas y su mente comenzó a girar desenfrenadamente.Recordó cada recoveco de la maldita casa,sus pasillos,sus escaleras,su patio,las rejas y sobre todo ese sótano;ese fétido sótano en que había sido amarrado a una silla una y otra vez.Ella también lo había visitado.Un sudor frío lo invadió,se sintió desvanecer por la emoción y la bronca contenida.“Homo hominis lupus”.Rememoró esa noche que sus secuestradores festejaron algo comiendo y bebiendo desenfrenadamente hasta altas horas de la noche.Se escuchaban estruendosas carcajadas hasta que unos piés que se arrastraban llegaron hasta su celda.Su carcelero casi borracho le acercó un plato con sobras del festín y le soltó un brazo amarrado para que pudiera comer.-Tomá zurdito,hoy estás de suerte pero mañana preparate.Se alejó tambaleando.
Germán devoró rápidamente los alimentos y guardó silencio absoluto,sólo escuchaba un murmullo con llantos y sollozos de la muchacha de escaleras abajo.Su vigilia fue impaciente,y transcurrida una hora prestó más atención a sus sentidos..Mezclado entre los lamentos de ella,logró detectar fuertes ronquidos.No lo pensó más.Era su única oportunidad.Los hombres dormían,y no precisamente el sueño de los justos,pero debería obrar con apresuramiento.Un hueso de la pata de pollo le sirvió para desgastar la amarradura de su mano izquierda.Luego con fuerza y golpes sordos,logró liberar sus pies.Se sorprendió cuando al acercarse a la entrada del calabozo,su carcelero había cerrado mal el candado.Pegó una fuerte patada que despegó la puerta y se quedó a la expectativa.Sólo volvió a escuchar el llanto de ella y los ronquidos de los hombres.Ganó la galería,bajó las escaleras y pegó su boca a una mirilla de la celda de la muchacha.
-¿Me escuchás ? dijo en un susurro.
-Si me escuchas,por favor contestame rápido que no hay tiempo.
-¿Quién es usted ?preguntó ella.
-Escuchame bien,me escapé,estos están borrachos y dormidos.Te voy a tratar de sacar.
-¡Hay Dios mío,por favor,sí,sacame de aquí.No aguanto más.
Le dijo ella acompañando con llanto sus palabras balbuceantes y un tono levemente alto.
-Por favor,tranquilizate y no hagas ruido,si despiertan, sonamos.Callate, hace silencio.
-Cuando yo te diga,empujá fuerte,si podés golpeá con el culo así no te lastimás.
-Dale probá.Ahora,empujá.La puerta no cedió.
-No me dejes aquí.Me estoy muriendo de las hemorragias,vienen a cada rato.
-Dale,golpeá de nuevo y con fuerza.Ahora.
Se escuchó un fuerte crujido,pero la puerta no aflojó su cerradura.Germán se detuvo atento a los sonidos del silencio y escuchó una carraspera, murmuración,y voces.
-Sonamos se despertaron,ahora me van a matar.
-Como te llamás preguntó la muchacha.
-Me llamo Germán,pero eso ahora que importa.
-Dale, golpea de nuevo que yo tiro hacia fuera al mismo tiempo.Ahora.
La puerta crujió otra vez pero permaneció cerrada.
Desde el fondo se volvieron a escuchar voces.
-Germán,andate;salvate vos.Me llamo Mónica, que Dios te bendiga.No esperes más.Van a venir y nos castigarán a los dos.Va a ser peor.
-Tenés razón,no puedo salvarte.La puerta está atorada.Lo lamento.
-Chau Mónica ,afuera voy a tratar de hacer algo.
-Cuidate,cuidate vos Germán,no tenemos salida en esta situación.
El se alejó,volvió a subir la escalera rápidamente,se aferró a un caño de ventilación,lo escaló y desembocó en la azotea.Saltó un muro lateral y accedió al edificio lindero.
Desarmó unas antenas de televisión y con sus cables improvisó una silleta.No le importó la fragilidad del aparejo y se lanzó a la calle,golpeó contra unas columnas y ganó el pavimento.Cruzó la calzada y cuando llegó a la esquina giró su cuello y observó por última vez esa casa de tormentos.No olvidaría las fachadas de esos edificios,tanto el que le sirvió de tormento como el de salvación.Terriblemente culpable se perdió en la noche porteña llorando por la muchacha que no había podido socorrer y ayudar a escapar con él. Corrió por la calle Belgrano con rumbo hacia el bajo perseguido constantemente por la sombra desconocida de la muchacha.La borrachera de los guardianes podría provocar represalias en Mónica y pensó que seguramente sería violada una y otra vez. Escapó enojado,balbuceante y montado en cólera.-Hijos de puta,hijos de re mil puta.La música proveniente del televisor lo regresó a la realidad y tomó conciencia que estaba en Barcelona,años después y a miles de kilómetros de ese infierno;rodeado de gente que lo amaba y lo protegía.Siguió pausadamente deglutiendo las fetas circulares de cantinpalo,un trozo de pan casero e incorporó otro vaso de vino y por sus mejillas fluían lágrimas sin cesar.Nuevamente en la TV aparecieron las imágenes de los periodistas y Tognetti abundaba en comentarios sobre ese centro de torturas en Balvanera.Aumentó el volúmen y puso atención a las palabras del periodista. -Estas han sido las imágenes que nuestro canal deseaba mostrarles de otro de los tantos centros de torturas que funcionaron en Buenos Aires.Muchos se preguntarán sobre el destino de sus ocupantes detenidos,tenemos certezas que varios lograron fugarse y aquí a mi lado,mi compañera Mónica fue una de las personas en que una noche pudo concretarlo.
La cámara giró hacia ella, rubia, resplandeciente pero con una mirada impregnada de profunda tristeza ,quién dirigiéndose al público comentó.
-Sí,yo estuve en ese centro de detención.Fui torturada y violada en repetidas oportunidades.Tengo que agradecer a Dios y a un compañero anónimo llamado Germán,que arriesgó su oportunidad de escapar,por ayudarme.Ambos tratamos de forzar la puerta varias veces,pero no lo logramos.Esa noche,parece que los carceleros habían tenido una fiesta.Después que Germán escapó tras su intento fallido de auxiliarme;a los pocos minutos,mi guardián se presentó para abusar de mí nuevamente,pero se quedó dormido a mi lado.Tomé sus llaves,abrí el candado y trepé a los techos.Los otros seguían durmiendo.Germán había dejado armados unos caños y cables de televisión y por ellos gané la calle por el edificio lindero.Así que si alguien conoce a Germán,por favor denle mi mensaje.Nunca lo olvidaré y que Dios lo seguirá bendiciendo toda la vida.-
Germán soltó el pan,los chorizos y lanzó el cuchillo tan diestramente que se clavó en el centro de la puerta de su habitación;y allí quedó vibrando cómo contagiado de alegría.Bajó rápidamente las escaleras,llamó a su embajada,solicitó el teléfono del canal de TV y en menos de un cuarto de hora estaba hablando con la producción del programa.Era el último minuto de transmisión,pero salió una nueva imagen de Mónica informando que increiblemente Germán estaba en línea desde el otro lado del Atlántico.Ambos no pudieron dialogar,sólo se escucharon sollozos que se superpusieron a los títulos del programa.-Te amo Germán,donde quiera que estés.-Saber que estás viva es el mejor regalo que podía recibir Mónica,.Ahora seré feliz lo que resta de los días de mi vida.Se habían rencontrado.Dios estaba con ellos.-Estaba en la Madre Patria, y ahora tenía motivos para regresar.Ya no había razones para sentirse mal,sino más bien para festejar.Se trepó a la alacena,tomó otra botella del Ribeiro,unas rebanadas más de pan,y la lata de cantipalos quedó totalmente vacía de chorizos y plena de esperanzas.
NO ENTIENDO
WAKARIMASEN

-Che Juan, ¿Vos te diste cuenta lo qué estamos haciendo?
-Che,escuchame,larga ese libro de Levi Strauss que no se entiende nada y dame bola.
-Esta bien,te escucho dale.
-Te preguntaba,si te diste cuenta de nuestra situación.
-No te entiendo Walter,perdoname,estaba enfrascado en ese jodido libro del estructuralismo y me trastornó.Disculpame y dale que te presto atención.
-Te estaba diciendo si te pusiste a pensar ¿Qué mierda estamos haciendo aquí?
-Que te agarro Walter,¿qué estás diciendo?
-Mirá Juan , pensá esto.Vivimos en casas espectaculares , tenemos autos lindísimos ,unos laburos divinos y bien pagos; pero en realidad estamos cómo todos los americanos,no sólo no somos felices sino que también todo lo debemos.Todo son cuotas que se extienden más allá de nuestras expectativas de vida porque todo lo aseguran ante la posibilidad de la muerte,esta previsto en la filosofía del consumismo.Insurance y Mortagage,dos palabritas que son los pilares fundamentales del american way of life.
-Walter,¿a qué querés llegar?me estás poniendo nervioso, redondeá.
-Quiero llegar a qué encima los embarcamos a Luis y a Mario,esto no es el Argentina Marú,aquí nadie te dice Kónnichiwua con sinceridad,los intereses priman.No te diste cuenta que tanto Luis cómo Mario no están contentos para nada,lo hacen por nosotros,nada más que por estar crca nuestro.
-¿ En serio pensás que ellos están mal ?¿Vos notaste algo que a mí se me escapó?
-Che Juan,hacé una introspección y decime simplemente como te sentís vos.Acaso estás feliz.¿Esta era la vida que habíamos soñado en el Argentina Marú?
-En una época de nuestras vidas,teníamos los bolsillos llenos de ilusiones
-¿ Dónde fueron a parar?
-Sabés una cosa,hasta tengo malos presentimientos,no sé porqué,no me lo preguntes.
-Sí,se me había ocurrido; pero pasaron tantas cosas que un lugar ú otro no nos cambiaban el estado de ánimo,pero..........
-Pero,un carajo Juan,dejate de joder,vos te refugias en las ideas,en los libros y vomitás toda tu bronca en notas que después mandás a España ó a Buenos.A Mario la inspiración se le está llendo a la mierda,todo parece la marcha fúnebre.-
-La puta madre,ponete en mi lugar.Explicame como hago catarsis.¿Me cago a trompadas con un micro chip ó agarro un tubo de ensayo y lo orino adentro?.
-Bueno,está bien Walter,no te pongas así.Después de todo nada nos impide regresar a Buenos Aires,las cosas cambiaron y nosotros allá conseguimos laburo rápidamente.
-Juan,pensalo bien.Vos y Mario estaban emocionalmente muy mal luego de los fracasos matrimoniales.Después vino la muerte de los viejos, luego los abuelos y finalmente los quilombos de Luis,sin olvidarnos de Germán.De la noche a la mañana vos te podés venir,luego te sigue Mario con las residencias otorgadas,es lógico.Se rajaron y está bien.Después como era de suponerse me engancho yo y atrás se viene Luis;pero pasaron años y ahora la cosa es distinta.
-Mi historia ya la conocés,desde que era un bebé que no tengo familia.Estudié ciencias y me siento hueco desde hace veinte años.Soy cómo un boy scout que aún no puede decir “tarea cumplida”.Me paso el día con mis ojos en el microscopio electrónico y vestido cómo un astronauta.Hay otra vida afuera Juan,esta no es mi cosmovisión.Me encantaría estar en un bar de Balvanera,en el boliche de la esquina frente a la Plaza Dorrego de San Telmo.Aquí el Soho,el Village,Tribeca,todo es muy lindo,pero esta vinculado a Hollywood,es escenografía pura.Ni los borrachos son reales.Juan,los yonis,me tienen podrido.Yo me voy a rajar cuando termine de instalar todos esos sistemas en Wall Street y del WTC.
-Acordate cuando me despediste en la estación y me fui a Rosario.En ese momento perdí a toda mi familia y después venían por mí.No tenía guita ,papeles ni futuro,y en cuanto pude,porque ustedes son todo para mí,me largué y aquí estoy.Sos mi amigo,más que un hermano y no puedo mentirte.Me siento para la mierda y ustedes también.
-Walter,tenés razón,pero no dramatices.Lo charlaremos entre todos y resolvemos.Cómo hacemos siempre desde hace cuarenta años.
-Juan,lo que más me preocupa,es cómo usamos el tiempo; cada día tenemos nuevos compromisos.Antes nos veíamos todos los días,luego fueron dos o tres veces a la semana.Ahora pasan quince días sin vernos.Casi sin darnos cuenta nos estamos sumergiendo en el sistema.Yo no quiero saber más nada.Entre todos debemos casi medio millón de dólares,que es un modo de anclarte y obligarte a no claudicar.Tenemos que desprendernos de todo.Terminemos con esto y encaremos cualquier cosa en Buenos Aires. Aquí la felicidad está remitida exclusivamente al poder.Las personas valen por lo que tienen y no por lo que son,es inadmisible;me rebela,no lo puedo sosportar.
-Pensalo Juan,seguro que llegarás a la misma conclusión que yo,no necesitamos vivir estresados y cubrir cuotas de status.
-Está bien Walter,vamos a resolverlo,esperamos que Mario complete sus recitales con esos conjuntos que tienen fechas concretas,creo que el último es ahora en Febrero,nos tomamos esos meses para ir deshaciendo los compromisos y empezamos el 94 en Buenos Aires.
-OK Juan.Veo que lo entendiste.Me quedo más tranquilo.Vos sabés que yo tengo laburos que cumplir por siete ú ocho años más,pero yo voy y vengo.Instalo,armo,conecto y con una semana por mes me alcanza.Pero por las noches,quiero estar en Palermo,San Telmo,San Isidro,el centro.Quiero estar en mi ciudad.-
-BuenoWalter,quedate tranquilo,lo charlamos a fondo y lo resolvemos.¿Listo?-Listo Juan,seguí con Levi Strauss,no te interrumpo más.

ESTOY PERDIDO
MICHINI MAYOI MASHITA

Transcurren los primeros meses del año dos mil tres. Tanto el siglo como el milenio nuevo arrancaron mal para los argentinos. Recesión, desempleo, gente sin hogar, poca atención de la salud, inseguridad, piquetes, huelgas y educación ausente dieron por tierra toda esa fantasía de una paridad monetaria absurda.Una dirigencia obsoleta ,atada a viejos esquemas defraudó una vez más la palabra "política" en nuestro país.
La presunción de pertenencia absurda a un primer mundo al que nunca arribamos ni siquiera al umbral. Después de lo sucedido en Nueva York, con Mario primero y Walter después; habíamos perdido el deseo y las ganas de seguir viviendo en la Gran Manzana.Los dos murieron con años de diferencia en el mismo lugar por atentados terroristas.Nadie imaginaba que luego de ese día en que instalaron una bomba en los subsuelos del WTC y en perdió la vida Mario, el once de septiembre del 2001,las mismas torres serían atacadas por vuelos de cabotaje americanos, secuestrados por pilotos suicidas que se estrellaron contra ellas.Allí estaba Walter, trabajando en alta tecnología en su restaurante de la torre 2.-
Con Luis resolvimos regresar, no queríamos convivir con los fantasmas permanentemente. Pero el tiempo nos enseñó que el lugar geográfico nada tiene que ver, y la tristeza la tenemos a la vuelta de la esquina, a cada momento, tanto aquí en Buenos Aires, como en Nueva York.
Mario no tuvo peor idea que estacionar el auto en el subsuelo de las torres gemelas y una hora después, justo en el momento en que lo retiraba; explotó una bomba en ese subsuelo muriendo instantáneamente. El destino también llevaría a Walter a encontrar la muerte en el mismo sitio años después. Estaba trabajando en el Windows of the World el once de septiembre, cuándo el WTC sufriera el ataque terrorista. Walter instalaba todo un nuevo sistema de computadoras en Windows of the Wolrd en ese preciso momento. Queremos creer que murió electrocutado, porqué era afecto a dejar “abiertas las cajas”conectadas, siempre laburaba con la corriente circulando. Nos decía jocosamente.
-Aquí tienen 110 volts, la mitad de voltaje que en Buenos Aires, en eso le ganamos. No queremos pensar otra cosa.
Pero allí perdió la vida, junto a algunos miles más.Nuestra ilusión es que no haya sufrido, por ahí tuvo la suerte de Mario que no llegó a darse cuenta de lo sucedido, los forenses nos dijeron que ni siquiera llegó hasta el auto. Encontramos pedazos de su cuerpo diseminados por todo ese maldito subsuelo. Hace pocos meses, regresé a ese enorme depósito de 890 hectáreas en Staten Island, que fue habilitado para procesar, revisar y analizar todos los restos de esas magníficas construcciones.Todo lo que se recolectó en el Ground Zero,tanto en materiales como objetos personales,fue a para allí.Fuí en busca de su identificación y algunas otras cosas.Sólo me entregaron su llavero de plata grabado con su nombre que le regalamos Mario, Luis y Walter cuando cumplió veinte años de edad.Ya no están, sólo con Luis nos seguimos acompañando.La única familia que queda es nuestra escultora divina,Nélida en su refugio de San Isidro.-No hay más familia ascendente,sólo quedamos Luisito y yo cuidando cada vez más nuestra amistad de cuarenta y cinco años.Quedan los hijos,las ex esposas, pero ellos nada saben del Kónnichiwua Marú.Tengo malos momentos, de profunda depresión.El fracaso se asoma a mi ventana diariamente, me persiguen los recuerdos. Ahora es noche cerrada, las voces y las paredes se han muerto hasta mañana. Cuando estoy triste pienso en ellos, y cada instante es el momento de los amigos y de las ausencias. Cada tanto los junto a todos, salto sobre las distancias y el tiempo y los vuelvo a juntar en la mesa de mis recuerdos y me los sirvo todos los días. Porque esos recuerdos son mi más tierno, dulce y cálido alimento. Me siento nuevamente en la computadora y escribo un relato, una historia que hoy presencié,que debo entregar mañana a la editorial.Una historia que me oprime el corazón:
ACORRALADOS

El colectivo se detuvo frente al Hospital Tornú, uno de los tantos centros hospitalarios de Buenos Aires que se está cayendo a pedazos.-Allí subió un anciano en precarias condiciones físicas que desde la madrugada se encolumnó en una extensa fila a la intemperie para cobrar su magra jubilación, pero sin suerte.-Recorrió a pié más de treinta cuadras hasta el Hospital ya que su presión había empezado a molestarlo y tenía miedo de desmayarse, también tenía esperanzas que le entregaran sus medicamentos.-Tampoco tuvo suerte.-Agobiado decidió regresar a su casa, pero sus fuerzas lo habían abandonado; le quedaba la esperanza que el conductor del colectivo lo llevara gratis hasta su barrio.-Don Zoilo es uno de los tantos hombres argentinos de la tercera edad que no puede cobrar su modesta jubilación.-El Banco está cerrado para el público y él pasa largas horas a la intemperie asomando “su ñata contra el vidrio” como dice el tango; para ver si alguien se apiada de su situación.-Nadie lo tiene en cuenta.-Sus magros ingresos quedaron “encerrados en otro corralito nuevo –el de los sueldos y las jubilaciones”, en una de las tantas instituciones bancarias que con maniobras fraudulentas giraron las remesas de sus depósitos a sus casas matrices; todas en el exterior.-La de Don Zoilo, por supuesto, es otra realidad distinta a la de los atrapados por el corralito, ya que estos últimos son los titulares de plazos fijos en dólares por varios miles de millones de la moneda que hoy rige los destinos de la llamada globalización.-Estos pueden esperar para llenar el tanque de combustible de su 4 x 4 “todo terreno”, pero Don Zoilo no; él sólo piensa en las pastillitas para que su corazón no se detenga y en alguna taza de leche caliente acompañada aunque sea de trozos de pan viejo.-Nuestro anciano amigo es un jubilado,que recibe después de toda un vida de sacrificios, trabajo y aportes al Estado el equivalente a un poco más de setenta dólares por mes.-Con ello afronta la subsistencia diaria para comprar sus alimentos (siempre muy bajos en nutrientes) y con lo poco que le sobra paga los servicios que le permiten sobrellevar el crudo invierno porteño (un poco de luz y otro poco de gas)-de la ropa ya ni se acuerda, usa aquella que sus amigos ó la parroquia de la esquina le regalan-pero siempre es escasa-y siente frío.-La pobreza siempre es más difícil donde el frío cala hasta los huesos.-Pero ahora el Estado, ése que él contribuyó con su voto para que gobernaran lo abandonó, hoy la prioridad es “proteger a la banca “ y hasta lo privan de los medicamentos que antes lo ayudaban a pasar el día sin dolores.-Don Zoilo pasó toda la semana rozando el muro del Banco, apoyando su cansada humanidad, haciendo colas inútilmente y no cobró ni cobrará.-Con gran dificultad y muy apesadumbrado subió al transporte y juntando fuerzas le dijo al conductor si lo podía acercar hasta su barrio en Chacarita, pero que no tenía una moneda en su bolsillo.-Lejos de protestar, el colectivero tomó una moneda de su bolsillo y se la dio para que pagase su pasaje.-Don Zoilo junto a su “dignidad” se negó e intentó bajarse pero el conductor con una paciencia y dulzura inéditas para estos tiempos, lo convenció con el argumento de que no podía llevarlo sin boleto porque en caso de accidente no tendría un seguro que lo respaldase.-Con lágrimas en los ojos Don Zoilo accedió y fue a sentarse bien al fondo del micro en un rinconcito donde hacía menos frío.-El colectivo llegó a Chacarita y el conductor le avisó.-“Abuelo, abuelo-ya llegamos”. -Don Zoilo no respondía.-El hombre detuvo el micro y se acercó al anciano, su corazón había dejado de latir.-Estaba muerto pero con algunas ventajas, estaba en su barrio, con el cementerio enfrente y a partir de hoy se habían acabado sus colas frente al banco, los dolores en sus huesos, la peregrinación por sus medicamentos y las preocupaciones de todos los días.-Hasta el conductor del colectivo se sorprendió al ver que de la espalda de Don Zoilo habían empezado a surgir unas cosas grandes y blancas, algo parecido a unas alitas y........entonces se emocionó y lo abrazó.-En ese momento se convenció que su colectivo también llegaba al cielo.-

BUENAS NOCHES BUENOS AIRES
OYASUMI NASAI BUENOS AIRES

Él emprende un nuevo viaje en soledad. Necesita espacio. Ni las palabras ni la música viven en él, aunque todavía ciertos fragmentos y algunas melodías se presentan cómo imágenes intermitentes. Esta triste, muy triste. Hay momentos en que se siente al borde de un abismo, su cara esta ensombrecida, ensimismada, curiosamente envejecida. El pasado lo alcanza, aparece lentamente en el horizonte. Hasta el resplandor que se esconde tras los fulgores del sol, se ha atenuado. Él es ni más ni menos que el modo en que su cara resplandece o no resplandece. Es el modo en que escucha o no escucha. Él es en las frases pronunciadas cuando vive ó muere. Emprende otro viaje en soledad, ellos ya no están.
Se siente cerca de algo, aunque ese algo no es la mujer que descansa a su lado. No es el brazo que lo sujeta con fuerza cuando aún está dormida, ó el modo en que suspira y se vuelve. No es ella. Se encontraron y conversaron y supieron algo uno del otro. Pero cuando sus sentidos le recordaron cuanta fuerza había en el acto de estar sólo, cuando él sintió que al perder la soledad siempre se está perdiendo algo. entonces comenzó a retraerse.
Durmió con ella y pese a todo estaba solo en el silencio de la habitación compartida, a la luz de una lámpara mientras se abrazaban. Él había abrigado la esperanza de visitar un jardín encantado, un refugio, sin mirar hacia atrás-pero en definitiva descubrió que reanudaba su viaje en soledad. Su lecho de tierra, y él cierra los ojos y se siente seguro bajo las mantas y contra la almohada sobre la cual descansa su cabeza. La presión del brazo de la mujer alrededor de su cuerpo es algo que él olvida cuando comienza a hundirse en un sueño aunque todavía está despierto. Tiene los párpados cerrados sobre una mirada azul siempre presente. Al principio el movimiento es lento, y como él tiene los ojos cerrados es difícil saber si sólo está imaginando el viento sobre las mejillas. La manta casi le cubre la cabeza, y de pronto-en la oscuridad-sucede. La oscuridad ya no es negra-se le acercan rayas de plata, y las perlas doradas y luminosos cristales rojos, y se alejan veloces. La belleza de su viaje, plata, oro y cristal reluciente. Arco iris, y blandos murmullos y besos húmedos. Las perlas que él captura las recoge en su mano tibia y siente como viven y se mueven en el hueco de su palma. Le prometen riquezas si él alguna vez llega a su destino, que es la luz del sol, que es la soledad.
Y ahora él puede sentir cómo vuela, sobre un mar, un océano azul-ahora oscuro-un espejo de verde y de gris. Ya no puede distinguir el color del agua. Y el viento levanta las mantas de su cama y sus brazos extendidos son velas. No alas. Con qué maravillosa libertad sus brazos blancos le permiten deslizarse, caer y levantarse. Así, mientras él remolinea y gira y se eleva sobre el mar con todos sus colores y su espuma blanca, la soledad invade su cuerpo y lo vacía de todo y de todos. El sentimiento de poder que viene de la soledad. Solo.Solo.El poder de estar solo con los océanos y los vientos. En este poder de la soledad él abandona la seguridad del brazo que se sostiene a su cuerpo, el delicado perfil sobre la almohada a su lado. Y voltejea alrededor de la tierra, donde ya no puede sentir la energía del suelo, donde ya no puede ver los pastos y los árboles y todo lo que él conoce. Él es el sonido que lo envuelve, él es el viento mismo. Cuando finalmente penetra en el océano, se hunde interminablemente en el agua, y pasa junto a todo lo conocido, pero sin reconocerlo. Él es la propia profundidad.
Le angustia comprender que será afortunado si alguna vez puede volver a hallar lo que está buscando, porque de ese modo jamás podré suspender la búsqueda. Desea realizar la experiencia del modo como era entonces, cuando tenía muchos años menos. Los sonidos y las fragancias, los rostros vistos ó entrevistos de su juventud. Busca al niño, al joven en sí mismo. La inocencia perdida. La pureza y la libertad. La verdad. Pero comprueba que todo lo que era ha desaparecido para siempre. Tal vez sea poco realista tratar de retornar a lo que uno era, aunque de un modo o de otro éste es un viaje que todos emprendemos cuando comenzamos a sentir nuestra mortalidad. El niño, el joven que había en él sabía lo que el adulto jamás sabrá. Durante un tiempo contempló su juventud y se preguntó si realmente era suya. Contempla a esa persona que es él mismo. Y al verla se siente perdido. Cuanto más aprende, menos comprende; cuanto más recuerda, más perdido se siente. Mientras él mismo se buscaba, estaba huyendo de él mismo.
Su viejo el Zorro, Hilda, Mario, Walter, Elena, Mocho, Lito, Lita, el tío Bautista, el Sr. Ramos y todos los demás le indican que ya no están; pero le advierten que lo están contemplando. Aún ahora, veinte, treinta, cuarenta años después. Y entonces le restituyen vida. Después de todo el grito más sonoro no produce sonido alguno y permanece con nosotros sólo en la forma de nuestro propio secreto. Él vuelve a acariciar los instantes de su más sincera ternura. Su rostro se ilumina porque siente que aún está con ellos, y que pronto estará con ellos para siempre. Su vida salta en dos imágenes. La inmensidad del mar con una luna brillante y plateada enfrentando la proa del Argentina Marú.Y la de sus calles de Buenos Aires, la ciudad que le canta a la hermosura de la noche más radiante y se duerme en una alfombra voladora que transita Corrientes, Callao, Lavalle, y por supuesto La Torre de los Ingleses.
FIN
APOSTILLAS
Comentarios del Autor


Como es bien conocido, el japonés no se escribe en letras sino en ideogramas. Para posibilitar su lectura se ha trascrito cada frase a caracteres latinos, según la forma como se pronuncie. Afortunadamente, la pronunciación del japonés es muy similar a la del castellano.
Así pues, para pronunciar cada frase en japonés simplemente lea su trascripción fonética como lo haría en castellano. Tenga en cuenta que:
oo: Vocales dobles se pronuncian igual en castellano pero dándole el doble de duración.-
w: Suena igual a la u en castellano.

(´): Los acentos en japonés tienen un uso especial. Muchas palabras no se acentúan en ninguna sílaba por lo que debe pronunciárseles "planas". Aquellas que aparezcan con tilde(´)se acentúan en la sílaba donde éste aparezca.
(Gracias por la colaboración a Noba de Hayakawa



GLOSARIO JAPONES

Lúnes/getsyoobi Amanecer/Jinode
Martes:kayoobi Mediodía/Jirú
Miércoles/suiyoobi Mañana/Asa
Jueves/mokyoobi Tarde/Gogo
Viernes(kinyoobi Como le va-Hola/Kónnichiwua
Sábado/doyoobi Atardecer/Yoru
Domingo/nichiyoobi Mañana/ashita
Nosotros/Watashitachi yo/watashi
Ellos/Karetachi Ustedes/anatagata
Temprano/Jayai Gracias/Domo arigato gosaimásu
Sí/jailee Por favor/onegaishimass
Adiós/Sayonara Auxilio/Tasukete kudasai

Antecedentes del Autor

El Sr.Claudio Pérez Bobasso actual residente de la Cdad.de Mar del Plata, es especialista en tecnología de la construcción, egresó como Maestro Mayor de Obras de las Escuelas Krause y cursó estudios de Ingeniería en Universidad Nacional del Sur. Luego cambió su orientación académica y se graduó en Buenos Aires como Licenciado en Ciencias Políticas y Diplomacia. Prosiguió estudios de Sociología y Periodismo. Se desempeñó en la actividad política en comuna bonaerense como Concejal Municipal, Secretario de Turismo y Medio Ambiente, Secretario de Planeamiento y Desarrollo, Administrador del Corredor Turístico del Atlántico Bonaerense, de quién fue su fundador. Incursionó en Marketing, Publicidad y la Hotelería Internacional, función que en nuestro país concretó en los establecimientos Primacy RCI Apart Hotel y Grand Hotel Hermitage como Gerente General. Participó en varios certámenes nacionales e internacionales de narrativa como así también en varios periódicos locales y regionales que lo cuentan como asiduo columnista. Ha publicado Crónicas de Viajes y Consejos Útiles para Viajeros, Cuentos con Metáforas, Apuntes del Periodismo Argentino y tiene en elaboración dos novelas, prontas a lanzar al mercado: Los Secretos del World Trade Center y Cuentos para Soñar.


INDICE
1.............................Nosotros
13...........................Despedida de Buenos Aires
25...........................Gracias Walter
28...........................Héroes en el Paraíso
42...........................Equipaje I
49...........................Un pasaje sencillo a.......
64...........................Carta de Nueva York
69...........................Otoño en Nueva York
73...........................Yo vengo de Buenos Aires
79...........................Oficina de correos de NYC
83...........................Don Quijote de la Mancha
86...........................Señorita Lita
92...........................El Tío Poncio
99...........................Señorita Elena Lariotti
104.........................Luisito
112.........................Hola Argentina Marú
129.........................Sayonara Buenos Aires
142.........................Señor Jujito
148.........................Amanecer en Santos I
153.........................Amanecer en Santos II
155.........................Amanecer en Río
162.........................Cuatro en Salvador
167..........................Es una bonita puesta de sol
174..........................Por una semana
184..........................Señor Sukurito
197..........................Gracias por su ayuda
200..........................Las Geishas
205..........................Todo es divertido
211..........................Aquí esta mi pasaporte
216..........................Auxilio
222..........................Amigos desconcertados
227..........................Equipaje II
229..........................Los invito a conocer......
232..........................Una aventura
234..........................Me puede ayudar
245..........................No entiendo
250..........................Estoy perdido
253..........................Acorralados
257........................BuenasNochesBuenos Aires
262..........................Comentarios del Autor
265..........................Indice


Queda hecho el depósito que indica la Ley Nº 11.723.- ISBN: 987-9494-29-6
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